
Bolivia – En un partido marcado por la estrategia, la resistencia física y un manejo del tiempo que se convirtió en un recurso clave, la selección de Uruguay logró un valioso empate sin goles en su visita a Bolivia en La Paz. Con este resultado, la Celeste sumó un punto que le permite seguir afianzándose en la clasificación rumbo al Mundial, en un escenario históricamente complicado para cualquier visitante.
Desde el primer minuto, el equipo dirigido por Marcelo Bielsa dejó en claro su plan de juego: bajar el ritmo del partido, controlar la posesión y desgastar al rival. Rodrigo Bentancur se convirtió en el eje del equipo, manejando los tiempos en la zona media y sirviendo de nexo entre la defensa y el ataque. Bolivia, por su parte, optó por un planteo más conservador, cediendo la iniciativa a los uruguayos en la primera mitad.
Primer tiempo: control charrúa y primeros avisos locales
Durante los primeros minutos, Uruguay mostró seguridad en la circulación de balón, con un Bentancur ordenado y un despliegue táctico que le permitió neutralizar a Bolivia. Sin embargo, las primeras advertencias llegaron por parte del equipo local. Miguel Ángel Terceros y Ramiro Vaca intentaron sorprender con remates de media distancia, mostrando que cualquier descuido celeste podía pagarse caro.
El aviso más claro llegó a los 19 minutos, cuando un córner desde la derecha terminó con un cabezazo de Héctor Cuellar que pasó apenas desviado. Mientras tanto, Uruguay intentaba generar peligro a través de las subidas de Mathías Olivera y la movilidad de Rodrigo Aguirre, aunque sin lograr profundidad. Viñas y Cristian Olivera estuvieron desconectados del circuito ofensivo, dejando a Aguirre como única referencia en ataque.
Con la complicidad del árbitro, el equipo visitante utilizó cada interrupción del juego para ganar tiempo y respirar en la altitud paceña. Una escena simbólica ocurrió a los 31 minutos, cuando Sergio Rochet se desplomó en el área solicitando asistencia médica, deteniendo el partido por varios minutos. A medida que se acercaba el descanso, Bolivia crecía en intensidad, pero Rochet mantuvo el cero con una tapada clave tras un remate de Vaca.
Segunda mitad: ajustes, sufrimiento y un punto de oro
Para la segunda parte, Bielsa movió el banco de suplentes en busca de mayor presencia ofensiva. Los ingresos de Federico Valverde, Facundo Pellistri y Darwin Núñez renovaron la energía del equipo, aunque Bolivia salió con una actitud más agresiva, presionando alto y generando espacios en el fondo uruguayo.
Terceros siguió siendo el hombre más peligroso de Bolivia, generando una falta al borde del área que derivó en otra gran intervención de Rochet ante un tiro de Vaca. La Celeste, por su parte, intentaba responder con transiciones rápidas, pero sin efectividad en los metros finales.
Con el desgaste físico acumulado, la estrategia uruguaya pasó a ser netamente defensiva. Nahitan Nández ingresó para reforzar la marca en el mediocampo y Piquerez reemplazó a un exhausto Mathías Olivera. Mientras tanto, Bolivia tuvo las dos ocasiones más claras del partido: primero con un potente disparo de Algañaraz que reventó el palo y luego con un intento de Villamil que pasó rozando el arco.
Los minutos finales fueron de resistencia pura para los visitantes. Uruguay se agrupó en su propio campo, con una dupla de zagueros segura y Rochet como última barrera para sostener el empate. A pesar de algunos intentos finales de Bolivia, incluyendo una nueva atajada del arquero celeste ante Terceros, el marcador no se movió.
El empate sin goles deja sensaciones contrastantes. Para Uruguay, es un punto valioso logrado en una de las plazas más difíciles de la eliminatoria, mostrando una gran capacidad de sufrimiento y adaptación al contexto. Para Bolivia, la igualdad significa una oportunidad desperdiciada de sumar de a tres en casa, en un partido donde tuvo las chances más claras.
Con este resultado, Uruguay alcanza los 21 puntos y sigue bien posicionado en la tabla de clasificación. La Celeste ahora deberá enfocarse en sus próximos compromisos, con la confianza de haber resistido en la altura y sumado un punto que puede ser crucial en su camino hacia el Mundial.
Alexis Martinez Diaz
Colaboración Adriana Asat
