La creciente influencia de China en Ecuador deja huella en áreas críticas como recursos naturales, seguridad e infraestructura, principalmente debido a préstamos chinos que comprometen a largo plazo los recursos estratégicos del país y la transparencia, señala un informe reciente del centro de investigaciones centroamericano Expediente Abierto.
Cuando Ecuador quedó aislado del sistema financiero internacional en 2009, recibió préstamos de bancos estatales y comerciales chinos, condicionados a la compra de bienes y servicios chinos y compromisos para acaparar la producción petrolera ecuatoriana, así como emplear a empresas chinas para proyectos de infraestructura y de seguridad, detalla.
Pekín entregó a Quito más de USD 24 000 millones en créditos bilaterales, representando una cantidad sin precedentes de préstamos para el país andino. La deuda con China se convirtió en la mayor de Ecuador, indica el libro Los secretos de la deuda china, coordinado por el periodista Christian Zurita.
“Durante el Gobierno de Rafael Correa las relaciones entre los dos países experimentaron un cambio importante. Pekín buscaba ampliar su influencia en la región y vio a Ecuador como un objetivo estratégico, por supuesto beneficiando a China”, dijo el 20 de mayo a Diálogo Sergio Cesarin, coordinador del Centro de Estudios sobre Asia del Pacífico e India, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Argentina.
Recursos naturales
Expediente Abierto revela que Ecuador aseguró un flujo constante de recursos hacia China, comprometiendo barriles de petróleo mediante ventas a largo plazo y créditos. Esto permitió a firmas chinas monopolizar la compra y comercialización del petróleo ecuatoriano, obteniendo contratos y concesiones para exploración y explotación de bloques petroleros y mineros.
El valor de los barriles superaba los anticipos y créditos chinos, generando un desequilibrio financiero a favor de Pekín.
Los secretos de la deuda china revelan que la venta anticipada de petróleo de Ecuador fue utilizada por China con propósitos comerciales, en lugar de satisfacer una demanda energética, ya que el petróleo nunca llegó a Asia.
“El petróleo ha sido, es y continuará siendo, una variable crucial en las exportaciones y las inversiones chinas en Ecuador”, comentó Cesarin. “Además, los contratos y concesiones relacionados con el petróleo están rodeados de secretismo a lo largo de los diferentes gobiernos”.
El debate sobre las garantías por la provisión de petróleo sigue siendo relevante en Ecuador, destacando la “dependencia casi absoluta de concesiones soberanas muy fuertes con China”, comentó Cesarin. “Esta situación, junto con las asimetrías de poder, coloca a Ecuador en una posición complicada para limitar la influencia china”.
Además del petróleo, la relación entre Ecuador y China experimenta un aumento preocupante en la minería ilegal y el comercio ilícito de oro, según un informe de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En 2019, Ecuador exportó casi cuatro veces más de oro que Colombia y Perú juntos, con la gran mayoría dirigida a China.
El informe destacó una discrepancia significativa en el valor de estas exportaciones, lo que sugiere posibles irregularidades en los flujos comerciales. Ecuador exportó USD 76,6 millones en oro a China en 2019, pero Pekín dijo haber recibido USD 339,2 millones, cantidad que habría ingresado de forma irregular y que llevó a Quito a declarar la minería ilegal como una amenaza para su seguridad nacional.
Infraestructura
Los secretos de la deuda china, el modelo de financiamiento chino en Ecuador para los proyectos de infraestructura, revelado en el libro, estuvo marcado por el control de la banca china desde las etapas iniciales de negociación, imponiendo condiciones como la contratación de empresas estatales chinas y la cláusula de inmunidad soberana.
Después de 2017, aumentaron las actividades crediticias con China, según Expediente Abierto, pero muchos proyectos se toparon con graves problemas de ejecución y estuvieron plagados de fallos.
Paulina Garzón, directora de la ONG ecuatoriana Latinoamérica Sustentable, expresó su preocupación en mayo de 2023 a la plataforma ambiental Mongabay, afirmando que “todos los proyectos emblemáticos chinos son ilegales, conflictivos y con resultados económicos dudosos”. En este contexto, fortalecer la inversión china con un tratado de libre comercio podría “ser peligroso”.
Un ejemplo de ello es la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, un proyecto chino en Latinoamérica que enfrenta controversias desde su inauguración en 2016. Diseñada para satisfacer una parte significativa de la demanda eléctrica de Ecuador, la obra enfrenta desafíos como fisuras en las tuberías y amenazas de erosión, reportó el 10 de abril Latinoamérica21.
A pesar de múltiples intentos de reparación las fisuras persisten, generando incertidumbre sobre soluciones a largo plazo. Ocho años después, el proyecto aún no ha sido formalmente aceptado por el Gobierno ecuatoriano, destacando la complejidad y las consecuencias de estas dificultades técnicas y administrativas, detalló.
“Ecuador ejemplifica cómo se replican varias de las estrategias que China aplica en Latinoamérica: préstamos que generan situaciones cercanas al incumplimiento, obligando al país receptor a conceder más; la imposición de condiciones secretas en contratos que involucran recursos naturales; y el desplazamiento de culturas y población indígena”, comentó Cesarin.
Laura Solano
Fuente de esta noticia: https://dialogo-americas.com/es/articles/el-empuje-de-china-en-ecuador/
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