El Representante Especial de la Cancillería ucraniana para América Latina, Ruslan Spirin, concedió una entrevista en la que habló de los seis meses de guerra y de los vínculos de Moscú con varios países de la región.
Ucrania celebra este 24 de agosto 31 años desde su declaración de la independencia. Una independencia que se ha visto amenazada por las ambiciones de Vladimir Putin quien el 24 de febrero pasado, ordenó una invasión y desató una guerra. Naciones Unidas afirmó que el conflicto ya ha dejado más de 5.500 civiles muertos de acuerdo con cifras oficiales, aunque la cantidad real podría ser mucho mayor.
A seis meses del inicio de lo que la propaganda del Kremlin calificó como una “operación especial”, conversamos con el Representante Especial de la Cancillería de Ucrania para América Latina, el embajador Ruslan Spirin, conversó con el equipo del sitio Monitoreamos desde Kiev.
“Todo el mundo ya entendió que Ucrania no está defendiendo solamente a su propio país y a su propio pueblo, sino estamos defendiendo a toda Europa y el sistema de seguridad internacional. Esta guerra es el pasado contra el futuro, dictadura policial contra la democracia, los bárbaros contra la civilización”, afirmó.
Spirin está confiado en que su país logrará vencer esta guerra, pero para ello pide que continúe el apoyo de la comunidad internacional y hace un llamado a los latinoamericanos, y en particular a los venezolanos, a que no se dejen engañar por la propaganda rusa.
—A seis meses del inicio de la invasión, ¿cuál es la situación actual de la guerra?
—Pensaron que sería un paseo para ellos, que en tres o cuatro días podrían terminar con todo. Y por cierto, muchos líderes globales pensaron de esa manera; creyeron que el segundo ejército más grande del mundo tenía tanto poder que nadie podría frenarlo ni soportar sus ataques. Pero resultó que esos tres o cuatro días serían seis meses, y Rusia no pudo alcanzar sus objetivos. Sus soldados ya están cansados o muertos y ahora deben pensar dónde conseguir más carne de cañón. La generación de los soldados rusos que había preparado para la guerra ya está eliminada. No cabe dudas que nosotros vamos a ganar. Y eso es porque todo el mundo ya entendió que Ucrania no está defendiendo solamente a su propio país y su propio pueblo, sino estamos defendiendo a toda Europa y el sistema de seguridad internacional. Esta guerra es el pasado contra el futuro, dictadura policial contra la democracia, los bárbaros contra la civilización.
—Vladimir Putin, al inaugurar los Army Games, ofreció suministrar armamento a sus aliados en el mundo, e hizo énfasis en Latinoamérica, según él mismo dijo entonces, para garantizar “la paz”. ¿Qué opinan de esto?
—La mentira rusa es tan cínica, que ya se trata casi de una ciencia o de un arte. Saben cómo mentir a todo el mundo y a su propia gente. Cuando dicen que quieren establecer la paz construyendo o suministrando armas, da risa. Me entristece que alguien todavía pueda creer en eso porque ya estamos acostumbrados a que no se puede confiar en los rusos. El que piense de otra manera se equivoca. Hace poco firmamos un acuerdo para garantizar la salida del trigo de Ucrania para el mundo, y al día siguiente de la firma lanzaron cohetes contra nuestro puerto de Odesa. Rusia dice que quiere hacer la paz y al mismo tiempo lanza miles de misiles a las ciudades ucranianas. En los dos últimos meses dañaron más de 22 mil objetos de infraestructura civil. Dicen que están luchando contra el Ejército ucraniano, pero matan a la población civil. Universidades, escuelas, centros comerciales, iglesias, teatros, hospitales, casas de maternidad; los están atacando a todos. Parece que tienen en mente eliminar la nación, como ya han hecho en Siria. Eso es lo que saben hacer, porque entendieron que no pueden ganar el apoyo de la población.
—A propósito de la reactivación de las exportaciones, ¿Cómo se vio afectado el comercio entre Ucrania y América Latina en estos seis meses de guerra?
—Cuando comienza una guerra siempre se afecta el comercio con todo el mundo. Los primeros meses bajamos a la mitad el comercio. Pero luego nuestro presidente (Volodimir Zelensky) llamó a los ucranianos a seguir adelante, a recuperar nuestra economía, a comenzar a sembrar y cosechar, porque todos estaban esperando que Ucrania los alimente. En África había una gran necesidad de trigo ucraniano, son muy dependientes. Por eso salimos a los campos para plantar y a cosechar. Esto a pesar de que un millón y medio de hectáreas fueron quemadas por Rusia con bombas, cohetes y misiles. Aún así, nosotros tenemos disponible a nuestro sector agrícola para alimentar a todo el mundo. Por eso la bandera de Ucrania se compone de dos pistas azul y amarillo, que representan el cielo y los campos de trigo. Lo que necesitamos es alimentar a nuestros socios y cumplir con nuestros deberes según los contratos. Estamos garantizando que no comience una crisis alimenticia en el mundo.
—Al inicio de la invasión, Nicolás Maduro expresó todo su apoyo a Rusia en la ofensiva contra Ucrania. ¿Cómo vieron esa posición? ¿Han tenido algún diálogo con el régimen en estos seis meses para explicar cuál es su visión de esta guerra?
—Justamente para explicar qué sucede en nuestras tierras es que yo fui nombrado como representante especial de Ucrania para América Latina y el Caribe, porque nuestro gobierno presta mucha atención a esta región. Es muy importante para nosotros porque estamos buscando nuestros socios estratégicos, aquellos que pueden entender y que tengan influencia en el mundo, en la ONU y en los organismos internacionales. Y para empezar necesitamos que la gente de América Latina, y en Venezuela también, puedan escuchar la información de una fuente alternativa, porque lo que hace Rusia, y lo hace con mucho éxito, es lanzar al mundo su propaganda y desinformación. Usan mucho dinero para eso, saben cómo hacerlo. Desde la Revolución Bolchevique se convirtieron en expertos para engañar a su propio pueblo y a los pueblos del mundo. Además, cuando la información refleja solamente un lado de la moneda, entonces en base de esa desinformación, de esa propaganda, hace sus conclusiones, sin posibilidad de analizar de manera distinta.
Eso es lo que justamente nuestro gobierno pide a todos los países, distribuir la información verdadera, alternativa a la desinformación que está enviando Rusia. Cuando uno quiere hacer análisis de una situación, por lo menos debería escuchar de dos fuentes. Pero cuando tienes la información solamente de un lado, ya sus decisiones no pueden ser 100% adecuados.
Todos somos seres humanos. Ningún ser humano quiere la guerra, eso es absurdo. Todos queremos vivir en paz, necesitamos ver cómo crecen nuestros niños, cómo van a la escuela, se casan, que tienen hijos, nosotros tenemos nietos. Eso es algo normal, eso es a lo que quiere llegar cualquier ser humano. Y cuando alguien te ataca con toda su ofensiva, mata a la gente, destruye los objetos civiles, por sus ambiciones. ¿Por qué han comenzado eso? Tal vez para recuperar todo el territorio del imperio ruso, de la Unión Soviética, países que vivían como esclavos. Ahora todos esos países ya viven su propia vida, ya escogieron sus valores, que son distintos, y no pretenden regresar a la órbita de Rusia. Y eso es lo que hace enojar a Putin y su gente. Por eso parece estar dispuesto a matar miles, no solamente de sus soldados, sino matar y destruir la infraestructura civil de los otros países. Ningún país del mundo puede apoyar el deseo de eliminar a otra nación o de matar a su vecino.
—Pero en el caso de América Latina hay aliados muy fuertes de Rusia, como Venezuela, Nicaragua y Cuba, sobre todo en la cooperación militar. ¿Cómo ven ustedes esta cooperación militar? ¿Creen que es una amenaza para Latinoamérica?
—Cualquier alianza con Rusia aumenta la inseguridad para la región, porque la naturaleza del gobierno ruso es su deseo de destrucción. Así que, si se hacen aliados es por alguna razón, para desestabilizar la región. Lo más importante para Rusia es vender sus armas y tener algunos aliados, no importa quién. Cuando no tienes amigos en el mundo, usas todo lo que tienes para ganar por lo menos alguien, y lo que tienen los rusos son sus armas.
—¿Qué valoración hacen de la posición que han asumido los países de Latinoamérica en estos seis meses de guerra?
—Todo el mundo está apoyando a un país pacífico, a los civiles para que no los maten. Nadie en el mundo quiere apoyar a los agresores, invasores y ocupantes que, por su propio deseo, quieren cambiar las fronteras establecidas por la ONU e internacionalmente reconocidas. Si no quieres que suceda contigo, no vas a apoyarlo contra otro país. ¿No quieres tener la guerra en tu casa? Entonces no vas a apoyar la guerra contra tu vecino. Y mientras más países en el mundo entienden eso, más apoyo tenemos de los gobiernos y los organismos internacionales. Nosotros sí sentimos este apoyo y con ese apoyo nosotros nos convertimos más fuertes y más seguridad tenemos de que vamos a ganar, aunque la vida en estos seis meses para la población civil ha sido una pesadilla.
Por Gabriel Bastidas para Monitoreamos
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