
«¿Y la corbata roja?» Juan Pazo miraba con una mezcla de sorpresa y vergüenza: había roto el dress code de una de las conferencias de prensa más esperadas -y preanunciadas- del gobierno de Javier Milei. No era un mero detalle estético. En la gestión libertaria, el color de la corbata está codificado. Para ese día, el rojo tenía un significado puntual. Y aunque el titular de ARCA había recibido de obsequio una corbata roja unos días antes… se la olvidó.
Durante la semana previa a las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, se había especulado mucho con la inminente presentación del Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos, una propuesta de «remonetización» de los dólares fuera del sistema -el llamado «Plan Colchón»-. El anuncio estaba previsto como broche de oro para el sprint comunicacional encabezado por el vocero y cabeza de lista de LLA, Manuel Adorni, junto al ministro de Economía, Luis Caputo.
Primero se habló del jueves 16. Pero el martes 13, una selfie de ambos funcionarios alimentó expectativas: «Se viene», decía la publicación. No fue el anuncio, pero sí una movida de alto impacto: la rebaja de impuestos a celulares importados y electrónicos, que provocó un cimbronazo en Tierra del Fuego. Para el jueves, la conferencia se reprogramó primero al mediodía, luego a la tarde, y finalmente fue postergada hasta después del domingo 18.
El motivo oficial, según Adorni, fue evitar acusaciones de uso electoralista en plena veda, una denuncia ya presente entre sus rivales. En privado, desde Economía admitían otra razón: aún no estaba listo el andamiaje legal que permitiera alinear las ideas con la normativa vigente. No por nada evitaron hablar de «blanqueo», una figura que obligaría al paso por el Congreso por tratarse de una medida con implicancias penales y fiscales.
Con el inesperado doblete del 18 de mayo -paliza al PRO y primer puesto en la general-, el Gobierno quedó en modo Toma Todo. Adorni dedicó el lunes a recordar en redes los pronósticos errados que lo daban segundo, incluso uno de Carlos Maslatón que lo ubicaba tercero, detrás de Silvia Lospennato. Pero en plena euforia, reapareció el pendiente: el anuncio económico no solo involucraría a Caputo, sino también a las otras dos cabezas clave del mecanismo: Pazo (ARCA) y Santiago Bausili (BCRA).

El Código Rojo y los otros colores: qué significan
¿Por qué una corbata roja? La consigna nació en el equipo de comunicación de Casa Rosada: ese color se reserva para anuncios importantes. Hasta entonces, solo se había utilizado una vez: al día siguiente de la victoria de Donald Trump en EE.UU., como guiño al candidato preferido por los libertarios. Aunque en la política norteamericana el rojo se asocia al Partido Republicano y el azul al Demócrata, en la gestión Milei esos colores se resignificaron.
«Siempre los colores tienen que ver con los anuncios», confirmó una fuente cercana al primer anillo presidencial. En función del tenor del mensaje, Caputo, Adorni, Pazo y Bausili acordaron usar corbatas rojas. El único problema: Pazo no tenía una. Adorni le envió una de regalo… pero el día señalado, se la olvidó. Hubo que salir de urgencia a conseguir una alternativa a último momento.
En el manual libertario también hay código azul: se reserva para cuando se quiere transmitir liderazgo y firmeza, más que carga política. El azul, en psicología, se asocia a calma, serenidad y autoridad, atributos buscados cuando la medida necesita respaldo más que épica.
El micrófono libertario y quién se lo queda en 2026
¿Qué pasará con el código cromático a partir del 10 de diciembre, cuando se renueve la Legislatura? Nadie lo sabe. En una entrevista reciente, Adorni ratificó su intención de asumir su banca en la Legislatura porteña. Allí mismo deslizó el nombre de su posible sucesor: Javier Lanari, su número dos, quien conoce como nadie los resortes internos del área. Incluso lanza sus propias estocadas en Twitter.
Éramos una cueva soviética en el que se debía informar a los jerarcas del régimen cada paso dado. Por si no quedó claro: Argentina va a ser el país más libre del mundo. Les guste o no… pic.twitter.com/nUqgNhH6hA
— Javier Lanari (@javierlanari) May 22, 2025
Durante el verano, el equipo de comunicación se instaló en el segundo piso del ala oeste de la Casa Rosada, en una referencia nada sutil a The West Wing, la serie de Aaron Sorkin sobre el día a día del presidente Jed Bartlet y su equipo de crisis. El ciclo inspiró a más de un funcionario en la Rosada.
La excusa perfecta para la mudanza interna fue la de concentrar a todo el equipo de Comunicación en una misma parte del Palacio para mejorar la dinámica de trabajo. Antes relocalizaron al área de Asuntos Estratégicos que responde a Jefatura de Gabinete pero tiene buen vínculo con Santiago Caputo fuera de la Rosada, en las oficinas de Diagonal Norte. Lo cierto es que es tal la simbiosis Adorni-Lanari que incluso hay una escalera interna que conecta ambos despachos sin pasar por los pasillos del Palacio.
Como suele pasar, no faltan postulados -ni autopostulados- para quedarse con el micrófono libertario. Incluso se menciona que estratega podría mover una ficha propia. Suenan nombres de todos los perfiles: desde el influencer «Gordo Dan» (Daniel Parisini) hasta el diputado bonaerense Agustín Romo, arquitecto del relato libertario en redes. Todos bajo el paraguas de Las Fuerzas del Cielo.
Desde Casa Rosada relativizan la existencia de una interna dentro del Triángulo de Hierro por la vocería. Aseguran que la línea la marca Caputo y que todo se coordina con el equipo oficial. Aunque Adorni responde a Karina Milei, no hay cortocircuitos con «el Mago» ni con sus laderos. De hecho, en ambos vértices reconocen el trabajo del actual vocero.
Quedan dudas, incluso dentro del oficialismo, sobre qué hará Adorni tras el 10 de diciembre. Karina Milei preferiría retenerlo cerca. Y ni ella ni él querían competir en la elección local, hasta que las encuestas y la nacionalización de la campaña los forzaron. Al final, fue un pleno, eso nadie lo discute con el diario del lines. Pero eso no significa que Adorni quiera ser el candidato a jefe de Gobierno en 2027. Ni siquiera está claro que quiera quedarse con una banca desde diciembre. Aunque la asuma, podría seguir como vocero sin el cargo formal. ¿Es eso compatible?
«Falta mucho para diciembre», advierte un hombre del espacio. «Y cuando llegue el momento, es probable que la gente ni recuerde qué votó en mayo. El costo político es cero. Es mi opinión, claro».
Del «Gordo Dan», por caso, también se dijo que podría ser un buen candidato para la provincia aunque fue su amigo Romo quien esta semana lo descartó. «Me encantaría que ‘El Gordo Dan’ sea diputado, senador, concejal o lo que sea -admitió Romo en un streaming de Cenital- Si se lo pide el Uno, obviamente va a decir que sí. Pero si es por él, ni en pedo, no quiere. Está muy cómodo con ser ‘El Gordo Dan'».

Acuerdo LLA-PRO y un armado en dos tiempos
Mientras tanto, en la Provincia se cocina un acuerdo que podría volver a reunir al PRO con La Libertad Avanza tras el batacazo porteño. En la AmCham Summit 2025, hubo señales claras: en el escenario, Cristian Ritondo -clave en las negociaciones- anticipó que no promoverán migraciones masivas sino un frente compartido. El PRO debate hoy si acordar o enfrentar una tercera derrota que podría ser terminal.
Como explicó El Cronista, las negociaciones avanzan en dos planos. Pero deben resolverse en simultáneo: el calendario fija el cierre de alianzas para antes de las elecciones bonaerenses, así que no hay margen para esperar resultados. El consenso: LLA no cederá su marca ni colores en octubre. Es una definición compartida por el Triángulo de Hierro. Resta ver si el PRO lo acepta.
A nivel provincial, el enfoque es más pragmático. Se habla de cerrar «los mejores acuerdos posibles» por sección electoral. Podría implicar sumar aliados más allá del PRO -¿parte del radicalismo?- o ceder cabezas de lista a quienes mejor midan. Un caso: Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata, con buena performance en la Quinta Sección.
El reencuentro entre libertarios y el PRO fue tema obligado en los pasillos del Centro de Convenciones, donde también se armó un «summit paralelo». Esta vez hubo siete stands con medios -entre ellos El Cronista- y un desfile constante de figuras. Con ironía, alguien notó a Julio Cobos rondando los micrófonos sin atraer a ningún productor.

El cierre fue del propio Presidente. Su discurso fue más breve de lo previsto -lo estimaban de una hora- y su presencia apenas se confirmó un día antes y bajo ciertas condiciones estrictas; luces tenues, pantalla de fondo lisa, prensa en un corralito alejado y catering personalizado que debía incluir café, jugo de naranja, sándwiches de miga y un surtido de alfajores Havanna.
Cuando terminó, un grito interrumpió la calma: desde la tercera fila, Esmeralda Mitre se incorporó de un salto y llamó al Presidente por su nombre de pila. El sorpresivo grito descolocó a más de uno de sus vecinos de butaca, más aún cuando la vieron salir disparada para interceptar al mandatario. Si logró alcanzarlo, entre la custodia férrea que lo rodeaba, quedó sin confirmar. «Fue un montón», murmuró un absorto testigo de la escena frente a sus ojos.
Fuente de esta noticia: https://www.cronista.com/economia-politica/la-trastienda-del-poder-el-codigo-corbata-roja-el-blooper-que-no-se-vio-y-el-sabroso-pedido-de-milei/
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