

¿MITO O REALIDAD EN FISIOTERAPIA?
Con una imagen jocosa, pero impregnada de afecto, respeto y profunda admiración, inicio estas líneas para rendir homenaje y agradecer a los profesionales de la fisioterapia. En este campo tengo grandes amigos, y he sido testigo de cómo, con su trabajo, esfuerzo, constancia y dedicación, no solo devuelven la salud o la movilidad a sus pacientes, sino que también les restituyen la alegría, la esperanza y las ganas de vivir.
“El tiempo todo lo cura” es uno de los dichos populares más repetidos en la vida cotidiana. Sin embargo, cuando hablamos de lesiones físicas, dolores crónicos, secuelas de enfermedades o procesos de rehabilitación, este enunciado se convierte en un mito peligroso. El tiempo, por sí solo, no devuelve la movilidad de una articulación, no fortalece un músculo debilitado ni reentrena al sistema nervioso para recuperar funciones perdidas.
En fisioterapia, la verdadera recuperación exige esfuerzo, constancia y movimiento guiado, acompañado de la ciencia y la vocación de profesionales que entienden que el cuerpo necesita estímulos adecuados para regenerarse y adaptarse.
¿Qué es la fisioterapia?
La fisioterapia es una ciencia de la salud que se centra en el estudio, prevención, tratamiento y rehabilitación de alteraciones del movimiento y del sistema músculo-esquelético, neurológico, respiratorio y cardiovascular, entre otros.
Su propósito fundamental es mejorar la calidad de vida de las personas, ayudándolas a recuperar sus capacidades físicas, aliviar el dolor, prevenir futuras lesiones y fomentar un estilo de vida más saludable.
Los fisioterapeutas utilizan técnicas basadas en el conocimiento del cuerpo humano y en la evidencia científica, combinando ejercicios terapéuticos, terapias manuales, agentes físicos y educación en salud, con un enfoque integral que involucra no solo al paciente, sino también a su entorno familiar y social.
El amplio campo de acción de la fisioterapia.
La fisioterapia no se limita a la atención de lesiones deportivas o rehabilitación postquirúrgica. Su campo de acción es amplio y abarca diferentes áreas de intervención:
- Rehabilitación músculo-esquelética: tratamiento de lesiones musculares, fracturas, esguinces, cirugías ortopédicas, artritis, artrosis y problemas posturales.
- Fisioterapia neurológica: atención a personas con secuelas de accidentes cerebrovasculares (ACV), traumatismos craneoencefálicos, Parkinson, esclerosis múltiple o parálisis cerebral.
- Fisioterapia cardiorrespiratoria: apoyo a pacientes con enfermedades pulmonares o cardíacas, como asma, EPOC, hipertensión o insuficiencia cardíaca, contribuyendo a mejorar su capacidad funcional y resistencia.
- Fisioterapia en salud de la mujer: acompañamiento en procesos de embarazo, parto, posparto y rehabilitación del suelo pélvico, así como en la menopausia.
- Fisioterapia pediátrica: intervención temprana en niños con alteraciones motoras, problemas de desarrollo o condiciones neurológicas.
- Prevención y promoción de la salud: programas de ergonomía en el trabajo, educación postural, acompañamiento en actividad física segura y hábitos saludables para toda la comunidad.
Este abanico de posibilidades demuestra que la fisioterapia no solo se ocupa de recuperar lo perdido, sino también de prevenir lo que aún no ha ocurrido.
8 de septiembre: Día Mundial de la Fisioterapia.
Cada 8 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Fisioterapia, en conmemoración a la fundación de la Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT, hoy World Physiotherapy) en 1951. La fecha busca visibilizar la importancia de los fisioterapeutas en la salud pública, reconocer su papel en la rehabilitación de pacientes con diferentes afecciones y resaltar la necesidad de garantizar acceso a servicios de fisioterapia como un derecho básico de salud.
En un mundo donde las enfermedades crónicas, los accidentes de tránsito, las lesiones deportivas y el envejecimiento poblacional aumentan cada día, los fisioterapeutas se convierten en aliados fundamentales para sostener la autonomía y dignidad de las personas.
La fisioterapia es un puente entre el dolor y la esperanza, entre la limitación y la libertad de movimiento. Cada sesión es un acto de valentía tanto del paciente como del profesional: uno lucha por recuperar lo perdido, y el otro guía con ciencia, paciencia y humanidad.
Detrás de cada ejercicio repetido, de cada lágrima contenida en el proceso de rehabilitación, y de cada paso que se recupera, está el trabajo silencioso y constante de un fisioterapeuta.
Hoy, en su día, celebramos una profesión que devolvió pasos a quienes dejaron de caminar, sonrisas a quienes pensaron que nunca más podrían moverse sin dolor y esperanza a quienes sentían que habían perdido su independencia.
Porque, aunque el tiempo no lo cure todo, la fisioterapia nos enseña que, con disciplina, acompañamiento y amor por la vida, el cuerpo puede renacer y volver a abrazar, bailar, correr, trabajar y soñar.

Guillermo Villarios.
Un guerrero, valiente, resiliente y soñador.
“Pues, aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no solo para la vida presente, sino también para la venidera.”1 Timoteo 4:8
