

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realizará una visita a la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner en el marco de su participación en la cumbre del Mercosur, programada para los días 2 y 3 de julio en Buenos Aires. La información fue confirmada por el diputado brasileño Paulo Pimenta (PT-RS) en una entrevista concedida al canal de televisión argentino C5N.
Según Pimenta, Lula aprovechará su estancia en Argentina para expresar personalmente su apoyo y solidaridad a Cristina Kirchner, quien desde el 17 de junio se encuentra cumpliendo prisión domiciliaria tras ser condenada a seis años de cárcel e inhabilitación política perpetua. “El presidente Lula viajará a Argentina en la primera semana de julio para visitar a su amiga Cristina y transmitirle su cariño y solidaridad”, afirmó el parlamentario.
La cumbre del Mercosur, que tendrá lugar en Buenos Aires bajo la presidencia pro tempore de Argentina, marcará también el traspaso de la presidencia del bloque regional a Brasil al término del evento.
Durante la entrevista, Pimenta destacó las similitudes entre la situación judicial de Cristina Kirchner y la vivida por el propio Lula da Silva en 2018, cuando fue encarcelado bajo acusaciones que posteriormente fueron anuladas. “Este es un caso injusto que busca eliminar políticamente a una figura clave del proceso popular argentino”, señaló el diputado, refiriéndose a la condena contra la exmandataria en el denominado “Caso Obras Viales”.
El parlamentario también recordó el apoyo recibido por Lula desde Argentina durante su campaña internacional “Lula Libre”, que buscaba denunciar las irregularidades en los procesos judiciales que lo llevaron a prisión. “Nosotros, los brasileños, estamos muy agradecidos con los argentinos que nos apoyaron en ese momento tan difícil”, expresó.
Pimenta enfatizó que el caso de Cristina Kirchner es un ejemplo más del fenómeno conocido como *lawfare*, una estrategia que consiste en el uso del sistema judicial con fines políticos para desacreditar y perseguir a líderes populares. “Hoy es el primer día de resistencia para Cristina. En Brasil, pocos creían que podríamos derrotar a la operación Lava Jato y al *lawfare*, pero lo hicimos. Lula estuvo detenido 580 días, pero logramos restablecer la verdad, y ahora él ha vuelto a ser presidente”, destacó.
La propia Cristina Fernández de Kirchner ha denunciado en reiteradas ocasiones ser víctima de *lawfare*. Poco antes de que la Corte Suprema argentina confirmara su condena, la exmandataria afirmó que esta práctica constituye “una nueva forma que las élites han encontrado para atacar a los gobiernos populares en América del Sur”. En sus declaraciones, mencionó casos similares ocurridos con líderes como el presidente Lula en Brasil y Rafael Correa en Ecuador.
La situación judicial de Cristina ha generado una fuerte movilización social en Argentina. Según Pimenta, la marcha realizada el 18 de junio en Buenos Aires reunió a casi un millón de personas en apoyo a la exmandataria. Este nivel de respaldo popular refleja la relevancia política y simbólica que Fernández de Kirchner mantiene dentro del escenario político argentino.
La visita de Lula da Silva a Cristina Kirchner no solo tiene un carácter personal, sino también un importante peso político. Ambos líderes representan proyectos progresistas y populares en sus respectivos países y han sido figuras clave en los procesos de integración regional en América del Sur.
La cumbre del Mercosur será una oportunidad para que Lula refuerce su compromiso con la cooperación regional y para que ambos líderes intercambien perspectivas sobre los desafíos políticos actuales. En un contexto marcado por el resurgimiento de gobiernos progresistas en la región, como los liderados por Gustavo Petro en Colombia y Gabriel Boric en Chile, las acciones conjuntas entre Brasil y Argentina podrían jugar un papel crucial en la revitalización del bloque regional.
La situación de Cristina Kirchner también pone de relieve los desafíos que enfrentan los líderes progresistas ante el uso político del sistema judicial como herramienta para debilitar sus proyectos políticos. La visita de Lula podría servir como un gesto simbólico para subrayar la importancia de la solidaridad entre los movimientos populares frente a estas estrategias.
En resumen, la presencia de Lula da Silva en Argentina durante la cumbre del Mercosur no solo busca fortalecer los lazos bilaterales entre ambos países, sino también enviar un mensaje claro sobre la necesidad de resistir las prácticas injustas que afectan a líderes políticos progresistas en toda América Latina.
