El Frente Amplio (FA) ha retomado el poder en Uruguay con Yamandú Orsi como presidente, marcando un giro político en el país. Dentro de sus principales objetivos, el nuevo gobierno busca consolidar los acuerdos comerciales existentes y explorar nuevos mercados para fortalecer la economía nacional. La administración anterior, liderada por Luis Lacalle Pou, dejó avances significativos en términos de expansión comercial, aunque algunos proyectos, como el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, enfrentaron obstáculos dentro del Mercosur debido a las resistencias de Argentina y Brasil.

El nuevo canciller, Mario Lubetkin, quien cuenta con una destacada trayectoria internacional, ha enfatizado la importancia de mantener relaciones sólidas con socios clave como Brasil, Estados Unidos y China. Además, ha señalado oportunidades en mercados emergentes como la tríada China-India-Indonesia, Vietnam, los países árabes y África. Esta visión estratégica busca diversificar los destinos de exportación y aprovechar las ventajas competitivas del país.

       

En el ámbito regional, el Mercosur sigue siendo una prioridad. El acuerdo comercial entre el bloque sudamericano y la Unión Europea (UE), firmado en Montevideo tras más de 20 años de negociaciones, es considerado fundamental. Aunque enfrenta desafíos de ratificación por parte de algunos países europeos, Lubetkin se muestra optimista sobre su aprobación final. Asimismo, el canciller ha subrayado la necesidad de fortalecer la integración regional en América Latina y el Caribe, uniendo esfuerzos para enfrentar los retos comunes.

En cuanto a otros acuerdos internacionales, Uruguay ha mostrado interés en ingresar al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), aunque este paso aún parece lejano debido a posibles tensiones con el Mercosur. Por otro lado, el país está cerca de formalizar su adhesión al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS+, lo que podría abrir nuevas oportunidades financieras en un contexto global cambiante.

La política exterior del nuevo gobierno también incluye la intención de restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela para atender las necesidades de los uruguayos residentes en ese país y proteger a los venezolanos en Uruguay. Este enfoque busca reconstruir puentes en una región marcada por tensiones políticas.

Finalmente, en temas globales como la situación en Gaza, Lubetkin ha abogado por el diálogo y una solución pacífica basada en la coexistencia de dos estados. Esta postura refleja la tradición uruguaya de promover la paz y el entendimiento en el escenario internacional.

Con estos desafíos y oportunidades por delante, el Frente Amplio se enfrenta a un panorama complejo, pero con claras metas para posicionar a Uruguay como un actor relevante tanto a nivel regional como global.