

Las stablecoins (‘monedas estables’ en inglés) son un tipo de criptomoneda vinculada a otro activo que le permite mantener su valor estable en el tiempo. Como el resto de criptomonedas, son emitidas por empresas privadas y distribuidas mediante la tecnología blockchain, y además solucionan su principal problema: la volatilidad. Pese a ello, hay defensores de la descentralización propia de las criptomonedas que están en contra de las stablecoins, ya que según el tipo de activo al que estén vinculadas mantienen cierta dependencia de los bancos centrales. La primera stablecoin fue BitUS, emitida por primera vez en 2014, y la principal hoy en día Tether (USTC), con un 70% de cuota de mercado, seguida de USDC y Dai.
Vinculadas al dólar, oro u otras criptos
Para mantener un valor estable, las stablecoins están vinculadas a otros activos, ya sea una moneda fiduciaria, materias primas, otras criptomonedas o un algoritmo. Aquellas stablecoins respaldadas por monedas como el euro o el dólar están vinculadas, normalmente, con una relación uno a uno con la criptomoneda. Es decir, que por cada stablecoin que se emite se mantiene el mismo valor en la moneda de referencia, logrando así un respaldo que logra solucionar la volatilidad. Tether, de la compañía Tether Limited, y USDC, de Circle Internet Group, son stablecoins de este tipo y ambas están vinculadas al dólar.
Otro tipo de stablecoins son las respaldadas por activos físicos como el oro o el platino, los cuales suelen mantener un valor estable. Al vincularse con las criptomonedas, les traspasa dicha estabilidad. Stablecoins como Tether Gold o PaAX Gold están vinculadas al oro, por lo que el valor de estas monedas está respaldado por una cantidad de oro almacenada que representa el mismo valor. Así, este activo protege a este tipo de monedas durante una inflación o un periodo en el cual la moneda se deprecia.
Las stablecoins también pueden estar vinculadas a otras criptomonedas. Sin embargo, al ser estas inestables, no solucionan el problema de volatilidad. Por ello, la relación que suele darse entre ellas es de dos a uno, es decir, por cada stablecoin emitida se mantienen en reserva dos activos de la criptomoneda de referencia. El ejemplo más popular entre este tipo de monedas es Dai, vinculada a Ethereum.
Además de las stablecoins respaldadas por activos tangibles, hay otras que se vinculan a activos intangibles, como los algoritmos. En estos casos, los algoritmos se encargan de que el valor de la criptomoneda apenas fluctúe, dotándola de estabilidad propia de las stablecoins. Estos algoritmos funcionan siguiendo las bases de la oferta y la demanda para estabilizar el precio. De tal forma que si aumenta el número de personas interesadas en comprar la criptomoneda, el algoritmo aumentará la emisión de las mismas para mantener un precio estable. Un ejemplo de estas stablecoins es Ampleforth.
Las ‘stablecoins’, cada vez más presentes
Las stablecoins suponen una forma más accesible de iniciarse en este sector para aquellas personas con mayor aversión al riesgo. Además de la estabilidad, presentan otras ventajas. Su principal uso y ventaja son las transacciones internacionales. Mediante los métodos tradicionales, los flujos de dinero pasan por diferentes intermediarios que aplican comisiones y costes adicionales a la transacción, lo que aumenta el precio y el tiempo en el que se realiza la operación. En cambio, las transacciones con stablecoins son instantáneas y cuestan menos al tener comisiones muy bajas o prácticamente nulas.
Las criptomonedas ya son parte de la economía mundial. En 2024 se alcanzaron los 562 millones de usuarios, casi un 7% de la población global. Entre ellos, el 34% tienen entre veinticuatro y 35 años. En cuanto a las stablecoins, Estados Unidos presenta el mercado más grande del mundo y Turquía es el país en el que más transacciones se realizan con estas criptomonedas respecto al tamaño de su economía. Sin embargo, es Etiopía el país cuyo uso de las stablecoins está aumentando a un mayor ritmo.
Asimismo, el auge de las criptomonedas en el sector financiero ha llevado a cada vez más países a debatir y establecer regulaciones sobre su uso. La Unión Europea, por ejemplo, aplicará a partir de julio de 2026 su Reglamento sobre los Mercados de Criptoactivos, mediante el cual regulará la emisión y prestación de todo este tipo de activos, incluidas las stablecoins.
Publicado por: Nerea Seijas
Fuente de esta noticia: https://elordenmundial.com/que-son-stablecoins/
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