Reino Unido anunció un plan de defensa en respuesta a la amenaza de Rusia

Reino Unido sigue los pasos de Alemania y otros países europeos, y anunció un plan de inversión en defensa que se remonta a la Guerra Fría. Con base en la presentación del informe Revisión Estratégica de Defensa, el primer ministro Keir Starmer anunció que el país debe prepararse para la guerra en medio de la “amenaza real de Rusia”.

¿Reino Unido ve una futura guerra con Rusia?

Junto a Estados Unidos y Alemania, Reino Unido es uno de los países que más ha colaborado en la defensa de Ucrania. Se estima que desde el comienzo de la guerra, las islas británicas destinaron al menos 14.810 millones de euros, lo que representa el 0,51% del Producto Bruto Interno (PBI).

A esto se le suma la colaboración realizada a través de las distintas instituciones de la Unión Europea, que para febrero de 2025 se ubicaba en torno a los 48.950 millones de euros. De ese apoyo británico, el 68% correspondió a ayuda militar, un 26% a respaldar el sistema financiero ucraniano y el 6% restante fue destinado a misiones humanitarias.

Por otro lado, Londres fue uno de los países europeos que apoyó la idea de destinar tropas a Kiev, aunque nunca llegó a concretarse en los tres años de guerra con Rusia. Este posicionamiento provocó que Reino Unido estuviese en la mira del Kremlin y que amenazara con expandir la guerra más allá de las fronteras ucranianas.

Reino Unido impuso en mayo su mayor paquete de sanciones contra Rusia y alcanza más de 100 restricciones, entre ellas hay 46 instituciones financieras, 18 barcos de la “flota fantasma” rusa, 14 miembros de la Agencia de Diseño Social que realiza la propaganda del Kremlin, y contra el londinense John Michael Ormerod, que facilitaba los movimientos de los buques rusos en aguas internacionales.

Ante estas tensiones, el primer ministro Keir Starmer anunció un plan de defensa cuya inversión se remonta a los gastos realizados en la época de la Guerra Fría. “La agresión rusa está creciendo, y sus acciones imprudentes ya están elevando el coste de vida en nuestro país. El Reino Unido no puede ignorar la amenaza que representa Rusia”, declaró Starmer durante la presentación de la Revisión Estratégica de Defensa, un informe encargado por su Gobierno a expertos.

Más submarinos, drones y capacidades cibernéticas

La Revisión Estratégica de Defensa, que debe ser aprobada por el Parlamento, definió las metas de defensa de Reino Unido, la cual establece un gasto progresivo que pasará del 2,3% del PBI al 2,5% en 2027 y con el objetivo final de alcanzar el 3% en 2034.

Con el objetivo de poner a la OTAN primero, Keir Starmer anunció la construcción de hasta 12 submarinos de ataque de propulsión nuclear, junto con una inversión de 17.700 millones de euros en el programa nuclear. Esta iniciativa se da en el marco del acuerdo de seguridad trilateral AUKUS, firmado con Estados Unidos y Australia.

Una de las novedades es el comienzo del desarrollo de la primera arma láser para Europa que demandará un billón de euros.

Además, se crearán al menos seis fábricas de municiones y componentes explosivos en territorio británico, acompañadas de 1.760 millones de euros, y contratos para adquirir cerca de 7.000 armas de largo alcance de fabricación nacional.

Según el gobierno, la guerra en Ucrania es un ejemplo de que es necesario garantizar la producción y la capacidad de reserva, así como para mejorar la capacidad de respuesta, además de aumentar el poder de disuasión brtiánico en el marco de las crecientes tensiones globales.

El Ministerio de Defensa también destacó que el conflicto entre ucranianos y rusos evidenció la importancia de los drones, por lo que se desarrollará un nuevo centro de vehículos no tripulados y una inversión de 1.187 millones de euros para la integración digital de las fuerzas armadas. Asímismo, los ataques cibernéticos son otro aspecto importante de la guerra que libra que Kiev y Reino Unido decidió armar un Comando CyberEm a cargo de la Fuerza Cibernética Nacional (NCF).

Por último, el plan de defensa de Reino Unido incluye una serie de incentivos para aumentar el reclutamiento de cadetes en un 30% para 2030. A la inversión actual en torno a los 8.315 millones de euros, se añadirán 1.781 millones que serán destinados a solucionar los problemas habitacionales de los familiares de los soldados y facilitando un esquema “Gap Year”, un programa de entrenamiento voluntario de un año.