

La ciudad de Belém, en el estado de Pará, Brasil, se prepara para recibir la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP30), que se celebrará este año. Sin embargo, los preparativos han revelado un desafío significativo: los precios desmesurados del alojamiento. Con tarifas que alcanzan hasta R$2 millones por el paquete completo de 15 días, la situación preocupa tanto a los asistentes internacionales como a los residentes locales y agentes inmobiliarios.
Se estima que unas 50.000 personas asistirán al evento, mientras que la ciudad solo cuenta con alrededor de 18.000 plazas hoteleras disponibles. Esta discrepancia entre oferta y demanda ha generado una inflación significativa en los precios del alojamiento, especialmente en plataformas como Booking.com y Airbnb. Apartamentos pequeños, de una o dos habitaciones, se ofrecen por valores que oscilan entre R$7.000 y R$40.000 por noche. Además, algunos paquetes para toda la duración de la conferencia alcanzan cifras exorbitantes de hasta R$2 millones.
Luisa Carneiro, presidenta del Consejo Regional de Agentes Inmobiliarios de Pará (Creci-PA), expresó su preocupación por la falta de consenso en los precios del mercado. «Estamos viendo anuncios absurdos, como camas por US$1.000 la noche o propiedades de 200 m² por R$2 millones. Con ese precio, se podrían comprar casi dos apartamentos del mismo tamaño», afirmó.

Ante esta situación, el gobierno del estado de Pará ha asegurado suficientes plazas hoteleras para el evento y está trabajando en conjunto con el gobierno federal para ampliar las opciones de alojamiento. Entre las soluciones propuestas están la construcción de nuevos hoteles, la utilización de navíos de crucero como hospedaje temporal y la adaptación de escuelas en formato de hostales.
El gobierno federal también busca implementar un modelo centralizado para las reservas, similar al utilizado en ediciones anteriores de la COP y otros eventos internacionales como los Juegos Olímpicos. Según una nota oficial, el objetivo es mitigar prácticas abusivas contra los consumidores y garantizar precios más accesibles. «Es importante destacar que las reservas oficiales y el credenciamiento suelen abrirse a partir de junio. Buscar alojamiento fuera de estos canales puede contribuir a la elevación de precios en el mercado», señala el comunicado.
El aumento desmedido de precios no solo afecta a los visitantes internacionales, sino también a los residentes locales y al mercado inmobiliario de Belém. Según Carneiro, algunos propietarios están intentando desocupar propiedades actualmente alquiladas para aprovechar la oportunidad de alquilarlas durante la COP30 a precios mucho más altos. Sin embargo, esta práctica es legalmente inviable si existen contratos vigentes.
Además, las ventas inmobiliarias también han sentido el impacto. Propietarios que planeaban vender sus inmuebles han decidido posponer las operaciones con la esperanza de obtener mayores ingresos mediante alquileres temporales durante el evento. Carneiro advierte que esta situación podría tener un efecto duradero en el mercado inmobiliario local: «Sin regulación sobre los precios, existe el riesgo de que los valores sigan siendo altos después del evento, dificultando la readaptación al mercado».
El abogado Igor Marchetti, del Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (Idec), explica que los aumentos significativos en los precios durante eventos importantes son comunes debido a la alta demanda. Sin embargo, señala que existen límites legales para evitar prácticas abusivas. Según el Código de Protección al Consumidor, cobrar valores excesivos puede resultar en sanciones como multas o incluso la suspensión temporal de actividades económicas.
Los consumidores tienen derecho a presentar quejas ante organismos como Procon si consideran que los precios son excesivos. «Si Procon evalúa la situación y concluye que existe un cobro abusivo, se pueden tomar medidas más severas para garantizar el cumplimiento de la legislación», afirma Marchetti.
La incertidumbre en torno a los precios y la capacidad logística de Belém ha llevado a varios países participantes a solicitar que la COP30 sea transferida a otra ciudad. Aunque no se ha tomado una decisión definitiva al respecto, este riesgo pone en evidencia la importancia de abordar rápidamente los problemas relacionados con el alojamiento y garantizar condiciones adecuadas para los asistentes.
La COP30 representa una oportunidad única para Belém y Brasil en términos de visibilidad internacional y promoción del desarrollo sostenible. Sin embargo, los desafíos asociados con el alojamiento y los precios inflados podrían empañar el legado del evento para los residentes locales y dañar la reputación del país como anfitrión.
Es crucial que las autoridades continúen trabajando en soluciones efectivas para equilibrar la oferta y demanda de alojamiento, regular los precios y proteger a los consumidores contra prácticas abusivas. Solo así será posible garantizar el éxito del evento y minimizar su impacto negativo en la comunidad local y el mercado inmobiliario.
Belém enfrenta un momento decisivo que definirá no solo su capacidad para albergar eventos internacionales, sino también su compromiso con el bienestar económico y social de sus turistas.
