Las islas Canarias han decretado por tercera semana consecutiva la retirada del producto del mercado, a cambio de una subvención a los productores.
Los productores de las islas Canarias, en España, han retirado del mercado más de tres millones de plátanos, de los que una gran mayoría acaban en vertederos. El año pasado fueron 26 millones de kilos.
Se trata de una práctica conocida como la pica del plátano, que consiste en deshacerse de una parte de la producción para proteger a los agricultores, que no solo pretenden mantener los precios en el mercado sino que además reciben una subvención pública a cambio.
La idea de tirar comida desata un intenso debate moral, si bien se trata de una cuestión mucho más compleja, que abarca desde los bajos precios recibidos por los productores, el alto coste del transporte desde un enclave insular, la legislación europea y la competencia con otros países.
El plátano de Canarias tiene su principal mercado, y prácticamente único, en la Península Ibérica y las Islas Baleares. La retirada de producto busca evitar el desplome de los precios cuando se produce sobreproducción y cuando escasea la demanda, como ocurre tradicionalmente en agosto.
Subvencionado por Europa
El producto retirado recibe una subvención de 0,30 euros por kilo del programa europeo POSEI, como recoge Canarias Ahora, si bien esa retirada debe ser autorizada por el Gobierno canario, a petición de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), que reúne a las seis organizaciones de productores de plátanos que hay en las islas.
El Comité de Comercialización de Asprocan toma la decisión basándose en las previsiones de cosecha dadas por los productores, la situación de los mercados y la información disponible de las cámaras de maduración.
Buena parte de los plátanos acaba en vertederos, a pesar de que se prevén otros destinos, como servir de alimento para animales o repartirlos a bancos de alimentos u otras organizaciones de ayuda a los más necesitados.
Aumento de la competencia y de los costes
Los productores se encuentran en una encrucijada. En la Península han aumentado las ventas de bananas procedentes de terceros países, lo que ha lastrado las ventas del plátano nacional, mientras que el aumento de los fletes se han disparado, en gran medida por el conflicto en Ucrania.
Hay ocasiones en que al agricultor le sale a pérdidas comercializar su producto, por lo que la opción de retirada del mercado les produce cierto alivio económico. Sin embargo, en la actualidad, mientras España lucha por doblegar la inflación y contener la pérdida de poder adquisitivo de una parte de los asalariados, el mantenimiento artificial del precio de productos alimentarios es ampliamente incomprendido.
Sin embargo, no todos los agricultores están de acuerdo con las medidas adoptadas. Así, la Plataforma por un Precio Justo y Auténtico del Plátano ha denunciado recientemente que la retirada de la fruta del mercado no está mejorando los ingresos de los productores, según recoge la prensa local, mientras que empeora la imagen pública del sector.
La Plataforma informa que ha enviado un escrito a la Consejería de Agricultura del Gobierno de las Islas Canarias para mostrar su rechazo a la autorización de la última pica. Se trata de la tercera semana consecutiva que se autoriza en Canarias la retirada de plátanos, la principal producción agraria del archipiélago.
Mientras, ingentes cantidades de plátanos se tiran a la basura, a la vez que en las fruterías el precio de venta al público supera los dos euros el kilo.
actualidad.rt.com
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