

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado 2025 como el Año Internacional de la Ciencia y Tecnología Cuántica, en reconocimiento a los notables descubrimientos realizados en este campo. La teoría cuántica, que celebra su centenario, ha revolucionado múltiples disciplinas, especialmente la computación, al introducir principios que desafían las nociones clásicas de la física.
El origen de la teoría cuántica se remonta al siglo XX, con el físico Max Planck como uno de sus pioneros. Sin embargo, fue en 1925 cuando el físico alemán Werner Heisenberg consolidó este campo de estudio. Desde entonces, la teoría cuántica ha evolucionado para convertirse en una base esencial para el desarrollo tecnológico contemporáneo.
A pesar de su relevancia científica, el término «cuántico» ha sido malinterpretado y distorsionado en las redes sociales por influenciadores que promueven conceptos como «terapia cuántica» o «coaching cuántico». Según expertos consultados, estas interpretaciones carecen de fundamento científico y no tienen relación con los avances reales en ciencia y tecnología.
Nathan Lima, profesor del Instituto de Física de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), destaca que la teoría cuántica se basa en predicciones experimentales y testables, alejándose del misticismo. A través de su perfil en Instagram, Lima busca desmitificar la mecánica cuántica, explicando de manera accesible cómo las partículas subatómicas se comportan de forma diferente a lo que dicta la física clásica.
La teoría cuántica introduce conceptos fundamentales como la superposición, el entrelazamiento y la interferencia. Estos principios han permitido avances significativos que ya forman parte de nuestra vida cotidiana, aunque a menudo pasen desapercibidos. Tecnologías como la resonancia magnética y los semiconductores en chips de computadoras y teléfonos móviles son ejemplos de aplicaciones prácticas de la teoría cuántica.
Lima explica que estas tecnologías son posibles gracias a la comprensión de la estructura de la materia y la radiación que proporciona la teoría cuántica. En los próximos años, se espera un avance significativo en la computación cuántica, lo que podría plantear desafíos para los gobiernos debido a su capacidad para quebrar sistemas de seguridad.
La computación cuántica se diferencia de la clásica al utilizar qubits en lugar de bits. Los qubits operan bajo las leyes de la mecánica cuántica, ofreciendo un sistema probabilístico en lugar de determinístico. Ana Paula Appel, embajadora de IBM para computación cuántica, señala que esta tecnología no está destinada al usuario final por ahora, pero podría ser adoptada por industrias como la bancaria o farmacéutica.
Actualmente, IBM cuenta con computadoras cuánticas en varios países y colabora con más de 250 empresas para explorar aplicaciones futuras. Google también ha anunciado avances significativos con su nuevo chip «Willow», capaz de resolver problemas complejos en tiempos récord.
A pesar del entusiasmo por estas innovaciones, Ana Paula Appel advierte sobre los desafíos que enfrenta la investigación cuántica, como mitigar errores y encontrar aplicaciones prácticas. Un área prometedora es la logística, donde la computación cuántica podría optimizar rutas y combinaciones.
En resumen, la teoría cuántica no solo ha transformado nuestra comprensión del universo subatómico, sino que también está impulsando una nueva era de innovación tecnológica. A medida que celebramos su centenario, es crucial continuar investigando y desarrollando aplicaciones que beneficien a la sociedad.
