Colombia | Evasión en TransMilenio: Un Riesgo Mortal para Usuarios y un Golpe a la Cultura Ciudadana
La evasión del pago en el sistema de transporte masivo TransMilenio ha dejado de ser una simple falta para convertirse en una amenaza latente que compromete la seguridad de miles de ciudadanos. Ingresar sin pagar por accesos no permitidos no solo representa una acción ilegal, sino que también pone en peligro la vida de quienes lo hacen y de los demás usuarios que a diario confían en este medio de transporte para movilizarse por la ciudad.
Este fenómeno, que se ha convertido en un problema estructural de cultura ciudadana, impacta negativamente en la operación del sistema y en la percepción de seguridad dentro de estaciones y buses. La evasión no solo afecta las finanzas de TransMilenio, limitando su capacidad de mejorar el servicio, sino que también expone a los infractores a riesgos fatales, pues muchos acceden al sistema saltando barreras, cruzando vías de alto tráfico o ingresando en zonas no habilitadas.
Ante este preocupante panorama, la gerente general de TransMilenio, María Fernanda Ortiz, hizo un llamado contundente a la ciudadanía: “No podemos seguir normalizando una conducta que, además de ser ilegal, pone en peligro vidas humanas. La evasión no solo afecta a quienes la practican, sino a todos los usuarios que cumplen con el pago de su pasaje y esperan un sistema seguro y eficiente. Es un tema de corresponsabilidad y cultura ciudadana”.
Ortiz también destacó los esfuerzos de la administración para mitigar esta problemática, con estrategias que van desde el refuerzo de operativos de control hasta campañas pedagógicas que buscan sensibilizar a la ciudadanía sobre las consecuencias de estas prácticas. Sin embargo, enfatizó que ningún esfuerzo institucional será suficiente si no existe un compromiso real de la sociedad para erradicar la evasión.
La cultura ciudadana es un pilar fundamental en la construcción de una movilidad segura y eficiente. Respetar las normas, pagar el pasaje y usar el sistema de manera correcta son acciones que no solo garantizan el funcionamiento adecuado de TransMilenio, sino que también reflejan el nivel de compromiso de los ciudadanos con su propia ciudad.
El llamado es claro: la evasión no es un acto menor ni justificable. Es una conducta que debe ser rechazada de manera categórica por toda la sociedad, pues detrás de cada infracción hay un riesgo latente que puede cobrar vidas. La solución a este problema no está únicamente en las sanciones o en los operativos de control, sino en la consolidación de una cultura de respeto y responsabilidad que nos involucre a todos.
TransMilenio es un sistema que moviliza a millones de personas diariamente. Su sostenibilidad y seguridad dependen del compromiso de cada usuario. Evadir no solo es ilegal, es peligroso. La decisión de frenar esta práctica está en manos de todos.
carloscastaneda@prensamercosur.org
