En diciembre de 1984 el cantante estrenó con su dúo Wham! “Last Christmas”, una canción que quedó asociada a estas fechas, porque logró capturar la atmósfera festiva con un pop pegadizo, sin embargo, la letra hablaba de otro tema: una ruptura amorosa. El cantante británico, que ayudó a muchas personas a lo largo de su historia, dejó este mundo un 25 de diciembre de 2016. Se cumplen ocho años de su temprana muerte, a los 53 años. Su faceta menos conocida.
El cantante y compositor británico George Michael siempre será recordado en Navidad. El 25 de diciembre está fuertemente asociado no solo a uno de sus mayores éxitos, la canción Last Christmas, lanzada hace 40 años sino también el día de su propia muerte, un 25 de diciembre de 2016.
La canción navideña, de estilo pop, de los tiempos en que la estrella se hacía mundialmente conformando dupla con Andrew Ridgeley en Wham!, había sido escrita para llegar al puesto número uno del chart británico. A pesar de su éxito inmediato al momento de su lanzamiento, la canción no alcanzó ese primer puesto. Lo logró recién 36 años después de su publicación y cuatro años después de la muerte del cantante. Este logro tardío consolidó su lugar como una de las canciones más reproducidas durante las fiestas, y como octavo single más vendido de todos los tiempos en el Reino Unido.
El videoclip de Last Christmas que transcurre en el centro de esquí suizo Saas-Fee, tiene todo el espíritu navideño que pueda existir y es todo lo ochentoso que puede ser con un joven y agraciado George Michael, con escenas de vacaciones en la nieve, amigos, pero la canción no trata de otra cosa que de un corazón roto. Dice el estribillo: “La Navidad pasada te di mi corazón. Pero al día siguiente lo regalaste. Este año, para salvarme de las lágrimas se lo daré a alguien especial”.
La canción que fue presentada por primera vez el 3 de diciembre de 1984, nació a partir de un momento de inspiración de George Michael. Según relató Andrew Ridgeley, ambos se encontraban viendo televisión en casa de los padres de Michael cuando el cantante subió a su cuarto de la infancia, donde había un pequeño teclado. Una hora después, emocionado, bajó y le hizo escuchar la melodía que había creado. “Fue evidente desde el primer momento que tenía todas las características de un clásico navideño”, recordó Ridgeley. La canción combina una melodía melancólica con un estribillo pegadizo que captura la atmósfera festiva de estas fechas.
En su momento no alcanzó el primer puesto en las listas británicas debido a la competencia irónicamente con él mismo en Do They Know It’s Christmas?, de Band Aid, un proyecto para recaudar fondos por el hambre en Etiopía en la que también el músico había participado. Décadas más tarde, en 2020, logró finalmente coronarse como número uno, y se convirtió en un himno navideño.
El día de su muerte
El 25 de diciembre de 2016, George Michael fue encontrado sin vida en su mansión situada en Goring-on-Thames, Oxfordshire, Reino Unido. Según declaraciones iniciales de su publicista, el cantante murió “en paz en su casa”, lo que llevó a la policía a descartar rápidamente circunstancias sospechosas.
La noticia conmocionó al mundo, con millones de fans expresando su dolor por la partida de una personalidad tan amada y celebrada. La coincidencia de su fallecimiento en Navidad, el día más simbólico para uno de sus mayores éxitos, agregó un impacto emocional a su prematura muerte. Tenía tan solo 53 años.
A pesar de que las primeras autopsias fueron “poco concluyentes”, más tarde se determinó que la muerte había sido causada por una combinación de cardiomiopatía dilatada y miocarditis, agravadas por problemas de hígado graso.
La cardiomiopatía dilatada, que limitó la capacidad del corazón de bombear sangre, y la miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, fueron determinantes. Darren Salter, el médico forense a cargo de la investigación, concluyó que se trataba de una “causa de muerte natural”, descartando la necesidad de indagaciones adicionales.
A pesar del diagnóstico forense, las circunstancias en torno a su muerte generaron dudas y controversias que persistieron durante años. Fadi Fawaz, pareja del cantante en ese momento, afirmó públicamente que Michael no había fallecido por causas naturales, insinuando que su muerte pudo haber sido un suicidio. Estas declaraciones contradictorias aumentaron las especulaciones mediáticas, aunque la familia del artista siempre sostuvo la versión oficial.
Fawaz, quien descubrió el cuerpo de Michael en la mañana de Navidad de 2016, relató en entrevistas que había pasado la noche en su auto y no dentro de la casa del cantante. Según declaró, intentó reanimarlo durante una hora antes de llamar a emergencias: “Estuve tratando de despertarlo, pero es imposible. Se fue. Está azul”.
En plena disputa legal con la familia del artista, Fawaz también compartió detalles sobre los últimos años de vida de Michael, asegurando que había estado sumido en una profunda lucha contra las drogas y la depresión. Sin embargo, sus declaraciones fueron desestimadas por los familiares, quienes señalaron que no había evidencia de suicidio ni de intenciones autodestructivas en el artista.
Disputas por la herencia
Tras la muerte de George Michael, su testamento dejó fuera a Fawaz y a su ex pareja Kenny Goss, quienes no recibieron parte de su fortuna estimada en 124 millones de dólares. La mayor parte de su patrimonio fue heredado por sus hermanas Melanie y Yioda, quienes también asumieron la responsabilidad de decidir qué amigos cercanos recibirían parte de los bienes del cantante. Melanie murió 3 años después, también un 25 de diciembre, a los 59 años por un coma diabético. Sola en su casa.
Fawaz, sin embargo, continuó viviendo en la mansión del artista (valuada en 5,6 millones de euros) hasta 2019, negándose a abandonarla pese a las acciones legales emprendidas por la familia del cantante. Este conflicto exacerbó el interés de los medios en Fawaz, que después de ser desalojado de la lujosa casa de Michael, vivió unos meses en un hotel donde pagaba 50 dólares al día y terminó durmiendo en plazas y en la calle, según contó él mismo, quejándose en su cuenta de Twitter. “Estuve durmiendo en la calle en Covent Garden en lugar de estar en mi casa”, escribió.
De ícono del pop a leyenda
George Michael, cuyo verdadero nombre era Georgios Kyriacos Panayiotou, nació un 25 de junio de 1963 en East Finchley, Middlesex, Reino Unido. Su padre Kyriacos Panayiotou, fue un grecochipriota que se mudó a Inglaterra en la década del 50. Cambió su nombre por el de Jack Panos y se abrió un restaurante. Su madre, Lesley Angold Harrison, fue una bailarina inglesa. Desde su ascenso a la fama con Wham! gracias a su talento, carisma y belleza bastante andrógina que en esa época era difícil de notar, logró establecerse como una figura indiscutible de los años 80 y 90.
En 1981, junto a su amigo de la escuela Andrew Ridgeley, Michael fundó Wham! Su primer gran éxito, Wake Me Up Before You Go-Go (1984), hizo furor a nivel internacional, conquistando el número uno en las listas de Reino Unido y Estados Unidos.
El álbum Make It Big (1984) consolidó su fama global, gracias a temas que son un clásico como Careless Whisper y Freedom.
<b>Carrera como solista: el salto a la madurez artística</b>
Tras la separación del dúo, en 1986, George Michael se embarcó en una exitosa carrera como solista en la que redefinió su imagen y estilo musical. Su primer álbum, Faith (1987), fue un éxito rotundo. Los números lo dicen todo: vendió más de 25 millones de copias en todo el mundo. Canciones como Faith, Father Figure y I Want Your Sex mostraron que era dueño de un gran talento y tenía toda una carrera musical por delante.
A lo largo de los años, el músico británico exploró géneros como el R&B, el soul y el jazz, y dio muestras de su gran versatilidad. Álbumes como Listen Without Prejudice Vol. 1 (1990) y Older (1996) destacaron por su sofisticación musical. Abordó temas como el amor, la pérdida y la identidad.
George Michael acumuló numerosos premios y distinciones a lo largo de su trayectoria, incluidos dos Grammy, tres Brit Awards y múltiples números uno en las listas de éxitos. En total, vendió más de 100 millones de discos, número que lo posiciona en el selecto grupo de artistas que más vendieron en la historia.
Su faceta filantrópica
Aunque su homosexualidad y salida obligada del closet acaparó los titulares, uno de los aspectos menos conocidos y difundidos de George Michael fue su extraordinaria generosidad y su compromiso con diversas causas sociales y humanitarias. Tras su fallecimiento, numerosas historias salieron a la luz. Siempre estaba dispuesto a ayudar a quienes más lo necesitaban, muchas veces de manera anónima.
Michael destinó las regalías de varios de sus éxitos a organizaciones de caridad. Su sencillo Jesus to a Child (1996) fue dedicado a su pareja fallecida Anselmo Feleppa y sus ganancias fueron donadas a Childline, una ONG que brinda apoyo a niños vulnerables. Esther Rantzen, fundadora de la organización, reconoció que “cientos de miles de niños” recibieron ayuda gracias a las donaciones del cantante.
Asimismo, contribuyó significativamente a la lucha contra el VIH/SIDA. Durante años apoyó a la Fundación Terrence Higgins, y parte de las regalías del tema Don’t Let the Sun Go Down on Me, en colaboración con Elton John, fueron destinadas tanto a esta causa como a otras organizaciones como Rainbow Trust y London Lighthouse.
Su generosidad no se limitaba a grandes instituciones. La periodista Sali Hughes contó que Michael dio una propina de 5.000 libras (US$6.100) a una camarera que estudiaba enfermería y estaba endeudada. El cantante solía regalarle entradas a sus conciertos a enfermeras del National Health Service o NHS, el servicio nacional de salud del Reino Unido.
Además, Richard Osman reveló que el cantante pagó 15.000 libras (US$18.000) para cubrir el tratamiento de fertilidad de una mujer que había aparecido en un programa de televisión y no tenía cómo afrontarlo.
También compró el piano en el que John Lennon compuso Imagine por 1,4 millones de libras (US$1,7 millones) y lo donó al museo de Los Beatles en Liverpool, asegurándose de que permaneciera en la ciudad natal del legendario músico y a la vista del público. El piano “no es algo que debe estar en un depósito, debe estar donde la gente pueda verlo”, dijo el cantante, según contó la BBC.
Tras su muerte, también se supo que trabajó de manera voluntaria en un refugio para personas sin hogar, exigiendo que su presencia no se divulgara. Esto da cuenta de que su filantropía no era para la foto, sino que estaba alimentada por un genuino sentimiento de compasión. Su madre, que murió de cáncer en 1997, habría sido su inspiración. George Michael la describió como una “mujer de gran compasión” y expresó “ella sentía lo mismo que yo, que vivimos en un mundo al que gradualmente le van quitando esa cualidad”.
Las adicciones y el impacto en la vida de George Michael
Así como la vida de George Michael estuvo marcada por el éxito, también lo estuvo por grandes luchas contra las adicciones. El consumo de sustancias, combinado con episodios de depresión, formó un patrón que afectó su salud e impactó en su carrera.
En varias entrevistas, admitió haber consumido marihuana diariamente, llegando a fumar hasta 25 cigarrillos al día en algunos momentos. “Sé que me hace mal, pero también me hace feliz”, declaró en una oportunidad.
En su madurez, el cantante recurrió a drogas más fuertes como cocaína, éxtasis y heroína. En la última etapa, su consumo de metadona –utilizada como sustituto en tratamientos de adicción– evidenció la gravedad de su dependencia. Estas sustancias cobraron un alto precio en su cuerpo. Afectaron especialmente su corazón y su hígado, llevándolo a la muerte.
Las adicciones de Michael se agravaron tras eventos personales devastadores. La muerte de su pareja Anselmo Feleppa en 1993 debido a complicaciones relacionadas con el VIH, seguida por la de su madre Lesley en 1997 por cáncer, dejaron al artista sumido en una profunda depresión.
Él mismo describió esta etapa como “un agujero negro” en el que apenas podía avanzar gracias al uso de antidepresivos como Prozac. Estas pérdidas influyeron en sus episodios de consumo, en los que se creó un círculo vicioso y destructivo.
Hacia el final de su vida, George Michael vivió de forma cada vez más aislada. Aunque seguía siendo una figura amada por sus fans, la prensa sensacionalista no dejó de perseguirlo, lo que exacerbó su reclusión. Su deterioro físico era evidente, con rumores sobre hospitalizaciones vinculadas al uso de heroína y otros problemas de salud asociados al consumo prolongado de drogas.
El 25 de diciembre de 2016, su corazón finalmente dijo basta. La combinación de cardiomiopatía dilatada, miocarditis y problemas hepáticos, exacerbados por años de abuso de sustancias, lo llevó a su trágico final a los 53 años.
George Michael siempre será recordado por su legado musical, también por sus complejas batallas personales, y por sus actos de generosidad, que son buenos para recordarlo en la Navidad que tanto amaba y que lo despidió.
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