

Trabajadores del transporte público informaron que el jueves y el viernes de la próxima semana irán a una huelga, en contra del proyecto de la reforma del transporte. Aseguran que sus reclamos no fueron escuchados, aunque el Viceministerio espera llegar a un acuerdo antes de esas fechas.
El 3 y el 4 de septiembre estaba prevista una huelga que fue suspendida gracias a la postergación del tratamiento del proyecto de ley de la Reforma del Transporte Público, el cual, finalmente fue aprobado la semana siguiente por la Cámara de Senadores.
Sin embargo, no se incluyeron algunos de los pedidos claves de los trabajadores, entre ellos: la eliminación de la declaración del transporte como servicio imprescindible y la garantía de la continuidad laboral.
Gerardo Giménez, presidente de la Federación de Trabajadores del Transporte, explicó que otro de los aspectos preocupantes está en el artículo 45 que habla de tres divisiones: la que se encargue de operar la línea, la que se ocupe del mantenimiento y talleres y la responsable de los predios y paradas.
“Si yo tengo problemas laborales hoy en día sé a quién reclamarle, pero con esta reforma no”, detalló en un contacto con radio 1.000 AM.
Por su parte, el viceministro de Transporte, Emiliano R. Fernández, no pierde las esperanzas de que el conflicto se resuelva antes del jueves próximo.
“Está la Cámara Revisora, la de Diputados, les dijimos a los trabajadores que vamos a motivar el tratamiento ahí, hay tiempo para discutir y ojalá lleguemos a un acuerdo”, señaló el secretario de Estado.
Hasta el momento, los gremios no comunicaron oficialmente que irán a huelga, algo que deberán hacer con anticipación para que la medida sea legal.
En caso de que se lleve a cabo la medida de fuerza, el Gobierno prevé sacar a la calle sus buses y camiones, a fin de dar cobertura a los itinerarios.
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