
Paso Carrasco, Canelones, Uruguay — En un acto de violencia extrema que ha conmocionado a la comunidad de Paso Carrasco, departamento de Canelones, un hombre de 73 años fue víctima de un violento asalto en su propia residencia. El incidente ocurrió el domingo 1 de junio de 2025, alrededor de las 17:00 horas, en la calle Joaquín Torres García, próxima al arroyo Carrasco.
Según el relato proporcionado por la víctima a las autoridades, dos individuos ingresaron a su domicilio, lo rociaron con nafta y lo amenazaron con prenderlo fuego si no entregaba el dinero que poseía. Los delincuentes sustrajeron una suma considerable: aproximadamente 2.400.000 pesos uruguayos y 20.000 dólares estadounidenses. No se observaron signos de violencia en las entradas de la vivienda, lo que sugiere que los asaltantes podrían haber tenido conocimiento previo de las vulnerabilidades de la propiedad o de los hábitos de la víctima.
Este caso se suma a una serie de delitos recientes en Uruguay donde los agresores utilizan combustible como herramienta de intimidación. En diciembre de 2024, una pareja de octogenarios en Minas fue golpeada, maniatada y rociada con combustible durante un asalto en su hogar. En noviembre del mismo año, un hombre de 55 años en Villa Argentina fue rociado con combustible y prendido fuego en su casa, resultando en quemaduras graves.
Estos incidentes reflejan una tendencia preocupante en la que los delincuentes recurren a métodos cada vez más violentos y crueles para intimidar a sus víctimas y lograr sus objetivos. La utilización de combustible como arma no solo pone en riesgo la vida de las personas directamente afectadas, sino que también genera un clima de inseguridad y temor en la sociedad en general.
Las autoridades uruguayas han intensificado los esfuerzos para combatir este tipo de delitos, implementando medidas de seguridad y fortaleciendo la presencia policial en las zonas más afectadas. Sin embargo, la recurrencia de estos casos indica la necesidad de estrategias más efectivas y una mayor colaboración entre las fuerzas de seguridad y la comunidad para prevenir y erradicar este tipo de violencia.
Alexis Martinez Diaz
Colaboración Adriana Asat
