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En un momento en que Colombia clama por unidad nacional tras el atentado que mantiene en estado crítico al senador Miguel Uribe Turbay, los principales partidos de oposición decidieron marginarse de la mesa de diálogo convocada por el presidente Gustavo Petro para discutir medidas urgentes de seguridad electoral. La escena es tan simbólica como desconcertante: mientras en el Congreso permanece vacía la curul del senador herido, adornada con una vela blanca, una bandera y un cartel que reza “Te estamos esperando”, los líderes de la oposición optan por dejar vacía también la silla que les corresponde en el espacio institucional creado para proteger la vida y la democracia.
La convocatoria de la Comisión Nacional de Vigilancia y Control Electoral era clara: buscar consensos frente a la creciente amenaza de violencia política en el país, proteger el proceso electoral que se avecina y garantizar condiciones equitativas para todos los actores. Pero a pesar del clamor por garantías y transparencia, nueve partidos, incluidos conservadores, liberales, uribistas, radicales e independientes, decidieron no acudir. En lugar de dialogar, presentaron una exigencia: que sea el procurador general, Gregorio Eljach, y no el Ejecutivo, quien encabece la comisión, alegando supuesta hostilidad del Gobierno.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, respondió con firmeza institucional: “La propuesta de los partidos políticos no tiene futuro porque constitucionalmente la Comisión de Garantías la lidera el Gobierno nacional a través del Ministerio del Interior”. Sin embargo, insistió en que las puertas del diálogo siguen abiertas, incluso para quienes hoy prefieren el silencio al debate. “El presidente le ha bajado al tono, pero se comprometió a hacerlo aún más”, aseguró, en un gesto de conciliación.
#AEstaHora el Presidente @PetroGustavo lidera la reunión de la Comisión Nacional de Coordinación y Seguimiento Electoral con instituciones del Estado, congresistas y precandidatos presidenciales.
En la sesión se coordinan acciones para garantizar el desarrollo normal de los… pic.twitter.com/XWmsGB9rCO
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) June 9, 2025
Desde la Casa de Nariño, el presidente Petro se mostró dispuesto a moderar el lenguaje político y a reforzar las garantías para todos los sectores. En una reunión con los altos mandos de Defensa, la Fiscalía, la Policía, el registrador nacional Hernán Penagos y representantes de algunos partidos, el jefe de Estado reiteró que el respeto por la oposición es una condición esencial para la democracia: “Sin garantía y libertad de ideas para la oposición, no hay libertad para la sociedad”, afirmó.
El registrador Penagos también hizo un llamado a la cordura: “La idea es que todos los actores políticos, en general, y si se quiere, toda la ciudadanía, baje el tono del lenguaje. Hay que ser fuertes con las ideas, pero suaves con las personas”.
Mientras el país observa con preocupación el estado de salud del senador Uribe Turbay, que según la Fundación Santa Fe presenta una “escasa respuesta” a los tratamientos médicos, el Congreso detuvo sus actividades en señal de respeto y solidaridad. Pero la suspensión de sesiones legislativas contrasta con la suspensión voluntaria del diálogo político por parte de quienes han decidido desertar del espacio democrático que, por esencia, les pertenece.
En un clima cargado de tensiones y miedos, el ausentismo opositor no solo deslegitima la institucionalidad, sino que deja sin respuesta a un país que exige madurez política, acuerdos esenciales y una mínima ética del entendimiento. En tiempos de incertidumbre, la política no puede reducirse a trincheras ni a cálculos; se requiere grandeza. Y, hoy más que nunca, presencia.
carloscastaneda@prensamercosur.org
