Partidarios de Calin Georgescu protestan ante rechazo a su candidatura

Los manifestantes rompieron las vallas perimetrales del edificio de la Oficina Electoral Central (OEC) luego de conocer que esta prohibió la candidatura del político, quien ha afirmado ser víctima de persecución política. Horas antes se dio a conocer que el Tribunal constitucional autorizaba a Georgescu a presentarse como candidato a la presidencia de Rumanía en las elecciones del 4 de mayo.

Ante las reacciones populares, los gendarmes intervinieron con gas lacrimógeno para retirarlos del área, e instalaron nuevas vallas de protección. Por su parte, el propio candidato ha afirmado que «Rumanía está bajo una tiranía», después de haber ganado las primeras rondas eleccionarias, que fueron anuladas sin ninguna justificación.

«¡Otro golpe directo al corazón de la democracia alrededor del mundo! Solo tengo un mensaje: ¡si la democracia en Rumanía cae, todo el mundo democrático caerá! Esto es solo el comienzo. ¡Así de simple!
Europa es ahora una dictadura», dijo Georgescu en sus redes sociales.

El político presentó sus documentos a la OEC el pasado viernes para registrarse como candidato, y esa misma jornada se presentaron dos denuncias contra su iniciativa en la Corte constitucional, que rechazó todos los cargos.

La imposición de la OEC demuestra cómo el organismo electoral cede ante las presiones de la Unión Europea, que ha estado detrás de la persecución al candidato que cuenta con el apoyo del 44% de los votantes y supera al resto de los candidatos por un amplio margen.

Tras usar el gas lacrimógeno contra los manifestantes, los gendarmes prohibieron el acceso al edificio y los enfrentamientos cesaron. Durante las protestas, los participantes coreaban: «Abajo la dictadura», «Traidores» y «Libertad».

El comunicado emitido por la OEC rechazó la inscripción de dos candidatos más, entre ellos la del alcalde de la capital rumana, Nicusor Dan.

En noviembre se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumanía, en las que Georgescu resaltó como líder con el 22.94% de los votos, pero el Tribunal Constitucional anuló los resultados de la votación en diciembre, con el pretexto de «graves violaciones» que supuestamente habían sido confirmadas por documentos desclasificados del Consejo Supremo de Seguridad.

La persecución al político está inspirada por sus críticas a la OTAN, a la que ha acusado de llevar a Europa a las puertas de otra guerra mundial. Ello le ha valido la acusación de prorruso. La Agencia Nacional de Administración Tributaria ha desmentido la supuesta injerencia rusa aducida por aquellos que apoyaron la anulación de los primeros resultados.