Las afectaciones en las cadenas de suministros llegarán hasta los bolsillos de los consumidores, ya que el alza en los costos de envío se trasladará a los precios finales
La huelga de trabajadores portuarios en la costa este y del golfo de Estados Unidos podría generar pérdidas económicas significativas, afectando a una amplia gama de sectores comerciales. Según estimaciones, el costo para la economía estadounidense podría llegar a los 5 mil millones de dólares diarios si la huelga se prolonga afectando directamente a industrias que dependen de los puertos para la importación de productos como alimentos, ropa y automóviles, de acuerdo con un análisis de JP Morgan.
A largo plazo, este paro podría agravar los problemas inflacionarios existentes en sectores como la alimentación y la vivienda, lo que se sumaría a la frustración de los consumidores. Las estimaciones indican que cada día de huelga puede causar semanas de retraso en la recuperación del flujo normal de mercancías
Este impacto financiero se debe a la interrupción en 14 puertos clave que manejan aproximadamente la mitad de las importaciones marítimas del país. La paralización del comercio en estos puertos afectaría especialmente a las industrias automotriz, farmacéutica y alimentaria. Por ejemplo, el puerto de Baltimore, que lidera en la importación de vehículos, vería interrumpidos envíos valorados en 37.8 mil millones de dólares al año. Del mismo modo, los envíos de productos agrícolas y farmacéuticos que dependen de estos puertos también están en riesgo.
Cuál es el impacto para los consumidores
USA Today advierte que la huelga podría costar hasta 5 mil millones de dólares diarios, afectando tanto a pequeñas como medianas empresas y potencialmente aumentando los precios para los consumidores ya afectados por la inflación.
“Cualquier huelga que dure más de una semana podría causar escasez de bienes para los días festivos”, advirtió a USA Today, Eric Clark, gerente de cartera de Accuvest Global Advisors.
La huelga de los trabajadores portuarios, que abarca desde Maine hasta Texas, está comenzando a afectar de manera tangible a los consumidores, especialmente en los precios de productos esenciales. Aunque la mayoría de los bienes navideños ya han sido importados, una huelga prolongada podría provocar escasez y aumentos de precios en productos clave como frutas frescas, verduras, automóviles y productos electrónicos.
Si bien los grandes minoristas anticiparon la interrupción y ajustaron sus inventarios, las frutas perecederas como las bananas, los aguacates y las piñas, que se importan principalmente a través de la costa este, podrían experimentar aumentos de precios debido a los altos costos de logística. Algunos supermercados han advertido que los precios de las bananas podrían duplicarse temporalmente, ya que los minoristas se ven obligados a buscar alternativas costosas como el transporte aéreo para garantizar el suministro.
Además, si la huelga se prolonga, los consumidores podrían enfrentar escasez de productos electrónicos, ropa y juguetes. La Asociación de Juguetes de EE. UU. advirtió que hasta el 60% de las ventas anuales de juguetes se realiza en el último trimestre, lo que significa que cualquier retraso en el suministro de estos productos podría derivar en mayores precios y menos disponibilidad en las tiendas. Asimismo, los costos adicionales del transporte terrestre para redirigir envíos aumentan los precios en productos básicos.
Ante la disrupción causada por la huelga, muchas empresas han comenzado a tomar medidas preventivas para mitigar sus efectos. Grandes minoristas como Walmart, Amazon y Home Depot, que tienen contenedores varados en puertos cerrados, han intentado asegurar sus inventarios trasladando envíos a la costa oeste. Sin embargo, este cambio ha generado costos adicionales, con algunas empresas enfrentando aumentos del 10% al 20% en sus gastos logísticos debido a la necesidad de utilizar transporte terrestre y redirigir mercancías.
El aumento de los costos de transporte ha sido inevitable para muchas compañías, que invierten de 300 a 2,000 dólares por contenedor en el redireccionamiento de los envíos.
Puertos afectados por la huelga
Los puertos que se han visto más afectados incluyen algunos de los más activos en la importación y exportación de bienes estratégicos para la economía de EE. UU. Entre los puertos más afectados se encuentran:
- Nueva York/Nueva Jersey: El puerto más grande en la costa este, esencial para el transporte de productos minoristas y maquinaria pesada.
- Baltimore y Brunswick, Georgia: Los dos principales puertos de importación de automóviles del país, cruciales para la industria automotriz estadounidense.
- Filadelfia: Puerto que prioriza la importación de frutas y verduras, principalmente de América Latina.
- Nueva Orleans: Importante para la entrada de productos agrícolas como café y cacao de Sudamérica, además de productos químicos y madera.
Otros puertos clave incluyen Boston, Norfolk, Charleston, Savannah, Tampa y Mobile, todos ellos afectados por la huelga, lo que ha causado interrupciones considerables en la logística de estos puntos de entrada.
Productos afectados por el paro
Los productos que más se verán afectados por esta huelga incluyen desde alimentos perecederos hasta automóviles y productos electrónicos. Los puertos de la costa este y del Golfo manejan una gran parte de las importaciones de:
- Frutas y verduras frescas: El puerto de Filadelfia es un punto de entrada clave para productos frescos de Sudamérica, incluyendo frutas tropicales como piñas y bananas, productos que podrían sufrir retrasos significativos en su llegada a las estanterías de supermercados estadounidenses.
- Automóviles y piezas: Los puertos de Baltimore y Brunswick son fundamentales para el comercio automotriz, y la interrupción en estas instalaciones podría provocar escasez de vehículos y repuestos. Las importaciones de automóviles desde Europa, en particular, se verían afectadas, ya que redirigir estos envíos resulta más complicado que los provenientes de Asia.
- Productos farmacéuticos: Más del 69% de las exportaciones de productos farmacéuticos en contenedores y el 91% de las importaciones de estos productos en EE. UU. son manejados por los puertos afectados por la huelga. Esto incluye medicamentos críticos como anestésicos y suministros médicos esenciales como guantes de látex, que podrían sufrir retrasos si el paro se prolonga.
Retrasos podrían impactar la temporada navideña
La huelga también está afectando a los productos de consumo masivo como ropa, juguetes y muebles, lo que podría influir en los precios de estos bienes durante la temporada de compras navideñas.
Se prevé que un paro de una semana podría crear un retraso que tardaría hasta 84 días en resolverse, de acuerdo con CNBC. Las empresas están lidiando con costos adicionales asociados al desvío de cargas a otros puertos, así como al uso de transporte terrestre adicional, lo que aumenta las tarifas y afectará a los consumidores con aumentos en los precios finales.
La Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de EE. UU. (USMX), que representa a los operadores portuarios, han llegado a un punto muerto en las negociaciones. La ILA exige un aumento salarial del 77% a lo largo de seis años, justificando que se necesita para compensar la inflación y los años de aumentos salariales menores. Además, el sindicato pide una prohibición total de la automatización de grúas, puertas y camiones de carga, argumentando que esta tecnología pone en riesgo la seguridad laboral de miles de trabajadores portuarios.
Las negociaciones no han avanzado
En respuesta, la USMX ofreció un aumento salarial del 50% en seis años, junto con una triplicación de las contribuciones a los planes de jubilación y mejoras en la cobertura de salud. También prometió mantener los límites a la automatización que ya se incluyen en el contrato anterior. A pesar de esta oferta, el sindicato rechazó la propuesta, destacando que no satisface completamente sus demandas, por lo que la huelga continúa.
Mientras tanto, el gobierno de EE. UU., que podría intervenir bajo la Ley Taft-Hartley si la huelga se considera una amenaza para la economía, ha decidido no involucrarse. El presidente Joe Biden ha dejado claro que cree en la negociación colectiva y no planea utilizar sus poderes para suspender temporalmente la huelga, como hizo anteriormente en negociaciones portuarias en la costa oeste.
infobae.com
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