

Imagen Ministerio de Agricultura de Colombia
Colombia no solo cultiva una fruta exótica de sabor inconfundible, también cosecha desarrollo, inclusión y prestigio internacional. La uchuva -pequeña, dorada y envuelta en su delicado farol natural-se ha convertido en uno de los mayores orgullos del agro colombiano, posicionando al país como el líder mundial en su producción y exportación.
Con cerca de 36 empresas exportadoras y una base productiva que se consolida en departamentos como Cundinamarca, Boyacá, Antioquia y Nariño, Colombia ha construido un modelo que va más allá de las cifras: es una historia de transformación rural, oportunidades para miles de familias campesinas y un posicionamiento estratégico en los mercados más exigentes del planeta.
Según cifras consolidadas en los últimos años, el país alcanzó un récord en exportaciones de uchuva en 2021, con un aumento del 16 % en valor frente a 2020 -pasando de 32,6 a 37,8 millones de dólares- y un crecimiento del 7 % en volumen exportado, alcanzando las 7.872 toneladas. Pero 2025 marca un nuevo momento épico : Colombia no solo mantiene el liderazgo mundial en esta fruta, sino que se proyecta como referente en sostenibilidad y valor agregado en toda la cadena hortofrutícola.
“La uchuva colombiana es más que una fruta: es un símbolo de lo que puede lograr nuestro campo cuando se combina el esfuerzo colectivo con políticas públicas acertadas y una visión exportadora basada en calidad e innovación”, afirmó la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, quien lidera la nueva agenda agroindustrial del país.
Actualmente, la uchuva colombiana se exporta a más de una decena de mercados estratégicos que incluyen Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Brasil, Chile y Rusia. Tan solo en el mercado estadounidense, las exportaciones aumentaron más de un 24 % entre 2020 y 2021, y la proyección para 2025 es mantener un crecimiento sostenido gracias al cumplimiento riguroso de estándares fitosanitarios.
Ese cumplimiento no es menor. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) sigue desempeñando un papel clave al garantizar que los predios productores estén libres de plagas como la mosca de la fruta, de acuerdo con la Resolución 8461 de 2019. A través de inspecciones periódicas, vigilancia técnica y un plan de trabajo conjunto con Estados Unidos, el ICA mantiene en funcionamiento un riguroso protocolo de monitoreo, especialmente en zonas como Boyacá y Cundinamarca, donde se concentran los cultivos para exportación.
Sin embargo, los logros del sector no se limitan al plano económico. La uchuva ha tenido un profundo impacto social, pues cerca del 45 % de los costos de producción están ligados a la mano de obra, en su mayoría mujeres cabeza de hogar. Ellas son parte fundamental de una cadena que impulsa la economía rural, dignifica el trabajo agrícola y fortalece la cohesión social en comunidades antes golpeadas por la pobreza o la violencia.
Además, alrededor del 40 % de la uchuva fresca que no se exporta se transforma en productos como fruta deshidratada, mermeladas o almíbares, lo que permite dinamizar los mercados nacionales y ampliar la inclusión de más familias en labores de procesamiento y comercialización.
Esta historia de éxito no sería posible sin la articulación entre actores públicos y privados: desde ProColombia y Asohofrucol, hasta las universidades, sociedades portuarias, Analdex, Agrosavia y las propias embajadas que han hecho de la uchuva una embajadora natural del campo colombiano.
Colombia ha demostrado que es posible transformar un cultivo ancestral en una historia de impacto global. Desde las montañas andinas hasta los anaqueles de supermercados en Dubái, Toronto o Londres, la uchuva colombiana viaja como una promesa cumplida: la de un país que cree en su campo, que trabaja en equipo y que sigue escribiendo su nombre con sabor propio en el mapa agroalimentario del mundo.
En cada uchuva viaja más que una fruta: viaja la dignidad, el futuro y la fuerza silenciosa de un país que florece desde la raíz.
carloscastaneda@prensamercosur.org
