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En un gesto de liderazgo y compromiso con los derechos de las mujeres, la vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez, reunió a las funcionarias de su cartera para enviar un mensaje claro y contundente: en el Ministerio de Igualdad no hay espacio para el acoso, la violencia ni la discriminación.
Desde su llegada al Gobierno, Márquez ha sido una voz incansable en la defensa de los derechos humanos y la equidad de género, y este encuentro reafirma su determinación de convertir sus principios en acciones concretas. “Sé lo que significa enfrentar obstáculos en espacios que deberían ser seguros para nosotras. Sé lo que es alzar la voz y esperar ser escuchada”, expresó la vicepresidenta, reconociendo las barreras que muchas mujeres deben superar en su vida profesional y personal.
Consciente de que el cambio no se logra solo con discursos, Márquez convocó a Control Interno y a la Secretaría General del Ministerio para que las preocupaciones y denuncias de las funcionarias sean atendidas con la seriedad y el rigor que merecen. “Nuestro compromiso no es solo con las palabras, sino con las acciones. Cada voz importa. Cada situación será atendida con la seriedad que merece”, afirmó con determinación.
El Ministerio de Igualdad y Equidad fue creado con la misión de garantizar los derechos de las mujeres, las comunidades más vulnerables y los sectores históricamente marginados. Sin embargo, la lucha por la equidad comienza desde dentro, asegurando que el mismo espacio que trabaja por la justicia social sea un entorno seguro y libre de violencias.
Para muchas mujeres, la violencia y el acoso en el ámbito laboral siguen siendo una realidad latente. La falta de mecanismos efectivos de denuncia, el miedo a represalias y la impunidad han perpetuado un sistema en el que muchas terminan silenciadas. Francia Márquez, con su historia de resistencia y lucha, entiende de primera mano la urgencia de actuar. “La lucha contra el acoso y la violencia no es un discurso, es un camino que recorremos juntas”, subrayó, dejando en claro que su administración no permitirá que estas prácticas persistan en su Ministerio.
Las palabras de la vicepresidenta resonaron con fuerza entre las asistentes, quienes encontraron en este encuentro un espacio de confianza y respaldo institucional. En un país donde la violencia de género sigue siendo una de las problemáticas más apremiantes, el mensaje de Márquez se convierte en un llamado a la acción para todas las entidades del Estado: el respeto y la dignidad de las mujeres no pueden ser negociables.
El compromiso es claro. Desde el Ministerio de Igualdad y Equidad se fortalecerán los mecanismos de prevención, denuncia y protección para garantizar que cada mujer pueda desempeñar sus funciones en un ambiente libre de violencia. “Juntas, vamos a cambiar la historia”, concluyó la vicepresidenta, reafirmando que este es apenas el inicio de un proceso que busca transformar las instituciones y la sociedad colombiana en su conjunto.
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