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El presidente Gustavo Petro desató una oleada de críticas contra los alcaldes y gobernadores que se negaron a sumarse al día cívico decretado para respaldar las manifestaciones en favor de su reforma laboral. A través de su cuenta en X, el mandatario lanzó fuertes calificativos contra quienes no acogieron su convocatoria, en una jornada que ha polarizado al país.
Las protestas fueron organizadas por el Comando Nacional Unitario, conformado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación General del Trabajo (CGT), con el respaldo del Pacto Histórico, el partido de Gobierno, sindicatos de maestros y organizaciones indígenas. En una medida sin precedentes, Petro declaró día cívico para que los ciudadanos pudieran asistir a las movilizaciones, lo que generó el rechazo de la mayoría de mandatarios regionales, quienes aseguraron que la jornada constituía una presión indebida sobre el Congreso.
«Este martes, la Alcaldía de Bogotá garantizará la prestación de todos sus servicios y no se sumará al día cívico. Los 710.000 estudiantes de colegios públicos de la ciudad tendrán clase presencial y alimentación escolar», declaró el alcalde Carlos Fernando Galán. Posturas similares adoptaron los alcaldes de Medellín, Cali y Bucaramanga, así como los gobernadores de Antioquia, Valle del Cauca y Santander, entre otros.
La respuesta de Petro
Ante la negativa de los mandatarios regionales, Petro arremetió en redes sociales con duros calificativos. «Alcaldes de la miseria, el dinero y la muerte», escribió, en referencia a quienes no se sumaron a la jornada. En otro mensaje, agregó: «Alcaldes del dinero queriendo amenazar al pueblo. Ningún maestro irá a su clase porque saben que la mejor lección que se le debe dar a un niño es la de la dignidad, que no tienen los alcaldes porque sirven al dinero y no a su pueblo».
Los empresarios también fueron blanco de sus críticas. «Les duele a los poderosos de Colombia que el obrero y la que madruga a servirles el tinto en la mañana tenga un mejor salario, una media hora más para abrazar a sus hijos. Les duele que haya más felicidad en el hogar colombiano», afirmó el presidente.
Petro anunció además que él mismo liderará las manifestaciones, a las que describió como el inicio de una «consulta popular» sobre sus reformas laboral y de salud, actualmente en discusión en el Congreso.


División en el país
Mientras que sectores afines al Gobierno respaldan la jornada como una defensa de los cambios estructurales que promueve Petro, la oposición la califica como una estrategia para presionar al Congreso y a otras instituciones. Seis organizaciones indígenas anunciaron su participación en las protestas tras arribar a Bogotá desde el Cauca, expresando su «apoyo a la movilización convocada en el país para defender las reformas estructurales que exige la población colombiana».
En contraste, figuras opositoras como el exvicepresidente Germán Vargas Lleras cuestionaron la medida, a la que calificó como «convocatoria forzada». «El ultimátum siempre termina en la convocatoria al pueblo a salir a las calles. Nadie les teme a estos anuncios fallidos, salvo por la presión sobre empleados públicos y hasta menores de edad sacados a la fuerza de los colegios», sentenció.
La confrontación entre el Ejecutivo y los mandatarios regionales sigue escalando, mientras el país se polariza cada vez más en torno a las reformas de Petro y su estrategia de movilización popular.
carloscastaneda@prensamercosur.org
