Buques, vehículos no tripulados, aeronaves y armamento: ¿hacia dónde se perfila la Armada Argentina?

El Director de Materiales de la Armada Argentina se refirió a los grandes proyectos que persigue la Fuerza en pos de la recuperación de capacidades e invitó al sector privado a sumarse a los desarrollos. 

“Tómenlo como una invitación para acercarse a la Armada Argentina con el objetivo de encontrar un punto en común en los proyectos que consideramos de interés”, dijo, ante un auditorio repleto de empresarios argentinos y estadounidenses, el contralmirante Gerardo Fabio Dieguez, director ejecutivo de la dirección de Materiales de la Fuerza. 

La declaración tuvo lugar en la última conferencia bilateral “Oportunidades y desafíos en materia de industria de defensa”, un evento realizado en la Facultad de Ingeniería del Ejército -con la coordinación de la embajada de Estados Unidos y la cartera que lidera Luis Petri- que reunió a funcionarios y autoridades castrenses con empresarios en pos de promover las inversiones y la innovación tecnológica para el ámbito militar.

Desarrollos, necesidades y proyecciones de la Armada Argentina

En el auditorio de la Facultad de Ingeniería del Ejército Argentino, Dieguez contó que la Armada está enfocada en la recuperación y modernización de los destructores tipo MEKO, la incorporación de buques multipropósito tipo LPD (landing platform dock) y LST (landing ship tank) para ser utilizados en ayuda humanitaria y en operaciones anfibias, y la adquisición de 12 remolcadores (cuyo diseño e ingeniería tiene lugar en Tandanor).

En cuanto a los destructores, el contraalmirante detalló que se pretende realizar la modernización total: en una primera etapa se realizará la actualización de los sistemas de propulsión y, en un segundo momento todo aquello que se encuentra de la turbina para arriba. “Es la modernización de los sistemas de sensores de combate, de comando y control, y de los sistemas de armas en general, como misiles y torpedos”, explicó.

Además, con respecto a los buques multipropósito, argumentó que estas unidades son fundamentales como complemento y apoyo a las operaciones anfibias, “que son las más complejas”.

Obras en el dique de carena número 2 de Puerto Belgrano

En la conferencia, el oficial se refirió a un proyecto estratégico: la reparación del dique de carena número 2 de Puerto Belgrano, Punta Alta, sur de la provincia de Buenos Aires. “Es el único que puede albergar a buques Panamax para su reparación”, explicó, al tiempo que contó que ya se llevó adelante una primera etapa de la recuperación, enfocada en una compuerta corrediza. Pero, como no fue suficiente, se trabajó en una compuerta flotante que está próxima a ser llevada.

“Queda pendiente la parte de auxiliares y recuperación de los muros, que después de tantos años han empezado a tener filtraciones. Reparar esto, sin hacer roturas grandes, es una tarea titánica”, reconoció, al tiempo que contó que este trabajo en el muro es importante porque se está modernizando una grúa con capacidad para más de 37 toneladas: “Lo que nos permitiría trabajar con equipos más pesados”.

Cabe destacar que el dique es el único del país que puede albergar al rompehielos ARA “Almirante Irizar” y al buque logístico ARA “Patagonia”, que abastece a la flota de mar.

Helicópteros, armamento y vehículos no tripulados

El contraalmirante Dieguez también mencionó otros proyectos en los que la Fuerza se encuentra trabajando, como la modernización de las aeronaves T-34 Turbo Mentor, empleadas para el adiestramiento de los pilotos; la incorporación de vehículos (6×6 y 8×8) y misiles, y la modernización del armamento liviano para la Infantería de Marina.

En palabras del oficial, la Armada también está enfocada en un estudio para la incorporación de helicópteros livianos que podrían ser embarcados y hangarados en las unidades de la Fuerza. “Estos tienen como finalidad colaborar con el control del mar. Son muy utilizados durante las patrullas de control de pesca y tienen capacidad de ayuda humanitaria”, contó.

Asimismo, otro de los estudios apunta al desarrollo de un vehículo aéreo no tripulado que pueda despegar y aterrizar de modo vertical (ya que estarían embarcados); y en el posible desarrollo de un adiestrador de submarinos.