Régimen de Ortega-Murillo provoca destrucción sistemática de bosques mientras China agrava el problema

Nicaragua, una nación rica en biodiversidad y hogar de vastos bosques enfrenta una crisis ambiental sin precedentes. Entre 2015 y 2022, la depredación forestal facilitada por el régimen de Daniel Ortega-Rosario Murillo, redujo la cobertura forestal del país en un “alarmante 24 por ciento”, refiere el estudio Bosques en Venta, realizado por la ONG nicaragüense Observatorio Pro-Transparencia y Anticorrupción (OPTA).

Si la actual tasa de deforestación continúa, en 10 años el país tendrá menos del 20 por ciento de su cobertura forestal, advierte el estudio. En 2023, Nicaragua perdió 60 000 hectáreas de bosques primarios. Es el país con la mayor tasa de deforestación en relación con su tamaño, con una reducción del 4,2 por ciento por año, señaló la plataforma de periodismo independiente Nicaragua Investiga.

Las repercusiones de esta deforestación son devastadoras tanto a nivel ambiental como social, dijo a Diálogo Amaru Ruiz, director de la organización ambientalista nicaragüense Fundación del Río, el 25 de julio. “La pérdida de bosques naturales provoca consecuencias graves, entre las que se encuentran disminución del agua, cambios en las condiciones climáticas locales, contribución al cambio climático global y pérdida de biodiversidad”.

“La deforestación sin control destruye el hábitat natural de las comunidades y pueblos indígenas”, comentó el 4 de julio a Diálogo desde el exilio un exlíder del pueblo indígena Miskito, que prefiere mantener el anonimato por motivos de seguridad. “La tala diaria ha eliminado maderas preciosas como caoba y cedro, recursos vitales para su subsistencia”. Esta devastación, agrega, está impulsada por el régimen y las fuerzas armadas.

Círculo de corrupción

Según el estudio de OPTA, desde 2007, el régimen Ortega-Murillo facilita la deforestación en el país, mediante corrupción y concentración de poder. Esta corrupción involucra al régimen, la familia Ortega-Murillo, el partido y sus testaferros, creando “feudos de poder” institucionalizados y un sistema corrupto de arriba hacia abajo.

La corrupción en el sector forestal está fuertemente influenciada por el sistema político, precisó OPTA. Las decisiones políticas priman sobre las decisiones técnicas y las demandas legítimas de protección ambiental y social. El régimen de Ortega-Murillo ha realizado 13 modificaciones legislativas ambientales para justificar acciones corruptas y violaciones al marco legal, creando una falsa apariencia de legalidad.

Además, Bosques en Venta revela que Nicaragua cuenta con 110 empresas forestales distribuidas en todo el país. La mayor concentración se encuentra en Nueva Segovia (30 por ciento), seguida de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (17 por ciento), Estelí (9 por ciento), la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (8 por ciento), Chontales (6 por ciento) y el resto de los departamentos (30 por ciento). En 2022, se otorgaron 1007 permisos para la extracción de madera a varias empresas, en su mayoría extranjeras.

China

“China se convirtió en uno de los principales actores en este escenario, con empresas que tienen permisos para exportar madera desde Nicaragua”, advirtió Ruiz. “Esta situación preocupa, ya que cualquier empresa que quiera invertir u operar en el país debe pasar por los filtros del régimen, lo que implica estar alineada con ellos o tener acuerdos bajo la mesa para tramitar una licencia de operación”. 

Es complejo determinar el nivel de involucramiento de los consorcios chinos en la cadena de extracción, procesamiento o exportación de recursos en Nicaragua, explicó Ruiz. “Muchas de esas corporaciones operan a través de empresas nicaragüenses y prestanombres que realizan la explotación forestal, con intermediarios chinos que no figuran en los registros, lo que dificulta el rastreo y la identificación de los responsables”.

“El panorama de la deforestación se torna más complejo con la llegada de este nuevo actor, China, quien incrementó significativamente su presencia en Latinoamérica en los últimos años”, agregó Ruiz. “Ingresó al escenario nicaragüense con una estrategia particular, con empresas caracterizadas por tener funcionarios chinos como accionistas y por estar alineadas con las políticas económicas del Partido Comunista Chino”.

Pekín no solo aumenta la preocupación existente, sino que la intensifica considerablemente. “Las características de sus empresas, sumado a su historial en la región, hacen temer que la situación ambiental y social de Nicaragua se deteriore aún más”, detalló Ruiz. “La deforestación podría acelerarse, los ecosistemas sufrir un daño irreparable y las comunidades locales verse aún más afectadas”.

El granadillo 

La extracción ilegal de madera representa entre un 25 por ciento y un 40 por ciento de las ganancias del sector forestal cada año, según la investigación del OPTA. Una de las maderas más cotizada por China es la del árbol granadillo o palosangre, utilizada para hacer instrumentos musicales y tableros para yates. Desde 2012, Managua exporta masivamente esta madera al mercado chino, documenta en un video del diario nicaragüense Confidencial.

La demanda desató el tráfico ilegal del granadillo a través de la falsificación de guías forestales, traficando la madera camuflada entre otras mercancías revisadas por las aduanas como frijol o diferentes tubérculos. En estas operaciones están vinculadas mafias operadas por chinos a través de testaferros. La fiebre del granadillo nicaragüense se inició tras el bloqueo forestal impuesto a China en otros países de la región, detalla el diario.

Grupos armados de la región talan la madera preciosa en el extremo de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, convirtiéndola en una escala importante para el crimen organizado y los cargamentos de droga. Los residentes de los pueblos originales de la región se quejan de la afluencia de estos traficantes, señala en Internet la organización de investigación y periodismo especializado en crimen organizado InSight Crime.

“No tenemos a quien acudir. Estamos amenazados por el régimen y por personas armadas que se apoderan de nuestras tierras boscosas, nos desplazan, asesinan y violan a nuestros pobladores,” expresó el exlíder del pueblo Miskito. “La reserva de la biosfera Bosawás, donde se extrae madera ilegalmente, era el pulmón de Centroamérica; ahora es un cascarón.”

Apoyo internacional

Para apoyar a la sociedad nicaragüense en sus esfuerzos de auditoría y control forestal, los organismos internacionales deben unir esfuerzos para exigir que todas las entidades financieras y de inversión que operen en Nicaragua establezcan sistemas exhaustivos de acceso a información pública sobre todos sus proyectos, proporcionando detalles más allá de los documentos generales, reclamó Ruiz.

“Es crucial que toda la información sobre el financiamiento dirigido a Nicaragua sea objeto de escrutinio riguroso y público, para que la ciudadanía y las organizaciones especializadas tengan acceso a documentación detallada, que facilite un seguimiento independiente de los procesos de financiamiento y las fusiones realizadas por el régimen, para que no sean utilizadas como prebendas de asistencia social para mantenerse en el poder”, concluyó Ruiz.