¿Qué es Morrocanoil, la empresa israelí que patrocina Eurovisión?

Moroccanoil es una empresa de cosméticos de origen israelí que patrocina desde 2020 el festival de Eurovisión. Esa continuidad ha motivado críticas por doble rasero a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) con Rusia e Israel. La promotora y productora del concurso televisivo vetó a Rusia a raíz de la invasión a Ucrania en 2022, pero no a Israel por sus ataques sobre la Franja de Gaza desde finales de 2023.

Moroccanoil: aceite marroquí, matriz en Israel

Moroccanoil fue fundada en 2007 a raíz de un viaje de sus fundadores, la pareja Carmen y Olef Tal, a Israel el año anterior. Sorprendida por los resultados de un tratamiento capilar con aceite de argán, Carmen, chilena emigrada a Canadá hace tres décadas, comenzó a distribuir por Norteamérica este producto natural procedente de Marruecos. Tal fue el éxito, que decidieron crear la empresa Moroccan Oil Israel Ltd.

Ese mismo año, Moroccanoil construyó su primera fábrica al norte de Jerusalén para producir su propio tratamiento capilar con aceite de argán. Hoy en día este producto sigue siendo el principal artículo de la empresa. Sin embargo, Moroccanoil ha aumentado y diversificado su mercado con nuevas líneas de perfumes y cremas, hasta llegar a más de ochenta países. Además, su sede central está en Nueva York, y cuenta con filiales en Canadá, Alemania, Brasil, Japón o el Reino Unido.

A pesar de desconocerse la cifra que Moroccanoil destina a patrocinar Eurovisión, su protagonismo en las alfombras rojas, en los vídeos de las actuaciones o en las redes sociales del concurso televisivo evidencian que se trata de un presupuesto elevado. Esta relevancia financiera de la empresa hace pensar a los fans del concurso que por ello Israel sigue participando pese a sus crímenes en territorio palestino.

Eurovisión: ¿un festival apolítico?

El origen de Eurovisión se remonta a 1956 y fue fruto de un desafío: la retransmisión transnacional en directo por primera vez en la historia. Europa aún sufría las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, y el comienzo del festival sirvió entonces para fomentar una cultura e identidad común y dar una imagen de unión en el continente. El objetivo era promover valores como la paz, la tolerancia y la prosperidad.

Sin embargo, y aunque la UER reitera que Eurovisión es un concurso apolítico, este festival tiene mucha influencia geopolítica. Algunos ejemplos son los rechazos a la entrada de España y Portugal en tiempos de dictadura, las tensiones entre Grecia y Turquía o la incorporación de Israel. Más recientemente, la letra original de la canción israelí October Rain (‘lluvia de octubre’) de 2024 hacía referencia a los ataques de Hamás del año anterior y se han prohibido banderas palestinas. También ha habido protestas de artistas como el beso entre dos mujeres en la edición de 2013 para denunciar la ilegalidad del matrimonio homosexual en Finlandia.

Además de estos gestos, la UER prohibió la participación de Rusia en el concurso musical tras el comienzo de la invasión de Ucrania en 2022. Sin embargo, no hizo lo propio con Israel tras la respuesta masiva en Gaza a los atentados de Hamás. La UER aseguró que eran situaciones diferentes y reiteró el aspecto apolítico del concurso musical. Así, Israel participó en la edición de 2024 y lo hará de nuevo en 2025.

De hecho, esta decisión abrió el debate de un posible boicot a la edición celebrada en Malmö, Suecia, el año pasado. Así, 1.400 artistas finlandeses pidieron el veto de Israel y, en España, el partido Podemos pidió no seguir el concurso como muestra de solidaridad con el pueblo palestino. Más recientemente, un conjunto de más de setenta artistas del continente relacionados con Eurovisión han firmado una petición para acabar con la participación israelí del concurso a través del veto a KAN, la televisión pública de Israel.