
La eurodiputada del Partido Popular, Carmen Crespo, sostuvo recientemente un encuentro clave con el comisario europeo de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, para abordar los desafíos y oportunidades que enfrenta el sector agrícola y agroalimentario de Europa. Durante la reunión, ambos coincidieron en la importancia de que la futura Política Agraria Común (PAC) 2027-2031 se oriente hacia la flexibilización, la sostenibilidad, el relevo generacional y la perspectiva hídrica.
Crespo, quien será la encargada de elaborar la visión estratégica de esta nueva PAC que aprobará el Parlamento Europeo, calificó la reunión como «satisfactoria». Según explicó, el diálogo con Hansen permitió compartir las líneas estratégicas que se pretenden impulsar en esta política, considerada esencial para garantizar la soberanía alimentaria y fortalecer la competitividad de la Unión Europea en los mercados internacionales.
### Flexibilización y sostenibilidad: pilares fundamentales
Entre los cambios clave que se plantean para la futura PAC, Crespo destacó la necesidad de una mayor flexibilización para equilibrar la rentabilidad socioeconómica con la sostenibilidad ambiental. Este enfoque busca responder a las demandas de los agricultores y ganaderos europeos, quienes enfrentan retos cada vez más complejos debido al cambio climático y a las exigencias del mercado global.
En este sentido, la eurodiputada subrayó el papel crucial que juega la agricultura en la lucha contra el cambio climático. Según Crespo, prácticas como la economía circular representan «la gran esperanza blanca» del sector, ya que permiten aprovechar recursos como las aguas regeneradas y los subproductos agrícolas para generar nuevos nichos de mercado, incluyendo la producción de biogás.
Uno de los puntos más relevantes del encuentro fue la discusión sobre cómo hacer del modelo agrícola europeo una opción atractiva para las nuevas generaciones. Crespo enfatizó que garantizar el relevo generacional es fundamental para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del sector. Esto implica, entre otras cosas, blindar el primer pilar de la PAC para proteger la renta de los agricultores profesionales y vulnerables, quienes son esenciales para mantener el empleo en las zonas rurales.
«Es prioritario que los jóvenes vean en la agricultura no solo una tradición familiar, sino una oportunidad empresarial innovadora y rentable», afirmó Crespo. Para ello, propuso avanzar en la modernización del regadío, fomentar la digitalización del sector y promover el uso de tecnologías avanzadas como las técnicas de edición genética, que permitirán desarrollar cultivos más resistentes al cambio climático.
La gestión eficiente del agua también ocupa un lugar destacado en esta visión renovada de la PAC. Crespo abogó por una mayor apertura hacia el uso de aguas regeneradas y por impulsar proyectos que modernicen los sistemas de regadío. Estas medidas no solo contribuirían a optimizar los recursos hídricos disponibles, sino que también reforzarían la sostenibilidad del sector agrícola.
Asimismo, destacó la importancia de incorporar tecnología e innovación para enfrentar los desafíos climáticos y aumentar la productividad. «La agricultura debe ser un sector moderno y resiliente que esté preparado para adaptarse a un entorno en constante cambio», añadió.
Otro tema central abordado durante el encuentro fue el Acuerdo UE-Mercosur. Crespo planteó al comisario Hansen la necesidad de incluir cláusulas de reciprocidad y salvaguardia automáticas en este acuerdo comercial. Según explicó, estas medidas son esenciales para garantizar que los productores europeos compitan en igualdad de condiciones con sus homólogos sudamericanos, especialmente en lo que respecta a estándares ambientales y laborales.
En este contexto, Crespo valoró positivamente que Europa esté considerando la creación de una Oficina de Control de los Acuerdos Comerciales. Esta iniciativa respondería a las demandas de agricultores y ganaderos europeos que exigen mayor supervisión para proteger sus intereses frente a las importaciones extranjeras.
En conclusión, Carmen Crespo dejó claro que el objetivo principal de esta nueva PAC es fortalecer al sector agrícola europeo mediante una estrategia integral que combine sostenibilidad, innovación y competitividad. «La agricultura es un pilar estratégico para Europa. No solo garantiza nuestra soberanía alimentaria, sino que también es clave para generar empleo y fortalecer nuestra posición en los mercados globales», afirmó.
Con una visión orientada hacia el futuro, Crespo y Hansen coincidieron en que es momento de apostar por una PAC más moderna y robusta que esté alineada con las necesidades actuales del sector y las exigencias del contexto internacional. La próxima década será crucial para definir el rumbo de la agricultura europea y su capacidad para liderar un modelo sostenible e inclusivo.

