

Un estudio de la Universidad de la República proyecta que aumentar impuestos a cigarrillos reduciría 19% el consumo y subiría recaudación 24% para 2028, evitando 49.000 fumadores.
Un estudio de investigadoras de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República proyecta que aumentar un 60% el Imesi a los cigarrillos entre 2025 y 2028 reduciría el consumo en 19%. Esto evitaría 49.000 fumadores para 2028 y elevaría la recaudación en 24%, según recomendaciones de la OMS.
La investigación analizó datos mensuales desde 1997 hasta 2022, reconstruyendo series históricas para evaluar la elasticidad precio de la demanda. Las políticas antitabaco uruguayas, impulsadas desde 2010, han sido clave en la disminución sostenida de consumidores, aunque persisten desafíos metodológicos para aislar efectos específicos.
Patricia Triunfo y Zuleika Ferre iniciaron esta línea de investigación hace 15 años. “Evaluar políticas públicas es un desafío por cómo se implementan, a veces en capas simultáneas”, señaló Triunfo. Su trabajo incluyó colaboraciones con Jeffrey Harris del MIT y financiamiento de la Fundación Bloomberg, enfocada en reducir el tabaquismo globalmente.
En 2012, publicaron en The Lancet un análisis comparando Uruguay con Argentina, país que no adoptó políticas antitabaco integrales hasta 2011. El estudio confirmó que las medidas uruguayas redujeron el consumo de forma “sustancial y sin precedentes”, según el artículo.
Cifras clave del tabaquismo en Uruguay:
15% de muertes adultas atribuibles al tabaco.
16,7% del gasto en salud destinado a enfermedades relacionadas.
50% de consumidores mueren prematuramente, según la OMS.
24% de aumento recaudatorio proyectado con el ajuste impositivo.
El tabaco mata a 8 millones de personas por año en el mundo
“El gran drama es demostrar causalidad entre políticas y reducción de fumadores”, afirmó Triunfo. Para este estudio, utilizaron datos agregados de ventas legales de cigarrillos, combinados con variables como precios, ingresos y regulaciones. La elasticidad precio estimada (-0,47) indica que aumentos impositivos impactan significativamente en la demanda.
Zuleika Ferre destacó la dificultad de acceder a información detallada: “Reconstruir series temporales mensuales fue clave”. Actualmente, trabajan en otro análisis con datos del INE sobre gastos de hogares, que permitirá evaluar diferencias socioeconómicas en el consumo.
Según la OMS, el tabaco causa 8 millones de muertes anuales globalmente. En Uruguay, 15% de las muertes adultas son atribuibles al tabaquismo, con un costo del 16,7% del gasto total en salud. Aumentar impuestos alineados al 75% del precio de venta, como sugiere el estudio, optimizaría resultados sanitarios y fiscales.
“La baja en consumo no reduciría recaudación”, aclaró Ferre. Esto responde a preocupaciones sobre equilibrios fiscales, priorizando salud sin afectar ingresos estatales. Uruguay, pionero en políticas antitabaco, mantendría su liderazgo con esta medida.
Aunque se promueven “energías verdes” o “producción sostenible”, decisiones contradictorias persisten, como proyectos que afectan cuencas hidrográficas. Triunfo señaló que, pese a retórica sobre ciencia, la inversión en investigación “sigue estancada”, limitando capacidad para generar evidencia aplicable a políticas públicas.
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