G20: Gobierno destaca papel de agroecología en la transición climática

Tras lograr una reducción del 12% en las emisiones de gases de efecto invernadero en 2023, Brasil avanza con estrategias para reducir aún más su huella de carbono. Con aproximadamente 28 millones de hectáreas de pastos degradados, el país puede incrementar la producción de alimentos sin necesidad de talar árboles.  

En una sesión plenaria sobre desarrollo sostenible, cambio climático y transición ecológica celebrada en el G20 Social, un evento paralelo a la Cumbre de Líderes del G20, el ministro de Desarrollo Agrario, Paulo Teixeira, subrayó la importancia de la tecnología para transformar la agricultura tradicional brasileña en un modelo agroecológico. Además, destacó las inversiones del gobierno en prácticas agrícolas de bajas emisiones de carbono.

“Desde el punto de vista de Brasil, la agricultura será una pieza clave para reducir las emisiones. En primer lugar, estamos disminuyendo la deforestación. En segundo lugar, fomentamos la agricultura regenerativa, que no destruye el medio ambiente, sino que lo restaura. Recuperar pastos degradados para la agricultura significa también recuperar créditos de carbono”, afirmó Teixeira.

El ministro resaltó la necesidad de priorizar la ciencia y la tecnología para sustituir los insumos químicos y pesticidas por prácticas basadas en la bioeconomía y la agroecología. “Hoy contamos con ciencia, pero necesitamos llevarla a quienes trabajan directamente en el campo”, señaló.

Inversiones

Teixeira abogó por restringir los créditos a quienes deforesten o realicen quemas en la Amazonia. “Es crucial dialogar con los gestores de los bancos de la región para que dejen de financiar actividades agrícolas y ganaderas de bajo rendimiento. En su lugar, deben apoyar una agricultura más productiva que contribuya a la recuperación de la selva”, afirmó.

El ministro presentó datos que evidencian un incremento en las inversiones federales para el desarrollo agrario y la agricultura familiar. En los últimos cuatro meses, las inversiones aumentaron un 30% en agricultura ecológica, un 40% en bosques productivos y un 50% en bioeconomía, como resultado de las reformas en el Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (Pronaf).

Asimismo, Teixeira informó sobre un proyecto de R$ 1.500 millones, presentado al Fondo Amazonía, para apoyar a cooperativas vinculadas a sistemas agroforestales. Estas cooperativas recibirán asistencia técnica y capacitación para modernizar las prácticas agrícolas en la región amazónica. “Debemos abandonar el uso del fuego en la agricultura e implementar métodos más avanzados. Queremos sembrar alimentos y también ‘sembrar’ agua, revitalizando áreas degradadas”, destacó, recibiendo el aplauso del público.

Finalmente, el ministro anunció un incremento del 20% en la mecanización de la agricultura familiar, un 30% más de financiación para jóvenes agricultores familiares y un 40% más para mujeres agricultoras familiares. También reveló inversiones específicas para comunidades tradicionales, incluyendo la compra de R$ 32 millones en productos agroecológicos a comunidades quilombolas a través de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).