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Con un ritmo de ejecución que supera con holgura el promedio nacional, el Ministerio de Educación se posiciona como una de las carteras más sólidas en la gestión de recursos del Gobierno. Durante un debate de control político en la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, el ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, presentó el balance de ejecución presupuestal con corte a agosto de 2025, destacando que la educación no solo encabeza la lista en apropiación vigente, sino que también lidera en la relación obligación-apropiación.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el sector alcanzó un 63,4% de ejecución, mientras que el promedio nacional se ubica en 51,7%. Este margen consolida a la educación como el motor más dinámico dentro de las finanzas públicas en lo que va del año.
“Esta ejecución no son solo cifras. Cada punto representa niñas y niños en las aulas, jóvenes en el Catatumbo o en El Plateado con oportunidades de estudio, familias que hoy encuentran en la educación pública una respuesta del Estado donde antes solo había ausencia”, afirmó el ministro Rojas Medellín.
En el detalle de los recursos, el funcionamiento registra una ejecución del 64%, superando de manera consistente la media nacional, mientras que la inversión alcanza el 58,2%, ubicándose en el segundo lugar entre todos los sectores, solo por detrás de Ciencia, Tecnología e Innovación, y muy por encima del promedio de ejecución de la inversión gubernamental, que apenas llega al 35,3%.
El ministro subrayó que uno de los pilares de la política educativa actual es evitar que las nuevas generaciones se endeuden para acceder a la educación superior. En esa línea, la gratuidad en matrículas universitarias ya cubre el 97% de los estudiantes, consolidando un cambio de modelo: los recursos no se asignan a la demanda individual, sino que se incorporan directamente en el financiamiento de las instituciones, garantizando sostenibilidad y acceso real.
Con un mensaje enfático, el Ministerio reiteró su compromiso de continuar ejecutando con eficiencia, equidad y enfoque territorial, consolidar la gratuidad como mecanismo estructural de acceso y avanzar en medidas que reduzcan la deuda estudiantil.
“Invertir en educación no es un gasto: es la decisión más costo-eficiente y transformadora que puede tomar un país”, concluyó el ministro.
carloscastaneda@prensamercosur.org
