

Una estimación revela un gasto cercano a los US$ 200.000, generando controversia sobre la austeridad en eventos públicos.
El Ministerio de Educación y Cultura anunció en las últimas semanas detalles sobre la celebración del centenario del Palacio Legislativo, evento que marca un siglo desde la inauguración del edificio que alberga la Asamblea General y que representa un símbolo de la democracia en el país.
La vicepresidenta, Carolina Cosse, aclaró en su cuenta de X que la conmemoración contaba con un amplio programa de actividades y que estas estaban pensadas para reflejar las diversas sensibilidades y visiones de la sociedad uruguaya.
La dirigente afirmó que “desde el inicio, se ha procurado que esta celebración refleje la diversidad de visiones y sensibilidades de nuestra sociedad, y ese seguirá siendo el camino”.
Las actividades confirmadas incluían la publicación de un libro sobre el edificio, la emisión de un sello conmemorativo por parte del Correo Uruguayo y la iluminación especial del Palacio, además de una sesión de la Asamblea General.
Esta última iba a culminar con un concierto del SODRE, que sería abierto a la ciudadanía, en el salón de los pasos perdidos, uno de los espacios emblemáticos del edificio. La organización también consideró la realización de un evento con participación de artistas nacionales, para fortalecer el carácter cultural de la celebración.
Luego de algunos cuestionamientos sobre los costos asociados a estos eventos, la vicepresidenta informó que el grupo asesor de la Comisión Administrativa evaluó presupuestos y estimaciones de costos, los cuales fueron compartidos “de buena fe” en ámbitos internos.
Sin embargo, en los días recientes, dirigentes de oposición, en especial del Partido Nacional y del Partido Colorado, expresaron su desacuerdo respecto a las cifras que se manejaban. Según sus declaraciones, el espectáculo previsto para el 23 de agosto tendría un costo aproximado de US$ 200.000, valor que consideraron “caro e injustificado” para la realidad del país.
El “uso político menor” de la polémica
La polémica cobró fuerza cuando la vicepresidenta declaró que algunos insumos utilizados para la organización de la celebración fueron objeto de “un uso político menor”. La afirmación obedece a una percepción de que ciertos sectores políticos aprovecharon la situación para remarcar sus críticas frente a los gastos públicos y poner en duda la gestión del gobierno.
En ese contexto, Cosse afirmó que esto iba en contraposición con el espíritu de inclusión y participación que guiaba a la organización del evento, que había buscado ser plural, representativo y construido de manera colectiva.
Debido a estos cuestionamientos, la titular del Ministerio de Educación y Cultura anunció la postergación de la actividad abierta al público que estaba prevista para el 23 de agosto. La decisión fue tomada con la intención de reevaluar el formato y los recursos disponibles, buscando “propuestas que tengan alcance popular”, según sus palabras.
Cosse enfatizó que, pese a la suspensión de la actividad pública, el grupo organizador seguía trabajando para elaborar propuestas que lograran convocar el mayor interés posible, en línea con los 100 años de la democracia uruguaya.
Delgado celebró la cancelación
El sector opositor también emitió sus opiniones respecto a la situación. Álvaro Delgado, presidente del directorio del Partido Nacional, expresó críticas hacia la decisión del Frente Amplio de suspender la actividad programada.
En sus declaraciones, Delgado consideró que los festejos “eran muy onerosos, muy caros” y que estos gastos “no estaban previstos”. Además, afirmó que la forma en que se dio a conocer la celebración “fue de golpe”, sugiriendo una falta de planificación y comunicación adecuada.
Para Delgado, existen maneras más económicas e inclusivas de celebrar los 100 años del Palacio Legislativo, que permitan representar a toda la población y, al mismo tiempo, respetar principios de eficiencia y austeridad en el uso de los recursos públicos.
En este sentido, destacó que “hay otras formas de festejar mucho más inclusivas que representan a todo el Uruguay, y obviamente más económicas, más republicanas y menos pomposas.” La postura también reafirma una visión crítica respecto a los gastos excesivos en celebraciones oficiales.
Por su parte, Carolina Cosse valoró que la decisión de postergar la actividad fuera tomada por el Frente Amplio, interpretándola como un gesto de responsabilidad que favorece la participación y el consenso en torno a los recursos y acciones públicas relacionadas con la conmemoración.
La vicepresidenta reiteró que, aunque se ha suspendido la actividad abierta al público, no se ha cancelado el espíritu de celebración y que se seguirán realizando esfuerzos para idear propuestas que sean participativas y de impacto popular.
lr21.com.uy
