

Imagen Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).
Tras años de lucha incansable por parte de las víctimas y sus familias, la Comuna 13 de Medellín ha sido escenario de un descubrimiento que reabre las heridas del conflicto armado en Colombia. En la región conocida como La Escombrera, se han encontrado los primeros restos humanos, confirmando las denuncias que durante décadas fueron ignoradas o negadas por gobiernos anteriores y sectores de la oposición.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien había alzado su voz sobre esta situación desde hace tiempo, recordó en su cuenta de X un debate en el Congreso donde denunció la existencia de fosas comunes en este lugar. En aquel entonces, las acusaciones parecían caer en oídos sordos. Sin embargo, el hallazgo reciente valida los testimonios de quienes vivieron el horror de cerca. Petro destacó que un testigo clave logró exiliarse gracias a su ayuda tras denunciar estas atrocidades, poniendo en evidencia cómo cuerpos de jóvenes de la comuna eran arrojados en La Escombrera.
El descubrimiento es el resultado de casi una década de esfuerzos por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD). Hace cinco meses, se reanudaron las labores forenses, que han estado protegidas por medidas cautelares emitidas por el tribunal de paz. La Escombrera, tristemente conocida como la «fosa a cielo abierto» más grande del país, fue uno de los epicentros de la violencia durante el conflicto armado. Las excavaciones han sido una tarea monumental, requiriendo la remoción de más de 36.000 metros cúbicos de tierra y la excavación hasta 26 metros de profundidad en algunas zonas.

Hallan restos humanos en La Escombrera de la Comuna 13 en Medellín. Foto:JEP
El hallazgo no estaba previsto y ocurrió el pasado 18 de diciembre. Mientras el equipo técnico trabajaba con maquinaria pesada fuera del área priorizada, se encontraron las primeras estructuras óseas humanas a solo 2,5 metros de distancia del polígono delimitado. De inmediato, las labores fueron suspendidas para proceder con el análisis forense, que confirmó que los restos corresponden al menos a dos personas. Además, se hallaron prendas de vestir relacionadas con las búsquedas en curso. Las autoridades han anunciado que los restos serán evaluados para identificar a las víctimas y entregarlos dignamente a sus familias.
Para los familiares de los desaparecidos, este hallazgo representa una mezcla de dolor y esperanza. Madres, esposas e hijos que han luchado incansablemente por la verdad esperan que este descubrimiento sea el inicio de la resolución de un capítulo oscuro de la historia de Medellín. Luz Helena Galeano, una de las madres buscadoras, recordó cómo fueron tratadas de «locas» en el pasado cuando insistían en que La Escombrera ocultaba los restos de sus seres queridos. Hoy, su perseverancia es reivindicada.
El trabajo coordinado entre la UBPD y la JEP ha contado con la participación activa de las familias y organizaciones como Mujeres Caminando por la Verdad. Estos esfuerzos han sido fundamentales para la emisión de órdenes judiciales y la recopilación de información crucial para las labores de búsqueda. En el área protegida, de 6.912 metros cuadrados, 2.417 metros han sido priorizados para la fase actual de excavaciones, que ya lleva 146 días de trabajo.
La Comuna 13 fue escenario de desapariciones forzadas a lo largo de un conflicto que se extendió entre 1978 y 2016, con un punto álgido durante la operación Orión en 2002. Esta incusión militar, destinada a recuperar el control de la zona infiltrada por el Frente Noroccidental de las Farc, estuvo marcada por denuncias de irregularidades cometidas por agentes del Estado en colaboración con grupos paramilitares. De las 502 posibles víctimas identificadas en denuncias relacionadas con La Escombrera, forman parte de un universo más amplio de 120.000 desaparecidos en Colombia, de los cuales 5.912 pertenecen a Medellín.

Panorámica de la Comuna 13, en Medellín Foto:Camilo Peña Castañeda
La directora de la UBPD, Luz Janeth Forero, subrayó que uno de los retos principales es recolectar más muestras biológicas que permitan cotejar la información obtenida con las bases de datos de las personas reportadas como desaparecidas. Las labores continuadas en La Escombrera no solo buscan devolver los restos a sus familias, sino también cerrar heridas que han marcado profundamente la memoria colectiva de Medellín y del país.
Este hallazgo representa una victoria parcial en la larga lucha por la verdad y la justicia. La Escombrera, que durante años fue símbolo de impunidad, ahora se erige como un testimonio tangible del horror vivido y de la valentía de quienes nunca dejaron de buscar a los suyos.
carloscastaneda@prensamercosur.org
