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La edición número 23 de Belleza y Salud cerró sus puertas en Corferias dejando un balance que confirma su lugar como el gran epicentro latinoamericano de la industria de la estética, la cosmética y el bienestar integral. Con la participación de cerca de 250 expositores entre productores, fabricantes y comercializadores nacionales, además de una destacada presencia internacional, la feria no solo mostró tendencias, sino que dibujó el futuro del sector.
Durante varios días, los pabellones de Corferias se convirtieron en un escenario vibrante donde la innovación dialogó con la tradición, y donde la ciencia se encontró con la creatividad. Desde nuevas líneas de productos naturales hasta tecnologías de última generación para el cuidado de la piel, el cabello y la salud corporal, el evento ofreció una mirada completa a una industria en plena transformación.
Belleza y Salud 2025 no fue únicamente una vitrina comercial: fue también un espacio académico y de networking que reunió a expertos, empresarios y profesionales de la estética en torno a charlas, talleres y demostraciones en vivo que marcaron tendencia. Allí se discutió el impacto del bienestar en la calidad de vida, la sostenibilidad en la producción cosmética y la manera en que la tecnología redefine los hábitos de consumo en un mundo cada vez más consciente de la salud y la imagen.
El impacto económico fue evidente: alianzas, acuerdos comerciales y nuevas oportunidades de exportación se consolidaron, proyectando a Colombia como un referente regional en la industria. Pero más allá de los números, el mayor logro de esta edición fue haber demostrado que la belleza y la salud ya no se entienden como universos separados, sino como un mismo lenguaje que apuesta por la innovación, la inclusión y el cuidado integral de las personas.
Con un cierre que superó las expectativas de organizadores y visitantes, Belleza y Salud 2025 reafirmó su liderazgo como un evento que trasciende las fronteras del mercado. En un mundo donde la estética y el bienestar se han convertido en parte esencial de la vida moderna, Bogotá se posiciona, una vez más, como el escenario donde se imagina y se construye el futuro de la belleza.
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