Cómo dimensionar el renacimiento del sector energético

La Argentina logró en 2024 una “hazaña” en el sector de los hidrocarburos ya que, después de años de estancamiento y declive, la producción de petróleo y gas natural ha alcanzado niveles que no se veían desde hace más de 15 años.

Este resurgimiento es el resultado de una combinación de factores, incluyendo el creciente desarrollo del sector no convencional, particularmente en la región de Vaca Muerta, así como la implementación de reformas regulatorias clave que han brindado mayor seguridad jurídica y alineado los precios a los niveles internacionales.

Resurgir petrolero

El Gobierno informó que en 2024, la Argentina produjo 256.268.454 barriles de petróleo, la mayor producción desde 2003. Esto se tradujo en un promedio diario de 717.000 barriles, lo que representa un crecimiento interanual del 11%.

Uno de los principales impulsores de este aumento en la producción de petróleo ha sido el desarrollo del sector no convencional, encabezado por la región de Vaca Muerta, cuya producción representó el 54,9% de la producción total de petróleo a nivel nacional. En diciembre, solo en Vaca Muerta se produjeron 446.900 de barriles diarios de crudo, lo que significó un crecimiento interanual del 26,9%.

Récord de gas natural

Junto con el petróleo, la producción de gas natural también ha alcanzado niveles récord. En 2024, Argentina produjo 50.726.747 m3 de gas natural, la producción más alta desde 2006.

Al igual que en el caso del petróleo, el desarrollo del sector no convencional ha sido fundamental para este crecimiento en la producción de gas natural. La región de Vaca Muerta representó el 50,1% de la producción total de gas a nivel nacional.

Varios factores clave han contribuido a este resurgimiento de la producción de hidrocarburos en Argentina. En primer lugar, el creciente desarrollo del sector no convencional, especialmente en Vaca Muerta, ha sido un impulsor fundamental. Las empresas han invertido grandes cantidades de capital en la exploración y explotación de estos recursos, lo que ha permitido incrementar significativamente la producción.

Estabilidad

Además, la implementación de reformas regulatorias clave ha desempeñado un papel crucial. La reglamentación del capítulo de Energía de la Ley Bases alineó los precios a valores internacionales, garantizado la libertad para exportar hidrocarburos y asegurado la seguridad jurídica para las empresas, promoviendo la transparencia y la competencia. Esto ha creado un entorno más favorable para la inversión y el crecimiento del sector.

Este renacer de la producción de hidrocarburos en Argentina tiene implicancias significativas para la economía del país.

Ingresos y empleo

En primer lugar, el aumento de la producción ha generado mayores ingresos por exportaciones, lo que ha fortalecido la balanza comercial y la posición externa de Argentina.

Además, el crecimiento del sector de los hidrocarburos ha impulsado la generación de empleo, tanto de manera directa en las operaciones de producción, como de manera indirecta en las industrias de servicios y proveedores relacionados. Esto ha contribuido a la reducción del desempleo y ha mejorado las condiciones económicas de las comunidades donde se desarrollan estas actividades.

Asimismo, los mayores niveles de producción han ayudado a reducir la dependencia de las importaciones de combustibles, mejorando la seguridad energética del país. Esto se traduce en ahorros significativos en la factura energética y una mayor estabilidad en el suministro de energía, lo que beneficia a los hogares y las empresas.

Perspectivas Futuras

Dado el éxito alcanzado en 2024, las perspectivas para el sector de los hidrocarburos en Argentina son alentadoras. Se espera que la tendencia de crecimiento continúe en los próximos años, impulsada por nuevas inversiones y el desarrollo de nuevos proyectos en Vaca Muerta y otras áreas.

Además, la estabilidad regulatoria y el sinceramiento de los precios locales brindarán una mayor certeza a las empresas, lo que fomentará una mayor actividad de exploración y producción. Esto, a su vez, contribuirá a fortalecer aún más la posición de Argentina como un destino atractivo para la inversión en el sector de los hidrocarburos.