«Desde que llegó un nuevo jefe a la fábrica, siento un rechazo para ir a trabajar cada mañana, siento que no quiero salir de casa, siento que no quiero llegar a la oficina. Cuando estoy llegando, siento que me falta la respiración, el corazón se me agita y comienzo a temblar; también siento muchas ganas de llorar”. Luisa, 38 años.
La psicología organizacional, o psicología del trabajo, es una rama de la psicología que estudia el comportamiento del individuo dentro del ámbito laboral. Se enfoca en comprender cómo los factores psicológicos, como la motivación, la personalidad, las relaciones interpersonales y, por supuesto, el estrés, impactan en el desempeño, la satisfacción laboral y el bienestar de los colaboradores. Uno de los aportes más significativos de la psicología organizacional es que ayuda a definir y fortalecer la cultura organizacional, promoviendo valores, normas, acuerdos y comportamientos que promueven la colaboración y el respeto mutuo que contribuyen a un ambiente de trabajo positivo, productivo y humanizado, implementando estrategias para aumentar la motivación y el compromiso de los empleados.
El síndrome de burnout, síndrome de desgaste profesional, síndrome de sobrecarga emocional, síndrome del quemado o síndrome de fatiga en el trabajo, se caracteriza por sensación de estar física y emocionalmente exhausto, condiciones estas que se producen a causa de un estrés laboral crónico y prolongado. Cuando en una organización existen relaciones interpersonales tensas y se producen desacuerdos frecuentes, se crea un ambiente conflictivo y estresante, que repercute directamente en la productividad, la moral del personal y, en última instancia, puede repercutir en el fracaso de la organización.
Síntomas físicos del síndrome de burnout:
- Trastornos del sueño, afectando la calidad, cantidad o duración del sueño.
- Fatiga crónica, siendo esta la sensación de que, a pesar de dormir, el agotamiento no desaparece. Esto es producto de que nuestro cerebro se mantiene en un estado de alerta, lo que dificulta el sueño reparador.
- Problemas digestivos como náuseas, diarrea o estreñimiento.
- Migrañas, dolor de espalda, tensión muscular y otros dolores corporales.
- Aumento o pérdida de peso.
Síntomas emocionales:
- Pérdida de energía y motivación.
- Sentimiento de impotencia, frustración y desesperanza.
- Irritabilidad, ansiedad, depresión y cambios de humor.
- Alejamiento de las personas y evitación de responsabilidades.
- Alteraciones en el comportamiento.
Síntomas cognitivos:
- Dificultad para enfocarse y recordar cosas.
- Falta de concentración y memoria.
- Dificultad para tomar decisiones.
- Pensamientos negativos y catastróficos.
- Procrastinación.
Beneficios de la psicología laboral:
- Mejora del clima laboral, favoreciendo también la comunicación asertiva.
- Contribuye a crear un ambiente de trabajo más positivo, colaborativo y motivador.
- Facilita la identificación y prevención de factores de estrés en el trabajo.
- Aumento de la productividad y sentido de pertenencia.
- Mejora de la retención de personal.
- Reduce la rotación del personal.
- Aumenta la satisfacción y la motivación de los empleados.
- Contribuye a que los empleados se sientan más valorados y apoyados en su trabajo.
Recomendaciones para prevenir el síndrome de burnout.
- Identificar los factores que contribuyen al estrés y el agotamiento.
- Establecer límites en cuanto a horarios y funciones de cargo.
- Comunicación asertiva y efectiva tanto con superiores como con compañeros, proveedores y clientes.
- Apenas se detecte malestar en el ámbito laboral, no dudar en pedir ayuda profesional.
- Dedicar tiempo a actividades de relajación, ejercicio físico y mantener una buena alimentación.
- Priorizar el autocuidado, promoviendo el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Es crucial identificar estos síntomas y buscar ayuda profesional si se experimentan, ya que el síndrome de burnout puede tener consecuencias graves para la salud física y mental.
¿Qué dice la Biblia sobre el agotamiento?
28 «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. Mateo 11:28-30 (Reina-Valera 1960).
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Dra. Elizabeth Rondón.
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