Los Auténticos Decadentes, al servicio de la alegría y la fiesta

Ellos, desde un principio, solo querían divertirse, pasarla bien y pasar esa alegría generada entre un grupo de amigos a más personas, como para generar una gran felicidad colectiva. Ni el mismo Jorge Serrano, al principio, se consideraba un músico impecable y lo reconoce en esta entrevista, donde afirma que lo más importante es la honestidad con la que uno hace las cosas. El resto viene solo.

Hoy Jorge Serrano, a quien lo dicen cariñosamente “Perro viejo”, sigue conformando una de las bandas más exitosas y convocantes, un grupo que representa la energía y la algarabía de esa América Latina que se identifica con el baile, el jolgorio y la risa, porque la música, además de mover a la reflexión, también puede conmover a través de esos ritmos que nos ponen a bailar.

Así, Los Auténticos Decadentes han sabido ir cosechando a lo largo de sus años de trayectoria, una cantidad muy grande de esos llamados “hits” que siguen atravesando a tantas generaciones. Y de esos temas, muchos han sido escritos por la pluma vivaz de Serrano: “Loco (tu forma de ser)”, “Un osito de peluche de Taiwán”, “La guitarra”, “No me importa el dinero”, “El pájaro vio el cielo y se voló”, y muchas más.

Y en esta conversación, Jorge recuerda que todo lo musical llegó a él como a todos los niños, simplemente porque las melodías musicales eran parte de su paisaje sonoro en la infancia, desde los tarareos de su madre, “que tenía una voz muy linda”, hasta su papá, “que a propósito cantaba peor”. En su casa también había discos de sus padres y de su hermana.

-¿Qué discos recordás?

-El grupo que de alguna manera empecé más a escuchar, a seguir, a diferencia de escuchar cualquier cosa, fueron los Beatles, porque eran discos que tenía mi hermana, fueron discos que yo recuerdo haber tenido el vinilo. También escuché los discos de Joan Manuel Serrat, que le gustaba mucho a mi papá y que para mí fue una gran influencia, en el sentido de que si bien mis canciones son muy simples, no son así tan poéticas como las de él, pero con él fue la primera vez que yo sentí cómo en la música era muy importante la letra. Hasta ese momento era como más cuando niño te gusta la melodía y por ahí está diciendo cualquier pavada, te gusta igual, pero con Serrat descubrí la poesía en la música. De eso estoy muy agradecido, aparte de ser una persona imagino maravillosa, porque no lo conozco personalmente pero me parece una persona genial.

-¿Entonces no pensabas en eso de llegar a ser músico profesional? Fue como cuestión del destino, digamos, porque hacías otras cosas.

-Sí, es que después de eso, a los 15 años más o menos, empecé a escuchar música tipo Led Zeppelin, otros grupos, me metí mucho en todo el movimiento del rock y los grupos de rock y todo ese tipo de música que es muy diferente para los jóvenes, ni qué decir del jazz, la música clásica, otros ambientes, porque traen también como una forma de vida y una filosofía, cosas que lo hacían como muy especial, era una apertura a nuevas tribus.

En esa época no pensaba en hacer música, era consumidor, porque también los grupos que escuchaba eran para mí inalcanzables, por ahí si tocaba en la guitarra era una canción de los Beatles más o menos, pero no mucho más que eso.

Lo que influyó que quisiera hacer música después fue el punk rock, me gustó y había músicos que no eran virtuosos, entonces era mucho más accesible, me abrieron como esa puerta a decir: y bueno ¿por qué no yo también? Hago alguna canción y la canto, aunque sea primitivamente. Eso fue como lo que me ayudó a empujarme a los escenarios, porque antes era consumidor pasivo de música.

-Pero tus primeras canciones son para el grupo Todos Tus Muertos.

-Yo hacía canciones pero para tocar para mí, para mis amigos, nunca pensando en tocar en un escenario porque era muy tímido, y siempre terminaba apareciendo alguno que me decía: dale, toquemos, y me convencieron en Todos Tus Muertos e hicimos un par de canciones. Yo toqué solo dos shows, después no toqué más, porque me daba mucho pánico el escenario y no lo disfrutaba.

Después me quedé sin tocar y se acercaron a mí los Decadentes porque Nito (Gustavo Montecchia) es mi primo. Iban a hacer una cosa para fin de año en el colegio así muy formal, no tenían canciones ni grupo, entonces me invitó y yo no supe decirle que no porque en realidad después estaba todo el tiempo nervioso. La verdad que éramos tan caraduras, tan informales, tan mal tocaban todos, era toda una cosa de decir: yo toco música pero era el espíritu punk así a mil, con canciones que no eran muy punk tampoco, porque hacíamos bolero, cumbia. Fue tan irreverente que me sacó el miedo a equivocarme, porque eso era, todo era equivocación, era una gran equivocación de principio a fin. Hacíamos desastre, pero el espíritu festivo que se armaba con la gente fue una cosa que nos fue llevando a lo que somos ahora, lo que fuimos siendo de a poquito.

-Y hoy ya podemos hablar de una historia súper larga y de un impacto masivo ¿Cómo es crecer a la par que una banda?

-Es un poco raro porque como es un ambiente artístico, hay lugares donde tocamos y son realmente familiares o fiestas provinciales donde hay gente de todas las edades, pero cuando hacés un show que es más bien para jóvenes van jóvenes. Nosotros empezamos así y nos fuimos criando arriba del escenario, somos un grupo que fuimos teniendo nuestros hijos y todo en el paso a paso. En Paraguay siempre tuvimos mucho afecto y nos encanta ir, porque fuimos muy desde el principio.

-Y pensando en ese antes ¿creés que ahora sería más fácil o más difícil surgir o cada época tiene su dificultad?

-Lo último que dijiste, es más fácil por ejemplo grabar… en una época nosotros si queríamos sacar un disco que era un longplay, tenías que ir a una fábrica a que te hicieran un vinilo, nadie tenía para hacer, ahora vos podés con mucha muy alta calidad grabar algo en tu casa con computadoras, eso es un beneficio enorme.

Una de las cosas que quizás debe ser más duro para los jóvenes ahora, me imagino, para los grupos que empiezan, es que hay una oferta infinita, también precisamente por eso. En nuestra época las limitaciones eran también cosas que te ayudaban, porque eran pocos los grupos, salía un disco y había tiempo para escuchar todo un año, tenían otros tiempos las cosas, ahora es todo muy vertiginoso entonces no sé muy bien cómo será eso.

Creo también que hay un poco de tendencia hacia la música tipo de trap, la música urbana, entiendo eso porque no conozco mucho, no quisiera decir alguna cosa que esté equivocada, pero me da la impresión de que la química ahora no es la química de grupo de amigos de barrio o de hermanos con el primo y el otro, sino que es más bien algo generalmente ideado a partir de un cantante entonces lo demás se arma, me parece que es más solista el ambiente, y la forma de interactuar es otra, es el featuring, invitar a otra persona.

Pero la maquinaria analógica que era antes, que eran cuatro pibes que tocaban como si fuera un equipo de fútbol o algo así, me parece que es diferente, pero como siempre, depende del ambiente porque siguen existiendo grupos de rock y reggae en todos lados y esos grupos son así. Creo que ahora hay más preponderancia de lo urbano, son más conocidos o están ganando más la escena en cuanto a cantidad de público, pero lo otro va a existir siempre.

Pero fijate que los grupos que giraban alrededor de lo electrónico comenzaban muy contentos con sus computadoras y todo y de a poco fueron incorporando bateristas reales, guitarristas reales, percusionistas en vivo, así que se necesita el humano ahí, y ahora es todo totalmente mezclado. No es como al principio. Pero me da la impresión que la dinámica no es la misma que se arma como de equipo, es más individualista, a lo mejor me equivoco.

-En ese sentido ¿pensás que el músico tiene un rol en la sociedad o nosotros le imponemos un rol?

-Yo creo que la función del músico es la que el músico quiera darle, pero básicamente es de transmisión de algo, de cultura, por ejemplo. En una época las canciones habrán sido para recordar las historias de las tribus, para hacer una canción jugando, para enseñarles a los niños a hacer algo, eso es una función hermosa, nosotros sentimos que tenemos la función de servicio hacia la alegría y la fiesta, no somos un grupo que tiene letras como de contenido social o que habla de eso, que es perfecto para el que le interesa y que lo lleva como eso. Lo nuestro tiene la misma función pero en cuanto a otra cosa.

La música es una cosa rara, porque es una cosa etérea, que está en el aire, no es como un cuadro que es físico, es una mezcla de emociones y de pensamientos, entonces hay música que es más para la emoción, quizás para el baile, por ahí la letra ni sé lo que está diciendo o no me interesa, no es que me conmueve, y hay otras letras que decís precisamente: qué interesante, y a lo mejor no es bailable o sí, porque ahora quizás todo se mezcla. Hay lugar para todo.

El rol del arte y de la música creo yo es sacar conocimiendo de un lugar y llevarlo a otro, ayudar a recordar las cosas, así uno de golpe piensa un sentimiento lindo y le pone música de una manera como para que la gente cante eso y la gente lo canta y siente como que lo decís con sus palabras, eso es hermoso.

-Genera cosas incalculables.

-Y ni hablar del amor, que del amor son el 90% de las canciones, la música se ha hecho para cantarle a una chica, llamar la atención de la chica, el baile se ha hecho para que las chicas y los hombres llamen la atención para relacionarse, no nos olvidemos de esa función. Y del desamor también.

-Como nos vamos quedando sin tiempo Jorge, cerramos con tu vínculo con Paraguay ¿Qué les genera volver y volver a un país hermano como el nuestro?

-Es hermoso, nosotros no sentimos mucho el tema de las fronteras porque en Argentina hay un montón de paraguayos y nosotros vivimos viajando, somos todavía más cosmopolitas que otros, así que nos sentimos bien en todos lados. Tenemos la fortuna que en todos lados podemos decir: la gente es divina porque a nosotros nos tratan bien, no conocemos a los que te tratan mal (risas), pero la verdad que siempre tenés simpatía, el afecto que es lo más importante y saber que sos parte de la vida de esa gente. Nosotros como países fronterizos compartimos mucha de nuestra música, yo me crié escuchando a Luis Alberto del Paraná y Los Paraguayos, por ejemplo, porque en mi casa también estaban sus discos. Bueno, es que somos vecinos.

Sobre el grupo

Los Auténticos Decadentes es una banda argentina de ska y rock alternativo formada en 1986 por Cucho Parisi, Nito Montecchia y Gastón Francés Bernardou. Aunque su género principal es el ska, fusionan múltiples estilos como pop, cuarteto, candombe y bolero, creando un sonido único.

Para el festival todavía quedan entradas en venta a través de Ticketea, a G. 175.000 (Platea), G. 275.000 (Generales), G. 400.000 (Césped) y G. 650.000 (Lounge).