

Según el economista Víctor Raúl Benítez, el fenómeno del bajo consumo de carne en el país no se debe solamente al encarecimiento de los alimentos, sino a la pérdida del poder adquisitivo de la población
El economista Víctor Raúl Benítez explicó las razones detrás del bajo consumo de carne en Paraguay, en comparación con otros países productores de la región, a partir de un informe de la FAO difundido por el diario Clarín, que sitúa al país en el cuarto puesto de consumo per cápita de la proteína roja, muy por debajo de Argentina y solo por sobre Chile, un país no productor.
El informe de la FAO, que replica el diario Clarín señala que los argentinos lideran el ránking de consumo de carne bovina, con 46,9 kilos; seguida de Brasil, con 35,4 kilos; Uruguay, con 32,7 kilos; Paraguay, con 27,8 kilos; y Chile, con 24,3 kilos por persona.
Según el especialista paraguayo, el fenómeno no se debe solo al encarecimiento de los alimentos, sino a la pérdida del poder adquisitivo de la población. “En los últimos diez años, los precios de los alimentos crecieron 83%, mientras que los ingresos reales cayeron 4%. Al mismo tiempo, el producto interno bruto (PIB) aumentó 27%. Es decir, la economía crece, pero la gente gana menos en términos reales”, señaló Benítez.
El economista advirtió que la desigualdad en la distribución de la riqueza explica por qué el crecimiento económico no se traduce en mayor consumo. “El 20% más rico de los paraguayos se apropia del 51% de los ingresos, mientras que el 20% más pobre apenas del 4,9%. Lo que crece, crece arriba, en sectores de alta productividad y bajo empleo, como la banca, las telecomunicaciones o la soja”, puntualizó.
hábitos de consumo. En cuanto a los hábitos de consumo, Benítez comparó a Paraguay con países como Argentina, Brasil y Estados Unidos, donde la carne está más presente en la dieta diaria.
“En Estados Unidos y Brasil la hamburguesa es parte de la rutina semanal. En Paraguay, en cambio, la carne está asociada al asado de fin de semana. Incluso en los sectores de bajos ingresos, el consumo se limita a los asaditos de la noche o un asado de domingo, de vez en cuando”, explicó.
Para el economista, la raíz del problema está en los bajos salarios y la elevada informalidad. “El 67% de los paraguayos gana menos del salario mínimo y no tiene cobertura del IPS. Esa es la gente que debería poder consumir más carne, pero no puede”, indicó.
Benítez fue categórico al señalar que la ausencia de una clase media sólida –a diferencia de Argentina, por ejemplo– limita enormemente el acceso a alimentos de mayor calidad.
“Argentina, a pesar de su crisis, sigue siendo líder en consumo de carne porque tiene una clase media fuerte. En Paraguay no hay clase media consolidada: Tenemos pocos ricos que viven en barrios cerrados y demasiada gente en asentamientos o en situación de vulnerabilidad”, sostuvo.
Con tono crítico, resumió la situación apelando a una ironía: “Se cumple lo que decía Luis Pettengill: Para los pobres, el puchero; para los ricos, la carne prémium. Ese es el verdadero problema: El paraguayo gana poco y la riqueza se distribuye mal”.

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