Tan solo 69.000 venezolanos residentes en el exterior podrán votar en las elecciones presidenciales del 28 de julio, representan menos del 1% del total de electores habilitados según el Registro Electoral del CNE, que suman en total 21.392.464 votantes. A pesar de esta limitación, el anhelo de cambio está presente en quienes desean regresar al país para reencontrarse con sus familias.
Millones de venezolanos que migraron enfrentaron serias dificultades para registrarse y actualizar sus datos electorales en países de Latinoamérica y el resto del mundo durante el lapso que el Consejo Nacional Electoral (CNE) activó la jornada especial entre el 18 de marzo y hasta el 16 de abril. Pero la mayoría quedó excluida.
Esta situación generó decepción y profunda preocupación entre los ciudadanos de la comunidad venezolana en el extranjero, que ven en el voto un mecanismo crucial para seguir participando en la vida política del país y contribuir a su futuro.
Las trabas burocráticas en los consulados venezolanos fueron algunos de los principales obstáculos que impidieron a miles de ciudadanos ejercer su derecho al sufragio. En países como Argentina, Chile, Colombia y España, la lentitud en los procesos de registro y actualización de datos desalentó a muchos que pacientemente hicieron largas colas para poder participar en las próximas elecciones.
Ignacio Ávalos, director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), describió el panorama electoral de los venezolanos en el exterior como complicado, como consecuencia “del fugaz Registro Electoral y actualización de datos que tenía que efectuar el CNE con meses de anticipación, y que terminó cumpliendo en tan solo 30 días”.
Ávalos dijo que oficialmente hay 21 millones de electores en el Registro Electoral, pero se espera que solo voten un poco más de 11 millones de personas, la mayoría dentro del país y un porcentaje ínfimo fuera de Venezuela, lo que revela que la actualización del sistema de RE vulneró la participación política electoral de los venezolanos.
99% de los migrantes excluidos
Apenas 69.000 venezolanos de los 7,7 millones de venezolanos residentes en el exterior van a poder votar en las elecciones presidenciales del 28 de julio, representa menos del 1% de la diáspora, según proyecciones del OEV.
De acuerdo con el periodista Eugenio Martínez, especialista en cobertura política y electoral, este número se explica por tres causas principales: “El operativo de registro y actualización electoral fuera de Venezuela comenzó tarde y fue muy breve, la cantidad de puntos habilitados en las misiones diplomáticas venezolanas fue insuficiente para atender la demanda, y el ejecutivo venezolano a través de la Cancillería y el CNE aumentaron aún más los requisitos que se convirtieron trabas y obstáculos”.
De los 7,7 millones de venezolanos que residen en el extranjero se calcula que 2 millones son nuevos electores y debieron inscribirse por primera vez en el Registro Electoral, de este total apenas 508 ciudadanos lograron hacerlo. En países como México tan solo se registraron 69 nuevos votantes, en Argentina apenas 29, en Colombia solo 27, en Ecuador 13 y en Perú nada más que 6. En España lograron inscribirse 96.
De los ciudadanos que viven fuera del país, según Martínez, en total 4,5 millones son electores que estaban registrados en Venezuela y necesitaban cambiar su centro de votación al país donde residen, pero la mayoría no lo pudo hacer y quedaron excluidos. Solo 6.020 lograron cambiar su centro de votación al exterior y actualizar su registro electoral en el CNE.
Si tan solo 1% de los venezolanos en el exterior están habilitados para votar, eso se traduce que 99% de electores de la diáspora se encuentran imposibilitados de participar en las elecciones del 28 de julio.
Para la coordinadora nacional de la ONG Voto Joven, Wanda Cedeño, durante una entrevista con la Escuela Cocuyo y La TV Calle, afirmó que la ONG documentó 509 nuevos registros y solo 6 mil actualizaciones, lo que representa incluso menos del 1%, el 0.08% de la diáspora. Este número se suma a los más de 60 mil venezolanos que ya habían formalizado su cambio, una cantidad poco alentadora para un proceso electoral en el que los venezolanos buscan un cambio político.
“Los venezolanos en el exterior fueron despojados de sus derechos políticos”, aseguró Cedeño, quien explicó que la “operación morrocoy” en las embajadas y consulados de países como Argentina, Colombia y Chile, y no tener representación en otros como Estados Unidos y Canadá, vulneró los derechos humanos de los connacionales.
Acción de la Plataforma Unitaria
Ante las irregularidades presentadas, voceros de la Plataforma Unitaria (PUD) consideran que los hechos ponen en riesgo la democracia, al impedir la participación de millones de venezolanos en la elección del próximo presidente de la República.
En este sentido, Liliana Guerrero, coordinadora de la PUD en el estado Mérida, resaltó que las complicaciones e irregularidades fueron cometidas por el CNE, cuyas acciones afectaron a millones de ciudadanos, vulnerando así sus derechos políticos y civiles.
“En algunos países como Ecuador ya no hay embajada ni consulado para actualizar los datos de los venezolanos. Esto claramente es un hecho lamentable y una vulneración a los Derechos Humanos de esos ciudadanos que ansiaban participar”, aclaró Guerrero.
Debido a esta situación, la Plataforma Unitaria denunció las irregularidades documentadas y presentó recomendaciones para permitir que los venezolanos en el extranjero puedan actualizar sus datos. Pero estas solicitudes, junto con las de otros movimientos políticos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil organizada fueron ignoradas por las autoridades venezolanas.
El anhelo de los venezolanos en el exterior
Para los venezolanos en el exterior, las elecciones presidenciales del 28 de julio representan una fecha coyuntural para el país y sus familias, ya que esperan con fe que el cambio político se materialice. Muchos de ellos anhelan ver a Venezuela florecer nuevamente, mientras que otros guardan la esperanza de regresar a su tierra natal.
El deseo de reunir a su familia motiva a Danilo Castro Escorche, un venezolano que ha vivido en Perú durante los últimos 5 años debido a la necesidad de proveer alimentos y servicios básicos a sus seres queridos. A pesar de enfrentar xenofobia y abusos laborales, Danilo asegura que se compromete a permanecer en estas difíciles condiciones hasta que haya un cambio en su país. Su esperanza se centra, según Danilo, en la elección de un nuevo presidente de la República el 28 de julio.
Tanto Danilo como sus amigos en Moquegua, al sur de Perú, se vieron imposibilitados de participar en el proceso electoral porque no contaron con los recursos económicos necesarios para trasladarse a Arequipa, a 4 horas de distancia, donde tenían que esperar días para ser atendidos por los funcionarios del consulado venezolano en esa ciudad, durante la jornada especial de abril y mayo.
«Para ir a Arequipa a actualizar los datos del CNE necesitábamos al menos 100 soles (27 dólares) solo en transporte. Muchos de nosotros, incluido yo, no teníamos ese dinero disponible. Había que decidir entre enviar ese dinero a nuestras familias en Venezuela o usarlo para votar. Lamentablemente, la opción de comer no era negociable», dijo Danilo.
La crisis económica del país se suma a la falta de información oficial y oportuna sobre cómo se tramitaba el cambio de residencia en el exterior, lo que impidió a Danilo y sus amigos venezolanos en Moquegua realizar el proceso.
«Muchos de nosotros deseábamos poder votar en Venezuela, pero tuvimos dificultades, por diversas razones, para actualizar nuestros datos aquí. Sin embargo, la situación económica en Perú nos impide contribuir al cambio en Venezuela», expresó con tristeza Danilo al sentirse angustiado por no poder cumplir con su deber ciudadano.
Ser refugiado político impide participar
Reinaldo Belandria, refugiado político en Francia, compartió su testimonio con la Escuela Cocuyo y La TV Calle. En su declaración, expresó que, como refugiado, no podrá participar en las elecciones presidenciales hasta que se consolide un cambio de gobierno.
Desde su perspectiva, las elecciones en Venezuela podrían lograr un cambio, aunque advierte que el proceso será “turbulento y difícil”. Además, considera que la presión de otras naciones, como Francia, Argentina, Estados Unidos, Canadá e incluso antiguos aliados del gobierno de Nicolás Maduro, como Brasil y Colombia, es fundamental para garantizar elecciones libres y justas.
“Pienso que tenemos las condiciones”, dijo con esperanza Reinaldo, quien a pesar de no poder votar el 28 de julio espera que el voto posible de 11 millones de votantes sea suficiente para elegir un nuevo presidente de la República.
En resistencia desde el Sur
Adriana Flores Márquez, oriunda de Barinas, lleva seis años en Argentina, donde encontró refugio tras años de persecución política en Venezuela. Era una activista que denunciaba la violación de los Derechos Humanos en el contexto de las protestas en Barinas, lo que provocó represalias y tuvo que abandonar el país.
Flores, ex dirigente estudiantil, relató que, ante la falta de respuesta del gobierno argentino a su solicitud de refugio político, decidió formalizar la residencia permanente en Argentina. Actualmente, ejerce como coordinadora de Vente Venezuela y el Comando con Venezuela en dicho país, desde donde denunció las irregularidades en el registro y la actualización de datos electorales.
Según Flores, de los 220.000 venezolanos con derecho al voto, solo 2.200 tenían sus datos actualizados antes de la jornada especial de registro electoral. “Cuando se abrió el proceso en el exterior solo 440 pudimos hacer cambio de residencia, y solo 27 son nuevos votantes”, enfatizó Flores.
Esto implica que aproximadamente 217.000 venezolanos en Argentina no podrán participar en las elecciones presidenciales, lo cual se atribuye, según Adriana, al poco tiempo del proceso del CNE y la “operación morrocoy” del consulado en Buenos Aires. En el caso de Argentina, solo atendían a 40 personas al día, a pesar de que cientos de venezolanos esperaban en la cola diariamente.
Asimismo, mencionó que la embajada exigía pasaporte vigente y residencia permanente, requisitos que muchos no disponían. A pesar de que la mayoría tenía la documentación en regla, no fueron atendidos debido a estas exigencias, que Flores considera contrarias a las leyes.
A pesar de las múltiples irregularidades y vulneraciones a los Derechos Humanos, Adriana sigue trabajando en favor de la campaña “Con Venezuela desde Argentina”, en la que organiza a los venezolanos que sí puedan votar el 28 de julio.
Asimismo, invita a todos los venezolanos residenciados en tierra argentina a conformar sus “comanditos, con 10 familiares, amigos y compañeros que puedan votar y quieran ser parte activa del cambio político en el país”.
Flores asegura que el entusiasmo y la esperanza de cambio se ha restablecido en el venezolano, tanto dentro como fuera del país, quienes están motivados en ser defensores del voto este 28 de julio y poder reunir nuevamente a sus familias en una Venezuela próspera y en democracia.
Por: Valeria Castro/ Escuela Cocuyo
Efecto Cocuyo | @efectococuyo
Fuente de esta noticia: https://efectococuyo.com/politica/el-desafio-del-1-migrantes-venezolanos-vulnerados-en-sus-derechos-a-participar-en-las-elecciones-del-28-de-julio/
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