Qué ver en Bolonia: los 17 imprescindibles

Probablemente, si escucháis hablar de Bolonia, lo primero que se os venga a la mente es “destino universitario ideal”, pero la realidad es que la capital de la región italiana Emilia-Romaña tiene una gran cantidad de atractivos turísticos que ofrecer. Cada edificio del centro histórico, cada calle con aire medieval, cada plaza y cada iglesia desprenden un encanto que cautiva. Si ya os hemos despertado la curiosidad y queréis saber más, desde Civitatis os traemos 17 lugares imprescindibles que ver en Bolonia.

1. Piazza Maggiore

Encabeza la lista de lugares que ver en Bolonia el centro de la vida política, religiosa y social de Bolonia: la Piazza Maggiore. Esta espectacular plaza, en pleno centro de la ciudad, tiene sus orígenes en la época medieval, y ya en el siglo XIII se pensó como un espacio abierto para el comercio y la vida pública. La estructura actual de la plaza data del Renacimiento y es uno de los ejemplos más significativos de arquitectura y urbanismo de dicho periodo.

En torno a la Piazza Maggiore se alzan los edificios más importantes de la Bolonia medieval, entre los que destacan la Basílica de San Petronio, el Palacio Comunal (Palazzo d’Accursio), el Placio del Rey Enzo, la fuente de Neptuno y el Palacio del Podestá. Este último, que se construyó a la par que la plaza, está coronado por la Torre dell’Arengo, que alberga el Campanazzo, la campana que durante siglos ha marcado los tiempos de la vida pública de la ciudad, y que aún repica en ocasiones especiales. Si queréis conocer en profundidad todos los secretos de esta plaza y sus monumentos, entonces os recomendamos participar en un free tour por Bolonia o un tour privado.

2. Basílica de San Petronio

Como comentamos en el primer punto, en la Piazza Maggiore se encuentra uno los principales edificios históricos de la ciudad y una de las iglesias más grandes de Italia: la basílica de San Petronio, dedicada al patrón de la ciudad. De estilo gótico, la fachada de este templo está dividida en dos bandas horizontales: la inferior, con decoraciones de mármol hechas entre finales del siglo XIV y principios del siglo XVI, y la superior, una especie de pared rugosa con ladrillos que nunca se completó.

En el interior de la basílica se puede admirar el reloj de sol más largo del mundo: una línea metálica de 67,72 metros de longitud que recorre todo el suelo de la iglesia, obra de Giovanni Domenico Cassini. Además, en la cappella dei Re Magi podéis ver los frescos de Giovanni da Modena sobre la vida de San Petronio y las pinturas del artista Jacopo di Paolo.

3. Palacio de Accursio

Ubicado en la céntrica Piazza Maggiore, el palacio de Accursio es la sede del Ayuntamiento de Bolonia desde el año 1336. Por este motivo, también es conocido como Palacio Comunal y es, sin duda, uno de los lugares imprescindibles que visitar en la capital de Emilia-Romaña. En el interior de sus salas encontraréis una amplia colección de arte municipal que alberga tapices, muebles, escudos, cuadros, increíbles escalinatas… y mucho más.

El palacio de Accursio está coronado por una gran torre con un reloj en lo alto del edificio. Durante siglos, este fue el principal instrumento con el que los boloñeses marcaban el tiempo. Si os apetece subir y disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad a más de 30 metros de altura, os recomendamos reservar esta entrada al palacio de Accursio con subida a la torre.

4. Fuente de Neptuno

Rodeando la Piazza Maggiore os encontraréis con otro de los puntos emblemáticos que ver en Bolonia: la fuente de Neptuno. El Dios del mar domina la gran plaza de Neptuno desde su pedestal y situado en el centro de la fuente. Esta espectacular escultura fue diseñada por Giambologna y Tommaso Laureti como símbolo del poder papal de la segunda mitad del siglo XVI.

La estatua de Neptuno está situada frente a la entrada del Palacio del Rey Enzo, rodeada por cuatro querubines, que representan los ríos de los continentes por entonces conocidos: el Nilo, el Ganges, el Amazonas y el Danubio. Según la leyenda, el estudiante que quiera tener la fortuna de su parte antes de un examen debe girar dos veces en contra de las agujas del reloj alrededor de la fuente. ¿Será que es así? Nosotros diríamos que ¡no pasa nada por intentarlo!

5. Archiginnasio de Bolonia

Continuando en el centro histórico, el Archiginnasio es uno de los edificios más importantes que ver en Bolonia y una visita cultural imperdible. Levantado en el siglo XVI por orden del cardenal Carlos Borromeo, fue la antigua sede del Alma Mater Studiorum, una de las universidades más antiguas del mundo entre los años 1563 a 1803.

El Archiginnasio alberga actualmente la Biblioteca Municipal Archiginnasio, pero conserva algunas salas originales, el teatro anatómico y la sala Stabat Mater. La primera fue construida en el siglo XVII para los estudiantes de anatomía y la segunda cuenta con más de 35000 ejemplares de libros antiquísimos.

Si queréis visitarlas, podéis adquirir online la entrada al Archiginnasio, que os permitirá también recorrer su patio. Seguro que os llama la atención el gran número de escudos pintados en sus muros, que corresponden a los apellidos de muchos de los estudiantes que pasaron por sus aulas.

6. Pórticos de Bolonia

Si hay algo que os acompañará durante vuestro viaje por Bolonia son sus pórticos, declarados Patrimonio de la Humanidad, que se remontan a la Edad Media y se extienden a lo largo de 62 kilómetros, 42 de los cuales se hallan en el centro histórico. Realizados en ladrillo, piedra o madera, los pórticos de Bolonia son una verdadera obra maestra de la arquitectura.

El pórtico de San Luca es el más famoso de la ciudad y también el más largo, con 3796 metros de longitud y nada menos que 666 arcos. Podéis empezar a recorrerlo desde la Piazza Maggiore, después de haber recorrido la Via dell’Archiginnasio y tras pasar la basílica de San Petronio. Basta con pasear por las calles de Bolonia para encontrarse rodeado: desde los pórticos de Santa Caterina hasta el pórtico del palacio de la Mercanzia, desde los pórticos de via Santo Stefano hasta los de Pavaglione… En definitiva, no tendréis problemas ni con la lluvia ni con el sol del verano porque estos pórticos os ofrecerán cobijo estéis donde estéis.

7. Mercado del Cuadrilátero

Muy cerca de la Piazza Maggiore os encontraréis con una de las zonas más bonitas que ver en Bolonia. Se trata del Cuadrilátero, cuatro calles estrechas y empedradas que acogen el popular mercado de la ciudad desde la Edad Media. Aquí encontraréis tiendas que tienen el aspecto de antiguos talleres, que han pasado de generación en generación y que aún conservan su mobiliario original.

Sin embargo, esta zona es conocida por sus numerosos y ricos puestos de comida. ¿Sabíais que Bolonia es el hogar de la mortadela, los tortellinis y el ragú? El mercado del Cuadrilátero es el lugar perfecto para que no os vayáis de la ciudad sin probar algunos de sus platos más típicos. Para ello, os recomendamos este tour gastronómico por Bolonia, en el que el mercado es el motor principal del itinerario.

8. Santuario de Santa Maria della Vita

A pocos metros del mercado os encontraréis con una de las grandes sorpresas de la ciudad. Se trata del santuario de Santa Maria della Vita, una iglesia católica romana de estilo barroco tardío que no podéis dejar de apuntar en vuestra lista de lugares que ver en Bolonia. Esta iglesia alberga la Lamentación sobre Cristo muerto, una de las obras escultóricas más importantes del artista Niccolò dell’Arca, que consta de siete estatuas de terracota de tamaño natural que muestran emociones extremas.

Bajo la gran cúpula de Santa Maria della Vita también encontraréis el Oratorio de Battuti, el único de estilo barroco en Bolonia y que ejemplifica la grandiosidad barroca decorativa en sus paredes y bóvedas esculpidas en oro y exclusivas pinturas y frescos. Además, el santuario es el hogar de otra impresionante obra del siglo XV, concretamente de Alfonso Lombardi, que representa a los doce apóstoles alrededor de la tumba de la Virgen.

9. Torre degli Asinelli y Torre della Garisenda

En total, hay cinco torres en Bolonia, pero las torres gemelas de Garisenda y Asinelli son las más emblemáticas y reconocibles. La torre Asinelli se construyó entre 1109 y 1119 y su cima alcanza una altura de 97,20 metros. Garisenda, por su parte, tiene una altura inferior de 47 metros, y es conocida por su evidente inclinación debido al hundimiento del suelo. Están una al lado de la otra, en una especie de lucha ancestral por ver quién llega más alto.

Los nombres de Asinelli y Garisenda provienen de las familias a las que tradicionalmente se les atribuyó la construcción de las mismas. Si lo deseáis, podéis subir los 498 escalones de la torre Asinelli y admirar Bolonia desde lo más alto. Una vez en la cima, sentiréis que el esfuerzo habrá merecido la pena y que estáis ante una gran recompensa.

10. Torre Prendiparte

La torre Prendiparte es una gran opción para disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad en caso de no podáis subir a la torre Asinelli, ya que tiene una altura de 60 metros. También conocida como torre Coronata, fue construida en el siglo XII por la familia Prendiparte como medida de defensa y sus ladrillos rojos y macizos le dan un carácter de fortaleza medieval inexpugnable.

Al principio, la torre fue utilizada como una extensión del Seminario Arquidiocesano. Más tarde, el Seminario se trasladó a otra ubicación y en 1751 el cardenal Lambertini, papa Benedicto XIV, lo utilizó como prisión del arzobispo para los delitos contra la religión o la ética cristiana. Se dice que en las habitaciones del tercer, cuarto y quinto piso, que alguna vez se usaron como celdas, todavía se pueden distinguir inscripciones y grafitis de los expresos en las paredes.

11. Basílica de San Domenico

La basílica de San Domenico es una de las iglesias con mayor patrimonio artístico y fue construida por los Frailes Dominicos en el siglo XIII como lugar para guardar los restos de San Domenico de Guzmán, fundador del orden. En el interior se conservan obras de arte de valor incalculable de autores como Guercino, Filippo Lippi y Ludovico Carracci.

Especialmente conocida es el Arca de San Domenico, una tumba de mármol en la que descansan los restos del Santo. La obra ha atraído a muchos peregrinos durante siglos y es una creación del escultor italiano Nicola Pisano. Sus contemporáneos la llamaron «una de las Maravillas del Mundo», por su belleza y riqueza de detalles.

12. Complejo de Santo Stefano

La basílica santuario de San Esteban es mucho más que una iglesia. Se conoce sobre todo como “las siete iglesias” porque está compuesto por la unión de varios edificios erigidos en épocas diferentes. Encargada por San Petronio, se dice que se levanta sobre las ruinas de un antiguo templo pagano. Durante siglos ha sido un lugar de peregrinación, ya que en su interior se encuentra una copia exacta del Santo Sepulcro de Jerusalén que San Petronio había visto en Tierra Santa. Es tan fiel a su aspecto que aún hoy se recomienda su visita en las principales guías de Jerusalén.

En la plaza se sitúan también las iglesias del Crucifijo, de origen lombardo, del Calvario y de los SS. Vitale y Agrícola, así como la iglesia de la Trinidad, restaurada entre los siglos XII y XIII. Además, es una buena opción visitar el museo del complejo, que cuenta con una rica colección de pinturas, esculturas y otras obras de arte de épocas diferentes.

13. Museo Cívico Arqueológico

El museo Cívico Arqueológico de Bolonia, en el Palacio Galvani, se inauguró el 25 de septiembre de 1881 y es considerado una de las colecciones arqueológicas más importantes de Italia por su representación de la historia local desde la prehistoria hasta la época romana.

El museo cuenta tambien con sección de yesos, una sección Gala y una de las colecciones numismáticas más importantes del país. Las piezas más relevantes del museo son los cinco relieves de la tumba de Horemheb, general del ejército en la época del faraón Akenatón que, junto con Tutankamón, alcanzó las más altas cotas de mando militar, llegando a convertirse en faraón.

14. Mercado de las Hierbas

Antes de empezar a recomendaros sitios más alejados del centro histórico de Bolonia, queremos que os apuntéis otro de los sitios en los que, además de comer bien, también encontraréis rincones con mucho encanto que ver en Bolonia. En este caso, el mercado de las Hierbas o mercado delle Erbe es unos de los lugares ideales para ver la mezcla de restaurantes de moda y puestos históricos de frutas y verduras.

Por supuesto, también es un buen sitio para tomaros el famoso aperitivo, una de las tradiciones más típicas de Italia. Consiste en un momento de reunión con amigos o familiares para disfrutar de un cóctel acompañado de alguna tapa. Es muy común en las plazas de las ciudades italianas que los bares a partir de las 17:00 horas de la tarde ofrezcan el servicio de aperitivo.

15. Santuario de Nuestra Señora de San Luca

Ahora sí, alejándonos del casco de la ciudad, vamos con alguna recomendación que ver en Bolonia si contáis con más tiempo que uno o dos días. En este punto, os recomendamos el santuario de Nuestra Señora de San Luca, situado en una colina de 300 metros. Está conectado con el casco histórico a través de una característica columnata, la más larga del mundo, que, saliendo de Puerta Saragoza, se extiende por 4 kilómetros con más de 600 arcos y que, junto con los otros pórticos de la ciudad, se declaró Patrimonio Mundial en 2021.

La construcción del santuario se inició en 1741 sobre un proyecto de Carlo Francesco Dotti y finalizó en 1815. Detrás del presbiterio se encuentra el icono de la Virgen de San Luca, que llegó a la ciudad a finales del siglo XIII y se ha convertido en uno de los mayores lugares de peregrinaje. Los creyentes dicen que, cuando se acercan al icono y lo contemplan durante mucho tiempo, tienen la impresión de sentirse seguidos por su mirada.

16. Colinas de Bolonia

Las colinas de Bolonia son una red de bellos pueblos, castillos y paisajes que rodean la ciudad de Bolonia. El mencionado santuario de Nuestra Señora de San Luca forma parte del Colli Bolognesi, pero no es el único monumento que merece una visita.

Si queréis recorrer una de las zonas más bonitas de Italia, os aconsejamos que reservéis este divertido tour en fiat por las colinas de Bolonia. Subiréis al mirador de San Michele in Bosco e iréis al Sacrario di Sabbiuno, un lugar que ha marcado la historia reciente de Bolonia, rodeado de una exuberante vegetación.

17. Ventana al canal

Lo hemos dejado para el final, pero no porque sea menos importante, sino para darle un toque especial. Y es que un lugar imprescindible que ver en Bolonia es la Ventana al canal conocida también como la ventana de Via Piella. Caminando por la via Indipendenza, llegaréis al pórtico de via Piella. A la derecha os encontraréis con una pequeña ventana que abre paso a una Bolonia inesperada, la de las aguas subterráneas que hasta hace dos siglos eran canales descubiertos.

Mirando desde la ventana al canal que serpentea a través de los coloridos edificios, tendréis la sensación de estar en una pequeña Venecia. Este canal es la continuación de uno de los canales principales de Bolonia, el canal de Reno que, en la entrada de la ciudad, se divide en dos ramales: el canal Cavaticcio y el canal Moline. En la Bolonia medieval los canales eran muy importantes.

No sé a vosotros, pero a nosotros ya nos están entrando ganas de asomarnos a esta magnífica ventana y también de recorrer todos los lugares imprescindibles que ver en Bolonia. Si queréis llenar vuestro viaje con otras actividades, podéis echar un vistazo a nuestro catálogo con las mejores actividades y visitas guiadas en Bolonia.