“Las personas mayores no suelen tener acceso a materiales cristianos que se adapten a sus necesidades específicas, como pueden ser la pérdida de agudeza visual, la disminución de destrezas manuales, dificultad para concentrarse, deterioro cognitivo leve y otros trastornos propios del avance de la edad”, explica Barrachina, que ha servido desde hace años en el ámbito de la educación cristiana y que también cursa formación teológica. “Así surgió el deseo de diseñar estos cuadernos para acompañarlos y brindarles herramientas que sean accesibles y enriquecedoras, hechas a su medida: legibilidad del texto con tipografía grande y clara, actividades entretenidas, lecturas breves, instrucciones sencillas y contenido bíblico relevante”, dice.

El reconocimiento de una necesidad específica tanto en sus padres como en el grupo de mayores de su iglesia local (Església Llibertat, en Sant Boi de Llobregat) fue el primer paso antes de “poner sobre papel la idea de este material, en el ensayo final integrado de una asignatura de la Escuela de Teología”. “Aunque, inicialmente, el trabajo tenía un planteamiento más de estudios bíblicos para mayores, aproveché el trabajo de investigación, las encuestas que hice a los mayores de mi iglesia y personas de la tercera edad cercanas, y los comentarios y ánimos de mi profesora, Edith Vilamajó, para seguir trabajando en este proyecto que ha visto la luz como ‘Cuadernos de discipulado para mayores Prosigo a la Meta’”, asegura.

Honrar las canas

La trayectoria de Barrachina en la educación ha seguido el curso natural de la vida, comenzando con niños y en el ámbito secular, y enfocándose ahora en los mayores. “No porque una etapa desplace a la otra, sino en una sumatoria de vivencias propias y ajenas, y de aprendizajes significativos que nos recuerdan que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y que tenemos una mente maravillosa, diseñada para descubrir, asombrarse y seguir aprendiendo hasta el último día. Siempre será un buen momento para cuidar y cultivar nuestra mente y corazón”, remarca. “Me siento profundamente agradecida al Señor de ser testigo de ese milagro que ocurre entre la enseñanza y el aprendizaje, y de comprobar que nunca dejamos de aprender, aunque las maneras de hacerlo cambien y se readapten a cada etapa del desarrollo”, añade.

Para Barrachina, un material como el suyo se justifica desde la idea de que “los abuelos y abuelas que el Señor puso a nuestro lado representan una etapa de vida con mucho valor espiritual”. “Es sabio tenerles en cuenta, y repensar el lugar que ocupan en nuestras familias e iglesias es coherente con nuestra fe y además es sembrar para nuestro futuro, para nuestra propia vejez”, añade.

“El final de la vida suele ser un tiempo de reflexión e introspección, en muchos casos de tristeza y soledad. Es mi oración que estos cuadernos sirvan para acompañarlos un tiempo diario para ejercitar mente y espíritu”, afirma Barrachina. “Crear un material de discipulado pensando en los mayores es una forma práctica de honrar las canas, de visibilizarles dentro de nuestras iglesias y en sus casas, a los que por razones de salud no pueden asistir a los cultos, y de ofrecerles una herramienta que les permita, más allá de todos los objetivos planteados, fortalecer su fe, renovar el gozo de ser hijos de Dios y recordarles que seguimos creciendo juntos en la gracia y en el conocimiento de Jesucristo. Todos iglesia, todos discípulos”, agrega.

Estimulación cognitiva, desafíos de memorización

El material, publicado en formato de revista impresa con 32 páginas en su primer número, está diseñado tomando las letras de la palabra ‘META’, en alusión a Filipenses 3:12-14, como acróstico: entrenar la Memoria, fortalecernos en la Esperanza, disfrutar de un Tiempo de calidad y renovarnos en el Aprendizaje. “Es un recordatorio de perseverar en la fe, de ser auténticos discípulos de Jesús siguiendo sus pisadas, un paso más cada día; es animar a los mayores a establecer pequeñas rutinas que les ayudarán a organizar su tiempo y entrenar mente y espíritu”, explica Mercedes Barrachina.

Cada cuaderno se distingue por una “temática general, siempre basada en la Palabra de Dios”. La del primer número es “Promesas de amor y paz”. Además, se compone de fichas didácticas que se estructuran en varias secciones. “La primera son las unidades semanales; a partir de un pasaje bíblico seleccionado se proponen una variedad de ejercicios diseñados para potenciar habilidades como la memoria, la concentración, la percepción visual y el razonamiento lógico. Nuestros mayores encontrarán desafíos de memorización, series numéricas, juegos de palabras, actividades de discriminación visual, ejercicios de lectoescritura y más. Todo diseñado para mantener la mente activa y retrasar, en lo posible, el deterioro cognitivo propio de la edad. También encontrarán otras secciones como son ‘Mis canciones favoritas’ y ‘Tiempo de Oración’”, describe Barrachina.

Todo pensado y diseñado para que los ‘Cuadernos Prosigo a la Meta’ se conviertan en “una herramienta “útil que acompañe a los mayores en su hogar” “Que junto con su Biblia y sus materiales de escritura sean un recurso que les proporcione un tiempo enriquecedor”, agrega su creadora.

¿Respuesta a una necesidad generalizada?

No es nueva la propuesta de dar a los mayores un lugar en las congregaciones locales que va más allá de la simple asistencia o la presencia pasiva. De hecho, el desarrollo demográfico en occidente traslada la realidad del envejecimiento poblacional a la iglesia. Por eso, con su iniciativa, Mercedes Barrachina espera “que pueda ser de bendición y ayuda para nuestros mayores”. “Que sea un material útil, que cumpla los objetivos para los que fue diseñado y acompañe a nuestros amados hermanos mayores en sus meditaciones y lecturas diarias”, dice.

Aunque Barrachina lo ha trabajado teniendo el contexto del grupo de mayores de su iglesia local, ya ha recibido solicitudes de un par de congregaciones más y no cierra la puerta a que pueda utilizarse en otros lugares. “No sé si puede dar una respuesta a una necesidad generalizada, pero sí pienso que es un gran primer paso y puede ser un valioso recurso para poner a disposición de los mayores de nuestras iglesias y de las residencias de la tercera edad”, asegura. De hecho, puntualiza, en residencias para la tercera edad el material se puede utilizar incluso “para actividades grupales”.

Próximos números

Con la primera edición ya en las manos de sus mayores “más cercanos”, y habiendo recibido comentarios de “buena acogida”, Mercedes Barrachina ha publicado ya el segundo cuaderno. “Es un especial de Navidad, con contenido y lecturas bíblicas, ejercicios y pasatiempos de todo tipo, un recortable de tarjetas para regalar, las letras de los himnos de Navidad más cantados de todos los tiempos y más cosas”, explica.

Ahora está trabajando en el número 3, que estará dedicado a “Conocer la Biblia” y que incluirá “curiosidades, escritores, versículos preferidos, desafíos de memorización y, como siempre, los apartados de música y oración”. “Dependiendo de la aceptación y la demanda iremos incorporando más temas interesantes y seguiremos adelante creando y diseñando los cuadernos Prosigo a la Meta para bendición y edificación de nuestros amados hermanos mayores, ejemplo de resiliencia en la vida y perseverancia en la fe”, asegura.

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