

Marchas en la ciudad de Cali
En un anuncio cargado de simbolismo político y peso institucional, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, confirmó en la noche del miércoles que el próximo 11 de junio estará en Cali, una de las ciudades más emblemáticas del país, para unirse a las movilizaciones convocadas por organizaciones sociales y sectores populares. El mandatario no solo se suma, sino que hace un llamado directo a la ciudadanía del occidente colombiano para que marche con él.
“Estaré este 11 de junio en Cali, y espero toda la movilización del occidente del país para decir que el pueblo no se rinde y le llegó la hora”, expresó el jefe de Estado, en un tono que evoca las consignas de lucha histórica de los movimientos sociales en América Latina. La frase, lejos de ser retórica, se inscribe en un momento en que el Gobierno busca respaldo popular para impulsar su agenda de reformas, muchas de las cuales han encontrado resistencia en sectores políticos tradicionales y en algunas instituciones del Estado.
La decisión de Petro de salir a las calles como presidente en ejercicio representa un gesto inusual en la política colombiana contemporánea y una apuesta audaz por estrechar la distancia entre el poder y las bases sociales que lo llevaron al poder. La confirmación se produce apenas días después de que las centrales obreras anunciaran su respaldo a la consulta popular que impulsa el Gobierno, un mecanismo con el que Petro busca legitimar su proyecto político ante el país.
El 11 de junio podría marcar un punto de inflexión. No solo por la magnitud de las movilizaciones esperadas, sino por la presencia activa del presidente en ellas. En Cali -ciudad símbolo de resistencia durante el estallido social de 2021-, el mensaje no será solo político, sino también profundamente simbólico: el primer mandatario caminando al lado de los ciudadanos, no como espectador, sino como protagonista de una narrativa que busca redefinir la relación entre el Estado y el pueblo.
Mientras los ojos del país y de la comunidad internacional se vuelcan hacia Colombia, el gesto de Petro resuena más allá de sus fronteras: un presidente que, en lugar de observar desde el balcón del poder, desciende a las calles, consciente de que en la plaza pública se escribe también el destino de una nación.
carloscastaneda@prensamercosur.org
