Fernando Villavicencio murió por un disparo en la cabeza, efectuado a larga distancia, relata el médico legista

Entre fuertes medidas de seguridad se instaló la audiencia de juicio en contra de cinco procesados por el asesinato del excandidato presidencial, Fernando Villavicencio. El proceso se desarrolla en el auditorio de Complejo Judicial Norte, en Quito, desde la mañana del martes 25 de junio de 2024.

Hasta las 13 horas de este martes 25 de junio, de los testigos de la Fiscalía han comparecido cuatro, y se reprodujo en video y audio el testimonio anticipado que rindió un testigo protegido.

Esa persona contó como participó de las reuniones previas de planificación del asesinato, afirmó que uno de los involucrados, días después del asesinato de Villavicencio, le indicó que esa cabeza costó USD 200 mil y que la orden llegó desde el gobierno de Rafael Correa.

Andrés David A., capitán de la Policía, detalló cómo dieron con la captura de los sicarios. Por las cámaras de seguridad los policías llegaron hasta Monjas. Ahí, una vecina indicó que vio cómo un vehículo llegó a alta velocidad y varios individuos corrieron a esconderse en una casa de dos pisos.

“Verificamos y había (un vehículo) gris sin placa posterior. Verificamos la casa, diagonal al auto, de dos pisos y esquinera. Miré desde el exterior que había varias personas caminando y hablando, con tono de voz alto, se escuchaba que eran extranjeros. Llamé al jefe de operaciones y me indicó que vigilara el inmueble. Después de una hora llegaron y se allanó.

Intentaron huir. Unos subieron a la terraza para saltar a otros domicilios, otro en moto intentó salir y otro se escondió en los pisos.

En la inspección se encontraron también seis armas de fuego, un fusil, una subametralladora, tres pistolas y tres granadas de uso militar con todo su equipamiento (entre otros)”.

Franklin Gonzalo V., médico legista y perito, contó qué encontró en la autopsia realizada a Fernando Villavicencio.

El médico explicó que una bala fue disparada a larga distancia e impactó en la cabeza del político, en el parietal izquierdo. La bala tuvo forma estrellada porque antes de penetrar la piel golpeó con el vidrio de la camioneta en la que se había subido Fernando Villavicencio.

“La bala golpeó el vidrio del vehículo, se deformó y luego impactó la piel. La bala fracturó el cráneo, laceró el cerebro en su lóbulo frontal, fracturó el hueso en su lado derecho y se exteriorizó en un orifico de salida”, dijo.

Agregó que el disparo se produjo a larga distancia, pero no supo precisar en cuánto. “Pero como referencia podría ser más de un metro”.

Carlos C., mayor de Policía, logró conocer la vestimenta y características de los sospechosos porque horas antes del magnicidio se habían reunido en una panadería y la cámara de seguridad del sitio los grabó. Posterior, un equipo se dirigió al sector de Monjas “y una mujer indicó que -minutos antes- un vehículo se había estacionado en la calle, que se bajaron sujetos sospechosos y, corriendo, entraron a una casa”. El domicilio fue allanado en flagrancia.

Cristian A., teniente de Policía. Fue delegado por Fiscalía para ingresar, en el centro de acopio, el DVD que contiene el testimonio anticipado del testigo protegido.

Fabricio L., capitán de Policía. Procedió con el levantamiento de los cadáveres de Fernando Villavicencio y de Johan Castillo, el sicario que falleció en el atacante. Este último tenía en su poder un Iphone 7 blanco. En la información extraída del celular se encontraron fotos referenciales a la organización delictiva Los Lobos.

El Ministerio Público reprodujo el testimonio que ya rindió José Patricio A., esposo de Laura Castillo, una de las procesadas en el caso.

Él no participó del crimen, pero sí conoció detalles de la logística que se estaba levantando para preparar el magnicidio.

Decenas de efectivos policiales se apostaron tanto en los exteriores como en el interior del complejo judicial, para realizar controles de seguridad que incluyeron la revisión de personal policial, detector de metales, y la presencia de canes especializados en la detección de explosivos.

Mientras tanto, la circulación vehicular se suspendió totalmente por la avenida Gaspar de Villarroel y las calles ⁠Pereira y ⁠Jorge Drom.

Fernando Villavicencio fue asesinado el pasado 9 de agosto, durante un atentado al finalizar un mitín político, en su campaña presidencial. Los atacantes dispararon e hirieron a 14 personas, según detalló la Fiscalía.

El pasado 28 de febrero, la jueza Irene Pérez llamó a juicio a los sospechosos: Carlos Edwin A. L., alias El Invisible, Laura Dayanara C. V., Erick R. P., Víctor F. y Alexandra Ch. F. Su audiencia estaba prevista para el 13 y 14 de mayo, pero se difirió.

Fiscalía acusó a Carlos Edwin A. L., alias El Invisible, como autor mediato del crimen, señalando que desde la cárcel de Cotopaxi dio la orden de matar al entonces candidato presidencial.

A Laura Dayanara C. V. le determinó responsabilidad de coautora, sugiriendo que estuvo encargada tanto de la logística, como de dar dinero y motos a los sicarios. Mientras tanto, Alexandra Elizabeth C. F., Erick Marcelo R. P. y Víctor Alfonso F. fueron acusados como cómplices.

En la presentación de su alegato, la Fiscalía recordó que, tras cometer el crimen, huyeron del lugar, con excepción de uno que fue neutralizado en el lugar y posteriormente trasladado a la Unidad de Flagrancia, donde se confirmó su muerte.

Ante el hecho, la Policía allanó un domicilio en Monjas, donde seis personas fueron detenidas. Luego, con acciones de vigilancia, seguimiento y entrevistas, se determinó la presunta participación de otras siete personas.

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