
UN CORAZÓN VERDE QUE UNE CIUDAD, CULTURA Y NATURALEZA.

Hoy, en un paseo dominical con unos amigos, visitamos el Corredor Integral Cristo Rey en Cali y descubrimos que no se trata únicamente de un proyecto de arquitectura del paisaje, sino de una verdadera invitación a reencontrarse con la esencia natural de la ciudad. Este espacio, con sus 2,6 kilómetros de senderos peatonales, ciclorrutas y áreas verdes, ofrece un escenario ideal para el descanso, la recreación y la conciencia ambiental.
Su propósito central es integrar la naturaleza y el hábitat humano, ofreciendo una experiencia que une movilidad sostenible, conservación ambiental, turismo ecológico, cultura y bienestar ciudadano. Se trata de un espacio donde los caleños y visitantes pueden disfrutar de una caminata en armonía con el entorno, descubrir la riqueza de la biodiversidad y contemplar el paisaje como un libro abierto de historia y vida.
Conexión urbana, rural y ecológica.
El corredor logra lo que parecía un reto: enlazar la ciudad con el ecoparque, recuperando la ladera y convirtiéndola en un corredor biológico que promueve la conectividad ecológica. En este recorrido, los caminantes no solo avanzan hacia un destino, sino que se adentran en un espacio donde la urbe se funde con la naturaleza.
Recreación, cultura y disfrute ciudadano.
El proyecto ofrece senderos para caminar, miradores estratégicos, áreas de descanso y escenarios culturales al aire libre. Estos espacios están diseñados para la recreación familiar, el deporte, el turismo y los encuentros comunitarios. A lo largo del camino, se pueden encontrar árboles nativos, donde el silencio y el verdor invitan a la contemplación.
Avistamiento de aves y árboles nativos
Una de las experiencias más enriquecedoras del corredor es el avistamiento de aves. El bosque seco tropical que se busca recuperar y proteger es hogar de múltiples especies que llenan el aire de cantos y movimiento. Garzas, colibríes y aves migratorias se convierten en parte del espectáculo natural que acompaña a los caminantes en cada tramo.
Los árboles nativos como verdaderos guardianes del ecosistema ofrecen sombra, frescura y refugio para la fauna, además de narrar la historia de la ladera. Su preservación y reforestación garantizan la continuidad de los servicios ambientales que sostienen la vida en la región.
Turismo ecológico de talla mundial.
El corredor consolida a Cali como un destino de turismo ecológico de proyección internacional. El atractivo del monumento se complementa con la riqueza natural y cultural del recorrido, generando oportunidades para las comunidades locales en términos de economía sostenible, gastronomía, artesanías y servicios turísticos.

Conservación ambiental y educación.
El Corredor Integral Cristo Rey tiene como misión la restauración del bosque seco tropical, uno de los ecosistemas más amenazados de Colombia, y la mejora del hábitat urbano a través de la recuperación de predios y la integración de infraestructura amigable con la naturaleza.
Además, promueve la educación ambiental, convirtiendo la ladera en un aula viva donde niños, jóvenes y adultos aprenden a valorar y respetar los recursos naturales. Hoteles de insectos, huertas comunitarias y espacios interpretativos fortalecen la conciencia ecológica y el sentido de pertenencia hacia este “corazón verde” de la ciudad.
Movilidad sostenible.
El corredor fomenta la movilidad ecológica mediante senderos seguros para peatones y ciclistas, reduciendo la necesidad del uso de vehículos motorizados. Esta infraestructura permite un desplazamiento amigable con el ambiente y promueve un estilo de vida saludable.
Cómo ingresar al Corredor Integral Cristo Rey.
El acceso al Tramo 2 del Corredor Integral Cristo Rey es gratuito. El recorrido, que dura unos 30 minutos desde la sede San Fernando de la Universidad del Valle, asciende por una pendiente agradable rodeada de naturaleza urbana.
También hay parqueadero disponible para carros, bicicletas y motos, desde las 6 am hasta la 1:00 p.m.
Un llamado al cuidado del sendero
El Corredor Integral Cristo Rey es un patrimonio vivo que pertenece a todos, pero que requiere del compromiso colectivo para preservarlo. Cada caminante, cada visitante y cada familia tiene la responsabilidad de mantenerlo limpio, respetar las rutas señalizadas, cuidar la flora y la fauna, y dejar una huella de respeto, no de deterioro.
Cuidar este sendero es cuidar nuestra casa común: la naturaleza. Solo así aseguraremos que las futuras generaciones también puedan escuchar el canto de las aves, descansar bajo la sombra de los árboles nativos y encontrar en este recorrido un refugio de paz, cultura y vida.
El Corredor Integral Cristo Rey no es solo un camino hacia un monumento: es un camino hacia la conciencia, la sostenibilidad y el encuentro con lo mejor de Cali y de nosotros mismos.
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Isaías 26:3

