

El Hospital de Clínicas reporta un incremento fuerte de casos de intoxicación con monóxido de carbono: estas son las recomendaciones para evitar el riesgo.
La Unidad Académica de Toxicología del Hospital de Clínicas emitió un comunicado de alerta este jueves ante el incremento de casos de intoxicación por monóxido de carbono (CO). Según los registros oficiales, en lo que va del año ya se han reportado al menos seis fallecimientos asociados a este gas tóxico, mientras que en 2024 se contabilizaron 307 intoxicaciones, con un estimado de 20 muertes.
La doctora Melina Pan, especialista de la unidad, explicó en diálogo con El País que el monitoreo abarca «todas las consultas» a nivel nacional. Los datos muestran una tendencia ascendente que no logra estabilizarse, lo que genera preocupación entre las autoridades sanitarias. El mayor riesgo se presenta durante el invierno, cuando el uso de sistemas de calefacción aumenta en los hogares.
El monóxido de carbono es conocido como «el asesino silencioso» debido a que es un gas incoloro, inodoro y no irritante, lo que dificulta su detección sin equipos especializados. Se produce por la combustión incompleta de materiales como gas, leña, carbón o nafta, especialmente en ambientes mal ventilados.
¿Cómo actúa el monóxido de carbono en el organismo?
El monóxido de carbono (CO) ingresa al cuerpo a través de la respiración y se une a la hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno en la sangre. Esta unión forma carboxihemoglobina, que impide la correcta oxigenación de los tejidos. En altas concentraciones, puede causar daños irreversibles en órganos vitales e incluso la muerte.
Los síntomas de intoxicación varían según el nivel de exposición. En casos leves, las personas pueden experimentar dolor de cabeza, mareos, náuseas y fatiga. En exposiciones prolongadas, los efectos se agravan, produciendo confusión, pérdida del conocimiento, convulsiones y fallo cardiorrespiratorio. Muchas víctimas no perciben el peligro hasta que es demasiado tarde, ya que los síntomas pueden confundirse con los de una gripe común.
Calefactores a gas: uno de los principales riesgos
Los calefactores a gas, tanto fijos como portátiles, son una de las fuentes más comunes de intoxicación por CO cuando no funcionan correctamente. Si el equipo está en mal estado, mal instalado o se usa en un espacio sin ventilación adecuada, puede generar combustión incompleta, liberando monóxido de carbono en el ambiente.
Un escenario típico de intoxicación ocurre cuando:
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El calefactor tiene una falla técnica (conductos obstruidos, quemador defectuoso).
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La ventilación es insuficiente (habitaciones cerradas, ventanas selladas).
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El gas se acumula lentamente, especialmente durante la noche, cuando las víctimas están dormidas.
Expertos advierten que muchos hogares no cuentan con detectores de CO, lo que impide una alerta temprana. Además, el uso de hornallas de cocina, parrillas o generadores eléctricos en interiores incrementa el riesgo de intoxicación.
Medidas de prevención para evitar intoxicaciones
Para reducir el riesgo, las autoridades sanitarias recomiendan:
✅ Instalar detectores de monóxido de carbono en áreas cercanas a dormitorios y sistemas de calefacción.
✅ Mantener una ventilación adecuada, evitando el uso de calefactores en habitaciones completamente cerradas.
✅ Realizar mantenimiento anual de estufas, calderas y chimeneas con técnicos certificados.
✅ No utilizar hornallas, parrillas o generadores como fuentes de calefacción en espacios cerrados.
✅ Prestar atención a señales de alerta, como manchas de hollín, condensación excesiva en ventanas o llama amarilla (en lugar de azul) en los quemadores.
¿Qué hacer ante una sospecha de intoxicación?
Si una persona presenta síntomas como dolor de cabeza persistente, mareos o confusión en un ambiente con posibles fugas de CO, se recomienda:
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Abandonar el lugar inmediatamente y trasladarse a un espacio con aire fresco.
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Llamar a emergencias médicas para recibir atención profesional.
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No reingresar al lugar hasta que un experto verifique que los niveles de CO son seguros.
Las intoxicaciones por monóxido de carbono son 100% prevenibles, pero requieren conciencia y medidas de seguridad adecuadas. Con el invierno en curso, las autoridades insisten en la importancia de revisar los sistemas de calefacción y evitar prácticas peligrosas que pongan en riesgo la vida.
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