
La Matanza, Buenos Aires, Argentina – Una estudiante de 14 años del colegio privado Santa Doménica de la localidad de Gregorio de Laferrere atacó con una navaja a una compañera de la misma edad, provocándole heridas en el cuero cabelludo y en el dedo índice de una mano. La víctima fue trasladada al Hospital «Simplemente Evita», donde recibió atención médica y se encuentra estable y consciente.
Según testimonios de otros estudiantes, el altercado se originó cuando la agresora interpretó que la víctima y otra compañera se estaban burlando de ella. En respuesta, la atacante propinó golpes y cortes a la víctima, dejando rastros de sangre en las instalaciones del colegio.
Las autoridades policiales intervinieron rápidamente, trasladando a la agresora y a su madre a la comisaría local. Sin embargo, debido a que la atacante es menor de 16 años, es considerada inimputable según la legislación argentina vigente.
Un patrón preocupante de violencia en las escuelas argentinas
Este incidente no es un caso aislado en el panorama educativo argentino. En los últimos años, se han registrado múltiples episodios de violencia escolar que han encendido las alarmas sobre la seguridad en las instituciones educativas del país.
Por ejemplo, en noviembre de 2019, una joven de 18 años ingresó a la Escuela N°54 Islas Malvinas en Lanús y apuñaló a una alumna de 16 años en un acto de venganza. Tras el ataque, la agresora se jactó de su acción en las redes sociales, lo que generó una fuerte reacción pública y llevó a su detención.
Asimismo, en febrero de 2019, un alumno de 14 años apuñaló a la vicedirectora de su escuela en La Banda, Santiago del Estero, durante un episodio de violencia que incluyó la detonación de un petardo en el hall del establecimiento.
Análisis: la urgencia de abordar la violencia escolar en Argentina
Estos sucesos evidencian una preocupante tendencia de violencia en el ámbito escolar argentino. Factores como el bullying, la falta de contención emocional y la ausencia de protocolos efectivos de prevención contribuyen a la escalada de estos conflictos.
Es imperativo que las autoridades educativas implementen políticas integrales que aborden la prevención de la violencia, promoviendo entornos escolares seguros y fomentando la educación emocional desde edades tempranas. La capacitación docente en la identificación y manejo de conflictos, así como la participación activa de las familias, son esenciales para mitigar esta problemática.
Además, es crucial revisar y reforzar las medidas de seguridad en las instituciones educativas, garantizando que existan controles efectivos para prevenir el ingreso de armas y otros objetos peligrosos.
La violencia escolar no solo afecta la integridad física y emocional de los estudiantes involucrados, sino que también impacta negativamente en la comunidad educativa en su conjunto. Abordar esta problemática con seriedad y compromiso es fundamental para garantizar el derecho a una educación segura y de calidad para todos los jóvenes argentinos.
Alexis Martinez Diaz
Colaboración Adriana Asat
