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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, canceló abruptamente su viaje oficial a Niza, Francia, tras conocerse el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, uno de los principales líderes de la oposición y precandidato presidencial. La decisión fue tomada en medio de una creciente conmoción nacional y una jornada marcada por la incertidumbre política.
Fuentes del Ejecutivo confirmaron que el jefe de Estado se encuentra reevaluando toda su agenda internacional ante la gravedad de los hechos y no se descarta su presencia en la clínica donde el congresista está siendo atendido. El ataque contra Uribe Turbay, conocido por su firme postura crítica frente al gobierno, ha encendido todas las alarmas sobre el estado de la seguridad en el país, y amenaza con alterar profundamente el panorama político colombiano.
A esta hora, el mandatario se dirige a la Dirección General de la Policía Nacional, desde donde se espera que emita una alocución al país en las próximas horas. Su mensaje es aguardado con expectativa tanto en Colombia como en círculos diplomáticos internacionales. La comunidad política, tanto oficialista como opositora, ha condenado el ataque y ha exigido garantías urgentes para el ejercicio democrático.
El atentado no solo representa un golpe directo contra una figura de alto perfil político, sino que además pone a prueba la capacidad del Estado colombiano para proteger a sus líderes y preservar el clima electoral a menos de dos años de las elecciones presidenciales. En medio de la conmoción, el país entero aguarda
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