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En medio de un debate cada vez más intenso sobre la infraestructura vial y el peso económico que recae sobre los ciudadanos, el presidente Gustavo Petro anunció que el costo de los peajes disminuirá en Colombia y que las concesiones que lleguen a su vencimiento pasarán a manos del Estado.
El pronunciamiento se dio durante el más reciente consejo de ministros, realizado el pasado 19 de agosto, luego de que el representante Santiago Osorio denunciara presuntas maniobras en la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para extender de manera irregular contratos que ya deberían caducar.
“Ordené que las concesiones viales que reviertan serán, de ahí en adelante, administradas por el gobierno. El costo de los peajes disminuirá en el país”, escribió Petro en su cuenta oficial, confirmando un giro en la política de infraestructura que impactará tanto a usuarios como a inversionistas privados.
Osorio, en su denuncia, puso la lupa sobre al menos 17 contratos que están próximos a vencer y advirtió que algunos funcionarios de la ANI, bajo el liderazgo de Álex Samuel Wihiler Bautista, estarían promoviendo prórrogas a puerta cerrada, particularmente en el Eje Cafetero. “Pretenden condenar a los caldenses a pagar 30 años más por una concesión que debió terminar”, alertó el congresista en redes sociales.
La decisión presidencial abre un pulso con las concesionarias privadas y pone en el centro del debate el futuro de carreteras claves en departamentos como Caldas, Risaralda y Quindío, donde los costos de movilidad han generado históricas inconformidades.
Con este anuncio, el gobierno no solo promete un alivio en los bolsillos de los conductores, sino que también plantea un cambio profundo en el modelo de concesiones viales que durante décadas ha sido criticado por su opacidad y sus altos costos para los ciudadanos.
