
SIMBOLO ESPIRITUAL, PATRIMONIAL Y URBANO.
Ubicada en pleno corazón del centro histórico de Cali, frente a la Plaza de Cayzedo, la Catedral Metropolitana de San Pedro Apóstol se erige como uno de los símbolos más representativos de la ciudad. Su construcción, iniciada en el siglo XVIII, responde a una combinación de estilos neoclásico y barroco, y su evolución a lo largo del tiempo refleja el pulso histórico, religioso y arquitectónico de la región. Más allá de ser un templo de culto, es también un referente cultural, espiritual y urbano. Declarada Bien de Interés Cultural Nacional en 2004, la Catedral es testimonio vivo de la fe, la perseverancia constructiva y la identidad caleña.
Una construcción con historia: de templo parroquial a catedral metropolitana.
La historia de la Catedral de San Pedro Apóstol comienza en 1772, cuando se inicia la edificación de un nuevo templo sobre las ruinas de una antigua iglesia de bahareque, afectada por los temblores y el paso del tiempo. La nueva obra, más ambiciosa y duradera, fue pensada como sede de la parroquia central de la ciudad y posteriormente elevada a catedral en 1804, con la creación de la diócesis de Cali.
Durante más de un siglo, su construcción fue progresiva y lenta, como era común en las grandes obras coloniales. La falta de recursos, los conflictos sociales y los cambios políticos retrasaron su culminación. No fue sino hasta 1841 que se completaron las principales estructuras. Su consagración final se realizó con gran solemnidad, marcando un hito en la vida espiritual de los caleños.
En 1964, tras la creación de la Arquidiócesis de Cali, el templo fue elevado a la categoría de Catedral Metropolitana, lo que reforzó su centralidad dentro de la vida eclesial del suroccidente colombiano.
Arquitectura: neoclásico y barroco en perfecta armonía.
La Catedral de San Pedro se distingue por su composición arquitectónica sobria pero imponente, que mezcla influencias neoclásicas con elementos barrocos propios del periodo colonial tardío. Su fachada, de líneas simétricas y equilibrio clásico, destaca por el uso de columnas dóricas y frontones triangulares. El remate con una torre campanario en forma de cúpula, decorada con detalles curvos y ventanas de medio punto, remite a un barroco tardío sobrio pero elegante.
En su interior, la planta basilical de tres naves separadas por columnas y bóvedas de medio cañón transmite una atmósfera de solemnidad y recogimiento. El altar mayor, ricamente ornamentado, ha sido restaurado para conservar su esplendor original. A lo largo de las naves se encuentran imágenes sagradas de gran valor devocional, como la del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Carmen.
Uno de los mayores tesoros de la Catedral es su órgano Walcker, importado desde Alemania en el siglo XIX. Este instrumento, considerado uno de los más notables del país por su sonoridad y conservación, ha acompañado durante décadas las celebraciones litúrgicas y conciertos sacros.
El campanario, visible desde varias partes del centro histórico, no solo marca el paso del tiempo, sino que también simboliza la vigilancia espiritual sobre la ciudad. Sus campanas, fundidas en bronce, han acompañado tanto las alegrías como los lutos colectivos de Cali.
Valor patrimonial y reconocimiento nacional.
En el año 2004, el Ministerio de Cultura de Colombia declaró la Catedral de San Pedro Bien de Interés Cultural del ámbito nacional, reconociendo su importancia no solo arquitectónica, sino también histórica y simbólica. Esta declaratoria ha permitido fomentar políticas de conservación, restauración y visibilización del templo como parte del patrimonio tangible de la nación.
Más allá de su valor arquitectónico, la Catedral guarda documentos, objetos litúrgicos, esculturas religiosas y obras de arte sacro que forman parte del inventario patrimonial de la Iglesia Católica en Colombia. También es sede de importantes celebraciones litúrgicas como la Semana Santa, la misa crismal y los actos solemnes del calendario arquidiocesano.
La ubicación estratégica de la Catedral, en pleno centro histórico, frente a la Plaza de Cayzedo, la convierte en punto de encuentro entre lo sagrado y lo profano, entre la historia y la vida cotidiana. Su presencia dignifica el paisaje urbano y conecta el pasado colonial con la dinámica contemporánea de la ciudad.
Significado cultural y espiritual.
La Catedral no es únicamente un edificio monumental; es también un espacio donde se encuentra la espiritualidad caleña, marcada por una religiosidad popular fervorosa, alegre y comprometida. Las misas dominicales, las bodas, los bautizos y los actos de reconciliación le otorgan una vitalidad permanente que trasciende las paredes de piedra.
Asimismo, la Catedral es escenario de manifestaciones culturales que integran el arte, la música y la historia. Conciertos de música sacra, visitas guiadas, exposiciones de arte religioso y recorridos patrimoniales contribuyen a su resignificación como espacio público y cultural. En este sentido, se convierte en un puente entre generaciones, donde los jóvenes pueden aprender a valorar el legado de sus antepasados y los mayores pueden rememorar la historia viva de su ciudad.
En momentos de crisis, la Catedral también ha servido como refugio espiritual y espacio de oración colectiva, como ocurrió durante los momentos más difíciles de la pandemia o en jornadas de reflexión por la paz del país. Este papel simbólico refuerza su condición de corazón espiritual de Cali.
La Catedral Metropolitana de San Pedro Apóstol es, sin duda, uno de los tesoros más valiosos de Santiago de Cali. Su historia centenaria, su arquitectura majestuosa, su órgano legendario y su vibrante vida litúrgica la convierten en un referente de la identidad religiosa, cultural y urbana de la región. Su conservación no solo debe ser responsabilidad de las autoridades eclesiásticas o gubernamentales, sino de toda la ciudadanía. Porque preservar la Catedral es preservar un pedazo del alma caleña, un testimonio vivo del pasado y una esperanza luminosa para el futuro..
“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. Isaías 60:1-2 RVR1960
