

CÓMO PROTEGERLOS EN MEDIO DE LA DISTANCIA.
Siguiendo con el tema del contacto cero, en este espacio abordaremos sus consecuencias y las medidas de afrontamiento cuando existen hijos de por medio. El propósito es brindar herramientas que permitan asimilar los cambios de la ruptura de la manera más sana posible, protegiendo tanto el bienestar personal como el de los niños.
El contacto cero se ha convertido en una estrategia emocionalmente recomendada tras una ruptura de pareja. Consiste en establecer una distancia total con el ex, eliminando llamadas, mensajes, encuentros y todo aquello que prolongue el apego o impida cerrar el ciclo. Su objetivo es permitir sanar heridas, recuperar la autoestima y retomar el control de la vida personal.
Sin embargo, cuando hay hijos de por medio, el panorama cambia. La ruptura no solo involucra a dos adultos, también impacta en los niños, quienes requieren estabilidad emocional y vínculos sanos con ambos padres. En estos casos, aplicar el contacto cero de manera rígida e inflexible puede resultar contraproducente, porque los hijos no deberían cargar con las consecuencias de los conflictos de sus padres.
Efectos del contacto cero.
- En la salud mental de los adultos
Positivos:
- Disminuye la exposición a discusiones y conflictos.
- Permite recuperar claridad mental y estabilidad emocional.
- Favorece el autocuidado, la introspección y el fortalecimiento personal.
Negativos (si se aplica sin equilibrio):
- Puede generar sentimientos de culpa excesiva.
- Riesgo de aislarse emocionalmente si no se gestiona de manera sana.
- Posible incremento de la ansiedad si no hay mecanismos de regulación emocional.
- En la dinámica de la pareja separada
Positivos:
- Evita caer en dinámicas tóxicas de manipulación o chantaje.
- Reduce las posibilidades de discusiones innecesarias.
- Clarifica los límites y roles tras la ruptura.
Negativos:
- Dificultad en la comunicación si no se establecen canales adecuados para temas de los hijos.
- Riesgo de prolongar resentimientos si no se resuelven los asuntos legales o emocionales de fondo.
- Posible rigidez que impida una sana convivencia futura.
- En los hijos
Positivos (cuando se gestiona bien):
- Evita que los niños presencien discusiones o tensiones entre los padres.
- Ofrece estabilidad en la medida en que cada progenitor respeta su rol y espacio.
- Favorece un entorno más saludable y libre de conflictos.
Negativos (cuando se gestiona mal):
- Los hijos pueden sentirse en medio de un muro de silencio.
- Riesgo de convertirse en mensajeros o intermediarios, lo cual les genera carga emocional.
- Sensación de abandono o inseguridad si no se les explica de manera adecuada la nueva dinámica familiar.
Medidas para establecer límites sin dañar a los hijos
- Contacto cero entre adultos, no con los hijos: significa cortar la comunicación emocional o personal con el ex, pero mantener un canal funcional y objetivo únicamente para temas de crianza.
- Uso de intermediarios neutrales: aplicaciones de coparentalidad, correos formales o incluso un familiar de confianza pueden facilitar la coordinación sin exponer a los hijos al conflicto.
- Reglas claras de comunicación: limitar las conversaciones a asuntos relacionados con los niños (salud, educación, horarios). Sin reproches, sin confrontaciones, sin manipulación emocional.
- Protección emocional de los hijos: nunca hablar mal del otro progenitor frente a ellos ni usarlos como excusa para continuar la batalla personal.
- Acompañamiento profesional: en casos de alta conflictividad, la mediación familiar o la terapia pueden ayudar a definir acuerdos justos y sostenibles.
El contacto cero es una herramienta poderosa para sanar tras una ruptura, pero no debe convertirse en una barrera que afecte el derecho de los hijos a vivir una infancia equilibrada. Se trata de poner distancia para proteger tu corazón, sí, pero también de aprender a ser un adulto consciente que entiende que la ruptura de pareja no implica ruptura de la paternidad o maternidad.
En palabras simples: tus hijos no son el puente para prolongar tu dolor, son la razón para construir una convivencia madura aún en medio de la distancia.
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.” Salmos 127:3-5
Si necesitas apoyo psicológico especializado virtual individual o terapia de pareja, comunícate conmigo.
Dra. Elizabeth Rondón.
Tlf. +583165270022
Correo electrónico: Elizabethrondon1711@gmail.com
