Bahiense otra vez se cruza en el camino de Villa Mitre: “Para mi es especial”, dijo Navallo

Bahiense del Norte consiguió cinco títulos de Primera: 1989, 1997, 2003, 2011 y 2016.

El primero lo festejó ante Villa Mitre, cuando lo venció, como local, en la penúltima fecha, 89 a 88.

También, en 2011 cerró la serie 2-0 en el Manu Ginóbili y en 2016 cortó las redes del José Martínez.

La restante final que disputó, al margen de los cinco título, fue en 2017, la última que estuvo en esa instancia, perdiendo frente al tricolor.

Ese año Bahiense ganó la fase regular, la Villa los playoffs y hubo un juego extra en el Casanova:

El único que estuvo en todos, a excepción del ’89, fue el entrenador Alejandro Navallo, quien anoche se retiró feliz del Casanova, tras superar a L.N. Alem, por 61 a 55 y sellar la serie semifinal 3-2.

“Desde el momento que perdimos el último partido creía que podíamos vencerlos, más allá de las ausencias (Leonardo La Bella y Sebastián Luengo), porque las mismas había que suplirlas con un poquito más de cada uno y siendo solidarios con el equipo; entre todos nos íbamos a hacer más fuertes”, dijo el Colo.

Navallo admitió que ante este contexto sumó desde su experiencia.

“A veces tengo situaciones de enojo y soy bastante cabrón, pero siempre apoyo a los jugadores. Esta vez lo que hice fue darles las herramientas necesarias y mucha tranquilidad para que jueguen sueltos y, en cierta manera, no sientan la presión de ganar. Si dejábamos todo íbamos a ganar. Creía totalmente en ellos”, aseguró.

Bahiense dominó a Alem en los dos partidos de la fase regular y en los dos primeros de la serie, perdiendo los dos siguientes.

“Alem fue un durísimo rival, con un juego distinto al nuestro, por eso se trataba de una serie para ver quién imponía su juego, con un gran entrenador como Mauro (Polla) y con un mix de experiencia y juventud que lo hacía muy incómodo y duro para nosotros. Por eso todo mi reconocimiento para ellos”, destacó.

El entrenador, a los 61 años, sumará otra final a su largo y exitoso recorrido en el básquetbol bahiense.

“El valor creo que pasa por haberme mantenido, apostando al trabajo, siendo responsable y conformando buenos grupos, que son los que te llevan adelante. Por suerte este es un gran grupo, y la verdad ellos me llevaron a la final”, agradeció.

Ahora bien, desde el lunes comenzará otro capítulo de la historia.

“Villa Mitre tiene jugadores de un nivel espectacular, principalmente Franco (Pennacchiotti), a quien dirigí y es uno mis pollos, que me ha dado muchas satisfacciones. Es un jugador extraordinario. Y también tienen a Harina, entre otros buenos. Tengo que buscar las herramientas para que estemos a la altura y seamos competitivos, intentando suplir las bajas que tenemos y disfrutar de estar en la final, donde llegan los mejores”, señaló.

El tricolor fue número 1 de fase regular y en los enfrentamientos entre sí le ganó las dos veces a Bahiense, su escolta.

Si bien no contará con Jano Martínez y Javier Bollo, tendrá al resto de los elementos con los que afrontó la Liga Argentina.

“No me gusta caer en eso de que la presión la tienen ellos, ni que son los candidatos. Nosotros vamos a jugar la final y trataremos, con nuestras armas, de ser campeones”, avisó.

Y mencionó: “Por otra parte, ellos tienen esa hinchada que te llena de adrenalina para jugar. Es hermoso jugar una final y más con Villa Mitre, club al que le tengo mucho respeto. Lo disfruto. Hay mucha gente conocida y querida ahí. Para mí es especial y, también, muy motivante”.

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