

Carlos Caicedo Líder Colombiano, precandidato a la presidencia de Colombia
El precandidato a la Presidencia de Colombia y líder del movimiento Fuerza Ciudadana, Carlos Caicedo, encendió las alarmas dentro y fuera del país al pronunciarse sobre la elección de un nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Sus críticas se centraron en la inclusión de Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo, en la terna que actualmente estudia el Senado de la República.
Para Caicedo, la sola presencia de Camargo en el listado de aspirantes es la prueba más contundente de cómo las instituciones han sido cooptadas por un poder político que se aferra al clientelismo y a las viejas prácticas de la corrupción. “Es inaceptable que quienes no tienen la legitimidad ética ni jurídica pretendan llegar a la máxima instancia que debe proteger la Constitución y los derechos de la ciudadanía. Esto desnuda la verdadera captura política de la justicia en Colombia”, aseguró el dirigente.
En su pronunciamiento, Caicedo recordó que la Corte Constitucional es, en teoría, el pilar más sólido de la democracia colombiana, el tribunal que resguarda las garantías fundamentales, el equilibrio de poderes y el espíritu de la Carta de 1991. Sin embargo, advirtió que con candidaturas como la de Camargo se estaría comprometiendo la independencia de ese organismo y debilitando la confianza ciudadana en la justicia.
El exalcalde de Santa Marta y exgobernador del Magdalena subrayó que esta situación no es un episodio aislado, sino parte de un fenómeno estructural que viene erosionando las bases de la democracia en el país. Según Caicedo, la designación de figuras cuestionadas en las altas cortes refleja una “politiquería transnacional” que utiliza los órganos de control como botines para perpetuar privilegios.
Ante este panorama, el precandidato presidencial llamó a emprender una transformación profunda. Su propuesta es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que depure las instituciones, devuelva legitimidad a la justicia y garantice que en el futuro las altas dignidades del Estado solo puedan ser ocupadas por ciudadanos con méritos reales y con integridad ética.
“Colombia no necesita más operadores políticos en toga, necesita jueces independientes, que no teman enfrentarse al poder y que sean garantes de los derechos del pueblo. Es una vergüenza que se siga jugando con las instituciones como si fueran piezas en un ajedrez de clanes familiares y partidos clientelistas”, afirmó con vehemencia.
El mensaje de Caicedo no pasó desapercibido. Su intervención busca colocar a Colombia en el radar internacional sobre un debate que trasciende fronteras: la captura política de las cortes y la crisis de legitimidad de la justicia en América Latina. En un contexto regional donde varios países enfrentan cuestionamientos similares, sus palabras adquieren relevancia más allá de las fronteras nacionales, como un llamado a defender la independencia judicial frente a la amenaza de los poderes establecidos.
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carloscastaneda@prensamercosur.org
